Presupuestos y … rescate?

Presupuestos y … rescate?

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Presupuestos y … rescate?

Tras un verano a vueltas con la “prima” de riesgo, el anuncio de Mario Draghi apuntando la posibilidad de que el Banco Central Europeo pueda comprar deuda en el mercado secundario, completando así el apoyo del EFSF y/o ESM con condicionalidad, ha conseguido con éxito relajar las tensiones en la curva española. Ahora la cuestión estriba en si se materializará finalmente la petición de rescate por parte del gobierno español.

Hace escasos días el gobierno aprobó el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2013, la piedra angular sobre la que pilotará la nave el próximo curso. Ciertamente el punto de partida para su elaboración, el cuadro macroeconómico, deja ciertas dudas en el aire. Las expectativas de caída del PIB para 2013 las cifra el gobierno en un tímido -0,5%, valor muy lejano a la media de los analistas que marca un registro de -1,4% si atendemos a los últimos datos publicados para el mes de setiembre. La desviación, como se puede apreciar, es muy importante y el error de cálculo, caso de que sea el gobierno el que se equivoca, puede llevar a correcciones sobre un planteamiento de por sí duro.

Pero dejando al margen esta importante cuestión, la finalidad del mismo consiste en cumplir la senda de consolidación marcada por el Eurogrupo en julio del presente año, donde se retocó el calendario retasándose el objetivo 3% a 2014. Para 2013, el objetivo déficit pasa a ser del 4,5% para el conjunto de las administraciones. Concretamente, un 3,8% para la Administración Central y Seguridad Social, un 0,7% para las Comunidades Autónomas y un 0% para las Corporaciones Locales. La consecución de dicho objetivo se plantea sobre la base de una reducción de de un 7,3% de los gastos y un incremento del 4% de los ingresos. En conjunto, aproximadamente, el 60% del ajuste bascula sobre los gastos y el 40% sobre los ingresos. En este sentido cambia la orientación con respecto al año actual, el 2012, donde el peso del ajuste recae sobre los ingresos (56%) frente a los gastos (44%). Este viraje, en un entorno de crisis estructural, se justifica debido a que la recaudación impositiva es mucho más incierta que la reducción del gasto. No obstante, seguimos pensando que el objetivo es muy complicado. De hecho, desde diversas fuentes se abunda sobre las dificultades de cumplimiento de la senda marcada por el Eurogrupo, por lo que consideramos que la flexibilización del mismo le hubiera conferido de más visos de realismo, tal y como llevamos defendiendo desde hace tiempo.

Este presupuesto viene acompañado de una batería de medidas estructurales que pretenden favorecer la recuperación económica y el empleo. Las reformas abarcan diversos campos de actuación como el mercado laboral, la educación, el sector público, ciencia, etc. Pero estas medidas tendrán efecto a medio plazo, estando el corto dominado por un entorno de recesión. Y, como apuntábamos al inicio, solo resta saber cuándo se materializará la petición de rescate por parte del gobierno, algo que no es plato de gusto pero que parece difícil de evitar.

Este es un análisis del Departamento de Estudios de Caja Laboral. Una vez al mes contaremos con su punto de vista sobre diversos temas económicos de actualidad.


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