Aspectos a tener en cuenta antes de solicitar un préstamo

Aspectos a tener en cuenta antes de solicitar un préstamo

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Aspectos a tener en cuenta antes de solicitar un préstamo

Solicitar un préstamo no es una decisión que se deba tomar a la ligera. Por eso antes de hacerlo conviene tener en cuenta una serie de cuestiones. De no hacerlo, puede convertirse en un perjuicio para el solicitante, en lugar de en un beneficio. Te contamos cuáles son los factores a valorar antes de solicitar un préstamo.Ligado a las clásicas preguntas, ¿cuánto puedo pedir prestado?, ¿en cuánto tiempo podré devolverlo?, etcétera, está la inseguridad y al mismo tiempo la necesidad. Por eso solicitar un préstamo no es algo que se deba hacer sin mirar antes todas las opciones, alternativas y entendiendo todas las condiciones y vinculaciones derivadas de dicha operación.En este artículo encontrarás los principales aspectos a valorar y que conviene entender en su totalidad para saber qué es lo que estamos solicitando y con qué nos estamos comprometiendo. ¡No te quedes con las dudas!

¿Qué hay que tener en cuenta antes de solicitar un préstamo?

Como muchas de las decisiones que tomamos en la vida, antes de nada es interesante analizar la situación, las condiciones, las posibilidades… A la hora de solicitar un préstamo, te planteamos tener en cuenta estos 7 aspectos:

Compara las distintas ofertas

En primer lugar, y al igual que ocurre con el tipo de préstamo más común, las hipotecas, hay que comparar. La oferta es variada, existen muchas opciones, pero no todas tienen por qué interesarte. Por eso debes informarte y ver qué banco te ofrece las mejores condiciones.

Fíjate en el tipo de interés

El tipo de interés es una de las cosas más importantes que hay que conocer antes de pedir un préstamo. El tipo de interés es el precio del dinero, es decir, el precio a pagar por utilizar una cantidad de dinero durante un tiempo determinado. Su valor indica el porcentaje de interés que se debe pagar como contraprestación por utilizar una cantidad determinada de dinero en una operación financiera.Además, hay que conocer la diferencia entre un tipo de interés fijo o un tipo de interés variable, es decir pagar siempre la misma cantidad hasta que se liquide la deuda o hacerlo en función del indicador.Tampoco pases por alto el TAE, ya que existen otras condiciones que pueden hacer que tu préstamo se encarezca. La Tasa Anual Equivalente engloba el coste total del préstamo, incluyendo comisiones, intereses, gastos y comisiones.

La cuota

No debes confundir una cuota baja con una cuota barata. En base a la situación financiera de cada uno, conviene decidir pagar una cuota superior en menos tiempo o una cuota inferior en más tiempo. Ten en cuenta que con una cuantía baja se pueden llegar a pagar más intereses, lo que a la larga será más caro.

El plazo

Asegúrate de que el plazo también te conviene. Lo mejor es tender a plazos cortos, pero no siempre somos capaces de afrontar el préstamo en poco tiempo. Es lo que ocurre con las hipotecas, cuyo plazo suele ser de 30 años. Mientras que en el caso de los préstamos personales suele ser de 5 años. Depende por lo tanto, en la mayoría de los casos, de la cuantía prestada. Decidas lo que decidas, no te retrases en los pagos y liquídalo cuanto antes, ya que amortizarás el préstamo antes y te será más económico.

Los tipos de préstamo

También debemos elegir el préstamo en función de la utilidad que le vamos a dar al dinero; no es lo mismo un préstamo para el coche, que para comprar un aparato electrónico, por ejemplo. Descubre todos los tipos de préstamo y decide cuál se adapta mejor a tus necesidades. Aquí tienes algunos de los más comunes y que pueden serte de ayuda:

La letra pequeña 

Las comisiones, las vinculaciones, las cláusulas… Es importante leer toda la letra pequeña y tener claro todos los conceptos e implicaciones del préstamo para que luego no haya sorpresas.

Tener claro si se va a poder hacer frente al préstamo

En último lugar, antes de solicitar un préstamo, debes preguntarte si vas a ser capaz de hacer frente a él y si realmente lo necesitas. Sin olvidarnos de que nunca conviene pedir más dinero del que se precisa.

 


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