Cómo encontrar alojamiento económico y de calidad al viajar

Ciudades europeas como París, Roma o Berlín, quizás destinos exóticos como Japón o Tailandia… o incluso lugares cercanos que nunca hemos visitado. Sea cual sea el destino de tu viaje, encontrar un alojamiento con una buena relación calidad/precio seguro que es una de tus prioridades. Tienes ante ti un amplio abanico de opciones para escoger y, si no lo dejas para el final, bastantes posibilidades de encontrar algo que se ajuste a tus gustos o necesidades y a un precio razonable. La clave es planificar y buscar con tiempo. Aquí van algunas pistas para ayudarte:Si lo que quieres es un hotel, existen numerosas páginas web que te permiten reservar con antelación (logitravel, destinia…). Eso sí, ármate de paciencia. Rastrear (booking, venere…) y comparar precios (trivago…) para obtener una buena oferta es una tarea ardua, pero acaba dando sus frutos. Recuerda, plantéate con bastante antelación a dónde quieres ir.Planificación, planificación y planificación. No dejes ningún detalle al descubierto. Cuando hayas decidido tu destino, consulta si en las fechas en las que vas a ir se va a producir algún acontecimiento especial que, normalmente, lleva mucha gente a ese lugar. Eso hace que aumenten los precios de los alojamientos e igual te conviene irte a un pueblecito de la periferia.No tienes por qué dormir en un hotel. Los apartamentos turísticos ofrecen la posibilidad de que disfrutes de tu estancia como si estuvieras en tu propia casa. Cada destino suele tener su propia página con la oferta. Es una opción generalmente más económica y muy recomendable cuando viajas con toda la familia.Si no te importa compartir habitación, una muy buena opción son los hostels, bastante más baratos que un hotel y que además te sirven para relacionarte y conocer gente, si es lo que estás buscando.Alójate en pensiones o viviendas privadas con habitaciones para turistas. Respecto a las primeras, hay muchas que no tienen nada que envidiar a ningún otro establecimiento hotelero y generalmente, al no necesitar de grandes estancias, suelen estar mejor situadas que estos (con lo que también ahorrarás en los desplazamientos) y su precio es más asequible. Respecto a las segundas, a lo anterior, la ubicación y el precio, hay que añadir el trato: si eres de los que gusta relacionarse con las personas que habitan los lugares donde vas, ésta es tu mejor opción.Intercambio de casas. Una modalidad que está cogiendo mucho auge en los últimos tiempos. Entras a formar parte de una red que se extiende por todo el mundo. Compruébalo en la web intercambiocasas. Tú señalas la disponibilidad de fechas de tu hogar. A partir de ahí, haz peticiones de intercambio (también las recibirás). Luego, a disfrutar.Hay otras formas más extremas de alojamiento, quizás únicamente dirigidas a gente joven o que gusta viajar en solitario, como el couchsurfing o, lo que es lo mismo, dormir gratis en el sofá de una casa privada. También puedes echarle cara al asunto y alojarte en el domicilio de algún conocido que viva donde quieres ir. En fin, por imaginación, que no quede.