Economía colaborativa: uso compartido en beneficio de todas las personas

Economía colaborativa: uso compartido en beneficio de todas las personas

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Economía colaborativa: uso compartido en beneficio de todas las personas

Compartir coche para ir al trabajo; intercambiar ropa, electrónica o juguetes de segunda mano; utilizar espacios comunes para trabajar; dividir el tiempo de estacionamiento de una parcela de garaje para aparcar dos coches…

Cada vez que hacemos algo así no solo sacamos todo el partido posible a lo que tenemos sino que contribuimos, casi sin saberlo, a la economía o el consumo colaborativo. Este movimiento consiste en organizarnos como personas consumidoras, generalmente a través de las nuevas tecnologías, aprovechar nuestros propios recursos de una forma sostenible y conseguir un beneficio para quienes intervenimos en él. Este tipo de consumo se traduce en varias ventajas:

  • Mejora la oferta que existe en el mercado.
  • Favorece la reutilización de productos y la economía circular frente al consumo lineal.
  • Genera ventajas medioambientales al reducir el consumo de recursos naturales y la contaminación atmosférica.
  • Favorece la competencia, estimula el emprendimiento y abre oportunidades de negocio.
  • Proporciona un mayor valor social basado en la solidaridad y la cohesión.
La mayoría de estas iniciativas se organiza mediante plataformas online o Apps que sirven para poner en contacto a personas que ofrecen y demandan un mismo servicio y quieren prestárselo mutuamente a un precio más reducido al de mercado. Hoy en día existen muchos ejemplos de empresas que ofrecen un producto o servicio en estas condiciones: desde la plataforma de alquiler de casas Airbnb hasta la de viajes compartidos Blablacar, existe todo un universo de empresas que se dedican al intercambio y venta de productos de segunda mano.

Ejemplos de consumo colaborativo en Euskadi

  • Koopera. Esta red de cooperativas está impulsada por Cáritas y tiene como objetivo último la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social a través de actividades de servicios ambientales, reutilización y reciclaje, consumo sostenible, formación, y otras actividades que pueden ayudar a cumplir el objetivo. En el campo de la economía colaborativa, Koopera recoge prendas de ropa y artículos de electrónica donados por particulares a través de una red de contenedores, los recupera y a continuación los pone a la venta para destinar ese beneficio a acciones solidarias.
  • Share your board. Esta plataforma ofrece la posibilidad de compartir tablas de surf con aquellas personas que quieren probar la experiencia de deslizarse sobre las olas pero no pueden alquilar una tabla. El concepto está inspirado en los surfistas que viajan en busca de nuevas playas sin su propio material y tienen dificultades para encontrar una tabla adecuada a su nivel. Este servicio de préstamo de tablas de surf está pensado para surfistas con cierta experiencia y tiene un funcionamiento muy simple: la persona interesada en compartir su tabla sube sus datos a la plataforma e indica su localización y disponibilidad para alquilarla a otra persona que esté de paso.
  • Ibilkari entre particulares. Ibilkari es una iniciativa sin ánimo de lucro que tiene como objetivo organizar un uso compartido de los vehículos. La persona interesada solo paga por el uso que realiza del coche que se comparte, que se estipula en función de los gastos asociados al vehículo: su valor, antigüedad, el precio del seguro, los impuestos, el mantenimiento, el carburante, etc. De promedio, el precio del kilómetro se sitúa entre los 0,25 y los 0,35 € dependiendo del tipo de coche. No obstante, este importe puede variar en función del número de personas que comparten el vehículo y la intensidad de uso que se efectúe.
  • Transporter. Esta App trata de aprovechar recursos infrautilizados, en este caso los viajes particulares en coche, para ofrecer un nuevo servicio de paquetería peer-to-peer. A través de este servicio una persona puede aprovechar los viajes habituales que realiza en su vehículo entre ciudades para transportar paquetería y obtener ingresos adicionales. La App es de uso gratuito y ofrece a las personas usuarias un servicio de geolocalización para comprobar el estado de los envíos.
Hay muchos más ejemplos y  modalidades de economía colaborativa,  como por ejemplo,  la que utiliza el sistema de Crowdfunding Bizkaia para el proyecto WATS, una iniciativa apasionante contra la violencia en el deporte. Si conoces alguna otra modalidad de economía colaborativa que fomenta el consumo responsable y un mejor uso de los recursos, coméntanoslo en este artículo.


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