Ainhize Barrainkua y Amaia Aldai, dos referentes del deporte femenino con un mismo objetivo
08-03-2021
Ainhize Barrainkua y Amaia Aldai, dos referentes del deporte femenino con un mismo objetivo
Con 20 y 23 años de edad, la pelotari Amaia Aldai y la ciclista Ainhize Barrainkua son dos ejemplos de la progresiva incorporación de la mujer al mundo del deporte, una presencia que es cada vez más visible en el caso de deportes masivos como el fútbol pero que todavía resulta escasa en otras modalidades. A pesar de su juventud, las dos conocen de cerca las diferencias que todavía hoy sufren las mujeres en el frontón y en la carretera, y creen que para eliminarlas es necesario dar al deporte femenino una visibilidad mayor.
Apoyo y referentes; dos aspectos clave para comenzar en el deporte femenino
La pasión de ambas por el deporte les vino a una edad muy temprana gracias al apoyo de su familia y de otras personas de su entorno más cercano. Mientras que en el caso de la ciclista fue su padre quien le inculcó la afición a las dos ruedas cuando le regaló una bicicleta de carretera a los 12 años, en el de Amaia fue el pelotari Imanol Agirre quien la convenció para que dejara el fútbol y retomara la pelota, que había empezado a practicar de pequeña. “Soy una persona a la que le encanta el deporte y no dudé en animarme y jugar. Me fue muy fácil empezar de nuevo en el frontón porque recibí mucho apoyo de mi familia y de las personas que iba conociendo en el mundo de la pelota, sobre todo de Iker Amarika, que siempre me ha animado a no dejarlo de nuevo”, dice en alusión al organizador de la LABORAL Kutxa - Emakume Master Cup.Las dos tuvieron referentes deportistas femeninos desde muy jóvenes: en el caso de Ainhize la mujer que le inspiró fue Lizzie Deignan, campeona mundial de ciclismo en ruta en el año 2015 y campeona mundial en pista de 2009 en persecución por equipos. Amaia, en cambio, encontró su primer referente en el mundo del fútbol pero cuando se adentró en los frontones se fijó de inmediato en la campeona gernikesa Olatz Arrizabalaga. “Mi referente siempre había sido una futbolista de mi equipo, pero al empezar en la pelota me fijé en Olatz Arrizabalaga por su estilo: su juego es diferente al del resto, más agresivo y más vivo”, afirma sobre su compañera en la victoria de la última edición de la Emakume Master Cup.
Desigualdad de género en el deporte
Con respecto a las diferencias que todavía hoy existen en el deporte femenino con respecto al masculino, Ainhize y Amaia perciben de manera similar estas desigualdades de género y apuestan por dar mayor visibilidad al deporte femenino para poder desterrarlas de manera definitiva. La ciclista asegura que estas diferencias “siguen estando presentes tanto en la carretera, donde se siguen viendo comportamientos paternalistas, como en las dinámicas de las competiciones”, y aunque precisa que la brecha “se está reduciendo” poco a poco, recuerda las dificultades que siguen teniendo las mujeres para poder dedicarse al ciclismo de manera profesional.En un sentido parecido se expresa Amaia, quien explica que hoy en día sigue habiendo personas que “se sorprenden” al ver a mujeres jugar a pelota pero que el paso del tiempo les ha permitido demostrar su capacidad para practicar este deporte. Por eso defiende que es necesario dar visibilidad a la pelota femenina a través de iniciativas como “un campeonato continuo” que permite mantener el ritmo de la competición todos los fines de semana”. “Es la única diferencia que percibo de la pelota femenina a la masculina, y creo que con el tiempo y con paciencia conseguiremos un campeonato continuo”, añade.
El futuro del deporte femenino depende de una mayor visibilización
De cara al futuro, Ainhize cree que para corregir estas situaciones lo más importante es que existan “mujeres referentes al más alto nivel de competición” en el mundo del ciclismo, “que consigan su propio espacio en la carretera, y que todo ello se visibilice a través de los medios de comunicación”.En el caso de la pelota, Amaia cree que lo primero que hay que hacer es desterrar los “estereotipos” que existen en torno a la pelota e incrementar la participación de las mujeres en este deporte. Para eso considera necesario dar mayor visibilidad a la pelota femenina y combatir la idea de que éste es un deporte destinado en exclusiva a los chicos.
De cara al futuro, Ainhize sueña con “estar a la altura de las exigencias de un equipo UCI” como el LABORAL Kutxa - Euskadi, y al mismo tiempo seguir compatibilizando el deporte con sus “inquietudes en el mundo académico y en la investigación”, mientras que Amaia se marca un objetivo adicional: “Me gustaría que mi trabajo sirviese para que las niñas que vienen por detrás vean que hay futuro en este deporte, que no tienen que dejar de jugar por ser niñas y que hay una continuidad que poco a poco va aumentando”.
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