
Cuando la actividad de una empresa se ve afectada por un incidente
11-07-2025
Cuando la actividad de una empresa se ve afectada por un incidente
A veces no hace falta una gran catástrofe para que una empresa se vea en apuros. Incidentes aparentemente menores, como una avería técnica, una fuga de agua o un incendio localizado, pueden generar interrupciones operativas significativas e incluso obligar al cierre temporal del negocio.
¿El resultado? Una caída en la producción y las ventas, pérdida de clientela que podría irse con la competencia y un debilitamiento de la posición en el mercado. Todo esto ocurre mientras los gastos fijos continúan acumulándose como si nada hubiera pasado.
El golpe económico, en consecuencia, puede ser mucho mayor de lo que parecía al principio. Por eso, contar con planes de contingencia, seguros adecuados y una gestión preventiva eficaz no es solo recomendable: es esencial para la continuidad del negocio.
Seguro de pérdida de beneficios: protección frente a lo inesperado
¿Qué pasaría si un día tu negocio se ve obligado a parar por culpa de un incendio, una inundación o algún otro desastre inesperado? Para eso existe el seguro de pérdida de beneficios, también conocido como lucro cesante o seguro de interrupción del negocio.
Este tipo de seguro está diseñado para ayudarte a mantener tu empresa a flote si un siniestro grave te obliga a cerrar temporalmente. En esencia, la aseguradora compensa el dinero que habrías ganado de no haberse producido el incidente, permitiéndote seguir afrontando tus gastos principales —como el alquiler, los sueldos o los costes fijos— sin que el parón comprometa la viabilidad del negocio.
En ocasiones, este seguro se presenta como una cobertura dentro del seguro que cubre las instalaciones o pabellones y en otras, como una póliza individual. En todos los casos, hablamos de una garantía importante que permite que nuestro negocio siga operativo.
Cómo funciona
El objetivo es claro: preservar la estabilidad financiera de la empresa durante el tiempo que dure la interrupción de la actividad. Así, se mitigan las pérdidas económicas derivadas del siniestro y se facilita una recuperación operativa más rápida y eficiente.
La compensación se basa en el beneficio bruto que la empresa habría obtenido de no haberse producido el siniestro. Para ello, se deducen los costes variables, es decir, aquellos que no se generan durante el periodo de inactividad.
El cálculo suele considerar el historial de ingresos y gastos fijos de la empresa y en la póliza se suele establecer:
- Un límite máximo de compensación
- Un periodo de carencia durante el cual no se efectúan pagos, aunque el siniestro ya haya ocurrido.
Hay pólizas que incluyen también la cobertura de gastos extraordinarios necesarios para garantizar para garantizar la continuidad del negocio, como:
- El alquiler temporal de otro local
- Costes asociados a soluciones provisionales
- En algunos casos, también pueden contemplar los riesgos derivados de la interrupción de la actividad de clientela o proveedores estratégicos, siempre que dicha interrupción afecte directamente a la facturación de la empresa.
Es importante tener en cuenta que este seguro no cubre los daños materiales directos en instalaciones, maquinaria o equipos. Estos deben estar protegidos mediante otras pólizas específicas, como seguros contra incendios o multirriesgos.
Además, para que la aseguradora conceda la indemnización, no basta con que ocurra el siniestro: debe demostrarse que los daños impiden continuar con la actividad y que ello ha generado un perjuicio económico real.
A quién va dirigido y qué aporta
Este es un seguro recomendable para cualquier tipo de empresa, pero resulta imprescindible para aquellas cuya actividad se desarrolla en una única ubicación, ya que un percance podría paralizar súbitamente toda la actividad. En cambio, las empresas que cuentan con varios centros, pueden tener un mayor margen para continuar su actividad desde otras instalaciones.
Aunque menos conocidas que los seguros tradicionales de daños, estas pólizas pueden marcar la diferencia entre la recuperación y la quiebra en situaciones críticas. No cubren daños materiales en sí, sino sus consecuencias económicas. En términos simples, protegen a las empresas de la pérdida de ingresos mientras no pueden operar debido a un siniestro cubierto por otras pólizas.
“Un incendio puede destruir físicamente una fábrica, pero lo que realmente amenazada la continuidad del negocio es la pérdida de ingresos durante los meses de reconstrucción” aseguran voces expertas.
Los 3 objetivos clave de la póliza de pérdida de beneficios son:
- Proteger los ingresos: Compensa la pérdida de ganancias cuando el negocio no puede operar por un siniestro cubierto, como un incendio.
- Cubrir gastos fijos esenciales: Ayuda a pagar sueldos, alquileres, servicios y otros costos que siguen existiendo, aunque la empresa esté temporalmente cerrada.
- Facilitar la continuidad operativa: Permite asumir gastos extraordinarios para reanudar actividades rápidamente (como alquilar espacios alternativos o maquinaria), minimizando el impacto económico y reputacional.
Si quieres conocer más a fonde esta y otras soluciones para tu empresa, contáctanos. Estudiaremos los riesgos potenciales a los que te enfrentas y te haremos una propuesta para que solo te preocupes de rentabilizar tu negocio.
¿Cuál es tu reacción?