¿Cuánto nos costará la vuelta al cole?... ¿Y a la universidad?

¿Cuánto nos costará la vuelta al cole?... ¿Y a la universidad?

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¿Cuánto nos costará la vuelta al cole?... ¿Y a la universidad?

Todo lo bueno se acaba, incluso las vacaciones. Después de los excesos del calor y, si es posible, de un viaje de desconexión en verano, llega la temida cuesta de septiembre, que significa, si se tienen hijos, afrontar una serie de gastos, como el material escolar, la compra de ropa nueva o de accesorios, el uniforme de colegio, las gafas o el corrector dental. Si los hijos son mayores y se encuentra ya cursando la universidad, incluso el desembolso económico puede llegar a ser mayor si, por ejemplo, van a realizar un grado en un centro privado o a desplazarse a estudiar a otro país.

A toda esta vorágine de gastos pueden sumarse otros inesperados, como una rotura en el hogar o tener que llevar el coche al taller, que se ha averiado. Pero no hay que preocuparse, ya que con una adecuada planificación y algunas recomendaciones financieras es posible abaratar la factura final. A continuación, te contamos cómo.

A grandes males, pequeñas soluciones

En el curso 2022/2023, la vuelta al cole de cada niño de primaria en España tuvo un coste medio de 260 euros, 30 euros más que el año anterior. En cuanto a los de secundaria, el gasto promedio individual aumentó hasta 340 euros. Y eso contando solo el material escolar y la ropa, es decir, que otros conceptos que habitualmente se suelen pagar antes del nuevo curso (como la matrícula escolar) o mensualmente (es el caso de las actividades extraescolares) no se computan.

Para intentar que todo ello no condicione en exceso la economía familiar, existen algunas recomendaciones que pueden abaratar la factura final, como:

  • Aplazar los pagos lo máximo. Cada vez es más habitual que tanto las tiendas como los bancos permitan aplazar el coste de un producto que tenga un precio relevante (como un electrodoméstico o un mueble, por ejemplo), en muchas ocasiones sin que se aplique ningún tipo de interés, siempre que la financiación sea por un periodo corto (habitualmente, de 3 meses). Otra opción es recurrir directamente a las tarjetas de crédito, en las que los plazos aplazados llevan implícitos unos intereses que nos cargarán en un futuro.
  • Reducir el gasto en ocio. Después de haber cargado las pilas en verano, puede ser oportuno apretarse algo el cinturón y renunciar a parte de las cosas que más nos gustan, como aquella prenda de ropa a la que le hemos echado el ojo, la cerveza con los amigos o ir al cine. El nuevo curso será muy largo y ya habrá tiempo de realizar esas y otras actividades de ocio.
  • Evaluar nuestra lista de la compra. Una vez hemos desecho las maletas y puesto en orden la cosa, es una buena idea revisar cómo está la despensa, el congelador y la nevera, de cara a que el gasto en alimentación sea lo más racional posible. Además, Internet puede ser un gran aliado para comparar precios de los productos que necesitemos y lograr un ahorro considerable.
  • Reutilizar lo que sea posible. Los estudiantes necesitan un montón de material, como cuadernos, bolígrafos, estuches o mochilas. Quizá rebuscando en casa parte de ese material lo encontremos acumulando polvo en algún cajón. Una buena idea para los más pequeños es redecorar ese material con pegatinas y dibujos para que lo puedan reutilizar y sientan que están usando algo nuevo y personalizado a sus gustos.
  • No comprar siempre los libros escolares. En ocasiones, el gasto en libros para el cole suele ser el más elevado para las familias, y más si se tienen dos o más hijos. Por ello, es posible encontrar a través de Internet páginas web y comercios físicos que permiten adquirir ejemplares de segundo mano o, incluso, alquilarlos, así como poder deshacerse de los libros de cursos pasados y obtener algo de dinero por ellos.
  • Hacer una lista de lo que hay que comprar… e ir solo. Después de analizar de un modo somero lo que tendremos que adquirir, y de comparar gracias a Internet los precios que habremos de desembolsar por ellos, lo mejor es hacer la compra sin nuestros hijos para, de este modo, poder ceñirse lo máximo posible al presupuesto que hemos planificado.
  • Buscar becas y ayudas. Tanto el Estado como las comunidades autónomas y los ayuntamientos ofrecen becas que subvencionan, por ejemplo, los libros de texto, el comedor escolar, el transporte o los uniformes. Es cuestión de informarse, analizar si se cumplen con los requisitos y entregar en plazo las instancias correspondientes.
  • Encontrar alternativas al transporte escolar. Aunque muchos centros educativos ofrecen el servicio de transporte escolar suele ser caro, si se compara con otras alternativas, como el transporte público o ponerse de acuerdo entre algunos padres para turnarse a la hora de llevar a los niños al cole.
  • Otras posibilidades financieras. Las entidades bancarias ofrecen algunas opciones que contribuirán a hacer más llevadera la ‘cuesta de septiembre’, como el anticipo al cobro de la nómina, los préstamos personales o los mini préstamos. Por ejemplo, en el caso de los jóvenes, en LABORAL KUTXA financiamos sus estudios a través de productos como CrediMaster, que ofrece hasta 12.000 euros en un plazo máximo de cinco años; o CrediEstudios, destinado a la financiación de tasas académicas y a la adquisición de libros, hasta un importe de 6.000 euros en 12 meses. Puede obtener más información sobre ambos productos pinchando aquí.


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