«No queremos intentar ser jóvenes, sino aportar algo desde nuestro momento»

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Francis Díez, cantante de Doctor Deseo

Charlamos con Francis Díez (Bilbao, 1958), que lleva 35 años al frente de una banda de la que habla siempre en plural: Doctor Deseo. // Francis Díezekin (Bilbo, 1958) hitz egin dugu, azken 35 urteotan ahotsa eta aurpegia jarri dizkio bere taldeari baina berak beti hitz egiten du pluralean Doctor Deseori buruz

Con esa voz que ha vivido tanto, con sus botas, su liguero, sus labios pintados, su sombrero negro, su poderosa androginia y su fascinante performatividad lleva nuestro invitado más de 30 años, que se dice pronto, liderando uno de los grupos más longevos, y todavía hoy más interesantes del panorama musical vasco. Una formación musical que empezó en 1987 y que, 17 discos después, sigue ofreciendo canciones memorables y un directo al que resulta imposible resistirse. Una banda que ha logrado una aleación difícil de conseguir combinando longevidad, prestigio crítico, una nación de seguidores fieles, y capacidad para seguir atrayendo nuevos seguidores que siguen llenando salas allí donde van, en Euskal Herria, en el Estado español, o en México, donde viajarán pronto con su último disco, Maketoen iraultza, un homenaje a las oleadas de emigrantes que llegaron al País Vasco para transformarlo de raíz. Un proyecto que estaba preparado en 2019, que se paró por la pandemia y en el que, por primera vez todas las canciones, suenan en euskera, en la inconfundible voz del cantante de una de las bandas imprescindibles para entender la historia musical de Bilbao, la ciudad a la que ha cantado, en la que vive y de cuya cultura de barrio y teatro emergió Francis Díez, el icónico frontman de Doctor Deseo.

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FRANCIS. Desde muy crío flipé con la cultura de los travestis. Tuve la suerte de que mi profesor de saxofón tocaba en bandas en la calle las Cortes, que era el barrio chino bilbaíno y de ir a veces con él, no teniendo la edad para andar por aquellos lugares y tal, descubrí y me impactó mucho ver a Colorines, que era uno de los primeros transformistas bilbainos, ¿no? Aquello la verdad que me desarticuló muchas cosas en la cabeza y me ha marcado en muchos sentidos A la hora de interpretar la cultura pop o de interpretar el cómo estar encima de un escenario ¿no?  El ver cómo eran, en aquellos tiempos tan bestias y a la vez tan tiernos, y como podían colar cosas que otras personas no se las permitirían jamás y menos en aquellos tiempos, pues la verdad que me impacto me impactó mucho,  su forma de estar en los escenarios. Descubrí a las Otxoa, a otros muchos, a Asier… Y esta cultura la verdad es que me ha marcado.  como también me ha marcado la cultura pues de Iggy Pop, que lo tienes en tu inconsciente u otros. Me imagino que está aparte teatral viene de esta parte del cabaret. Y luego también evidentemente descubres a Kurt Weill,  el cabaret de entreguerras y este tipo de cosas y esto también te marca la hora de subirte a un escenario.

 Pero luego cuando te vas a lo más básico que lo único importante en la música es que te guste a ti y que conecte con tu deseo de verdad y que sirva para los demás, pero esto como cualquier otro oficio. Y esa es la base de cualquier oficio. Todo lo que hay al margen de todo ello son fuegos artificiales.

IRATI JIMENEZ (LABORAL Kutxa). Francis Díez nació en el bilbaísino barrio de Uribarri, en 1958, no muy lejos de donde nos reunimos con él, en las oficinas centrales de LABORAL Kutxa de la Gran Vía, una mañana de diciembre en la que todo es frío en Bilbao excepto la conversación con nuestro invitado, que se nos hace corta por su generosidad, su cercanía, su calidez y su conocimiento de un oficio que conoce muy bien. 35 años lleva al frente de una banda de la que habla siempre en plural -nosotras, nosotros-. Una de las primeras cosas que queremos saber es de dónde viene, cómo se les ocurrió allá por el 87 un nombre tan sugerente como Doctor Deseo.

FRANCIS. Pues de las mil y una vueltas que le das al principio para ponerte un nombre. Y que siempre te surge uno al final de la noche cuando estás con una tasa de alcohol elevada y tal y luego por la mañana normalmente no te parece tan bueno después del entusiasmo del grupo en ese momento. Recuerdo que al principio nos llegamos a llamar como la droga esta que utilizan en La Naranja Mecánica, Moloko Plus, nos parecía el tope. Y luego Doctor Deseo. Surgió de una especulación un poco… Doctor conectaba con algunos de los grupos de la tradición pop, de Doctor Feelgood, Doctor Who, más en el blues, y unos dos o tres, luego salieron más, que marcaban un poco las pautas de la cultura pop. Y luego “deseo” era una palabra como que conectaba bien con nosotros. “Deseo” como esa energía previa que hace falta para llegar a las cosas. Eso que decía mi abuela de que para comer hace falta dos cosas. Buenos alimentos y hambre. De ese hambre que es necesario para la vida. Y por otra parte tenía una connotación sensual que nos gustaba y que conectaba un poquito con nosotros.

IRATI (LK). Al principio, se les hacía un poco raro, como todo nombre artístico, pero con el tiempo, nos dice, se les fue haciendo normal. Igual que al resto se nos han ido haciendo normales su lunar pintado, el carmín en los labios, el liguero, los guantes de encaje sin dedos, combinados con pantalones vaqueros, camisetas, sombrero, una performatividad queer que tiene algo de los grandes iconos del glam como David Bowie, pero que viene más de su infancia, de su juventud, del cabaret y del teatro de barrio.

FRANCIS. Sí, éramos más mariconas de barrio en este sentido. Veníamos del cabaret, del barrio chino y luego también depende de dónde vengas, pues tienes ciertas aficiones. Yo siempre he tenido afición a pintarme desde muy crío o a ponerme las bragas de mi hermana.

IRATI (LK). El disfraz…

FRANCIS. Cuando tienes una madre muy poderosa también es la que te marcas las pautas… Y tu forma de entender el mundo y de descodificar y quizá te resalte más la parte femenina. Cuando tienes menos figura paterna y más figura materna, esto son casualidades también que ocurren y las heredas y les sacas el máximo partido.

 

IRATI (LK). Desde su primer disco, Doctor Deseo hasta el último Maketoen iraultza, imaginamos que a Francis Díez le han pasado muchas cosas, pero la máscara, el disfraz original que eligió para salir al escenario, no se le ha quedado pequeño.

FRANCIS. No, en eso soy muy de Sófocles, que decía “ponle una máscara a un hombre y dirá la verdad”. Los carnavales nos lo indican, ¿no? Entonces no solo no se me ha hecho pequeña sino que me gusta la máscara, ¿no? Yo a veces suelo decir o cuento, me dicen, ¿eres tú mismo? Vamos, a ver, yo mismo es un concepto muy pequeñajo, ¿no? El concepto que uno tiene de sí mismo y del yo suele ser muy pequeñajo. Entonces a mí me encanta el momento que hay de transición, de la máscara, en el que te colocas de una manera, de una forma, porque luego subes al escenario, dejas el yo aparcado y surgen cosas mucho más grandes. Que yo mismo a veces me miro y digo “joe, yo no soy esa”, pero es es lo que me gusta, que me sorprenda, ¿no?

IRATI (LK). Sí, que se una máscara lo bastante flexible para permitirte crecer dentro.

FRANCIS. Y vivir en muchos territorios y vivir en muchas cosas y en muchas sensaciones y emociones distintas. Y ponerte en la piel de aquí y de allá. Entonces es mucho más fácil.

IRATI (LK). Travestirse, finalmente.

FRANCIS. Es travestirse. Es ponerse esa máscara para que ocurran cosas mucho más poderosas que la pequeñez del yo.

IRATI (LK).  Que en los discos y en los conciertos de Doctor Deseo ocurren cosas poderosas es un hecho que han reconocido tanto la crítica musical como el público, que nunca les ha fallado ni en Euskal Herria ni en España ni en países como México, donde terminarán la gira de su último disco. Francis Díez no duda de que parte de ese éxito se debe a un elemento mágico que no siempre acompaña, la suerte.

FRANCIS. Yo suelo decir el mal chiste de que somos estrictamente marxistas. Aquello que decía Groucho Marx de que partiendo de la nada habíamos llegado…

IRATI (LK). A la más absoluta miseria.

FRANCIS. A las más altas cotas de la miseria. Pero el camino ha sido largo. En ese llegar a las más altas cotas de la miseria porque en la música hay mucha miseria el camino ha sido largo, que es lo que más desea un músico. Que aquello que quieres te dure. Que no sea una cosa fugaz y que aparezca y desaparezca con mucha rapidez cuando lo llevas muy dentro. Entonces no nos podemos quejar en ese sentido. Y cada vez tengo más claro que tiene que haber un factor de suerte. Y no sé por qué, nosotros hemos tenido suerte. Hay otros factores que también tienen que estar como trabajo, intensidad, dedicación, pitos, flautas, pero es que he visto a tanta gente que también lo ha hecho y que no le ha salido que también hay un factor de suerte y en esto solo se puede estar agradecido.  

IRATI (LK). A todos esos elementos que menciona nuestro invitado -trabajo, intensidad, dedicación- añadiríamos al menos uno más: un poderosísimo directo en el que todo el grupo da cada noche lo mejor de sí.

FRANCIS. Esto es una de las cosas claves de este oficio. Nosotros tenemos una cosa. Incluso hacemos un ritual previo entre nosotros de abrazarnos para que desde el momento cero, desde que te subes al escenario estés ya metido dentro y a saco. Hay gente que dice, ah, para la tercera canción ya le he cogido el punto. No, no, a la tercera nada. Desde que entras. Desde que haces tu aparición y paseas ya tienes que estar dentro. Y a partir de ese momento, de ahí tiene que ocurrir algo poderoso y potente. Tiene que ocurrir algo dentro y tiene que conectar con lo que está pasando fuera. Entonces mientras esto ocurra seguiremos. Cuando esto deje de ocurrir… esto es lo más importante para nosotros.

IRATI (LK). Eso es lo más importante, dice nuestro invitado. Darlo todo sabiendo que en el negocio de la música no hay garantías de nada.

Y cuando decimos que en la música no hay garantías de nada, hablamos incluso de lo más básico porque lo primero que no hay son garantías de poder vivir de ello. Por eso, durante muchos años Francis Díez fue músico y panadero.

 

 

FRANCIS. Es un oficio en el cual subes para arriba y caes de golpe en dos discos. Y esto ocurre continuamente. Aparece y desaparece gente continuamente. Es uno de los oficios más frágiles que conozco. Actor dura más. Otros en estos ámbitos duran más. Está muy condicionado a una época, a una edad, tiene que haber un compromiso muy cañero. De entrada, yo, y esto es una especie de consejo que suena horrible, cada uno que haga lo que quiera, es uno no tiene que pensar en vivir de la música de entrada. Tienes que pensar en algo que te guste para que sea un soporte que dure. Porque, si pretendes vivir de la música de entrada, te vas a frustrar muy rápido, y vas a durar muy poco. Luego puede ocurrir o no que puedas vivir de la música. Pero de entrada nosotros eso no lo planteamos. Yo he sido panadero durante 25 años. Me lo hice en función de poder hacer otras cosas como la música o la montaña en mi caso, solo trabajaba tres días. Es una cosa que yo lo construí, era una forma de hacer pan integral, y que me vino muy bien para pisar suelo y para estar muy… y no despegar también del suelo porque la música es uno de los pocos oficios en los que no hay técnico de prevención de riesgos que te indiquen cuáles son los problemas con los que te puedes encontrar. Entonces casi todos los problemas serios de la música son las cosas que desean el común de los mortales y luego te puedes encontrar con problemas muy requeteserios porque nadie te lo ha explicado. Y jugar con alegría a meterte de cabeza en todos ellos.

IRATI (LK). El desorden, la fama, la noche, la eterna adolescencia a la que ha cantado siempre el rock… la música incluso, o quizá sobre todo cuando va bien, tiene muchos peligros, incluidos los de la vanidad.

FRANCIS. Yo suelo decir que 10 halagos a todo el mundo le va bien para la autoestima pero 200 te pueden convertir en una imbécil y un adicto a todo este tipo de cosas rapidísimo. Claro, cuando encima vienes de la timidez y has sido invisible como el común de los mortales y de pronto pasas a ser Dios y todo el mundo te considera que eres hasta guapo es que flipas en colorines, claro. Y hay un momento en el que se te va la pinza y dices algo tendré. No. Entonces tienes que haberte equivocado unas cuantas veces y haberte hecho daño para saber que por ahí no es la cosa. Pero esto nadie te lo explica de antemano. En cualquier otro oficio… tú eres un albañil y te dice el arnés aquí, el casco allá, si tienes bullying por el empresario, al sindicato. Está todo mucho más tabulado, o en cualquier oficio. Estás con un ordenador y te dicen el ángulo del codo, las veces que tienes que pestañear y de todo. Aquí no. Es todo alegría y jauja y fiesta continua. Y tal y no.

IRATI (LK). Se puede perder suelo con muchísima facilidad nos dice nuestro invitado que, como aficionado a la escalada, sabe de lo que habla. Francis Díez ha subido y bajado muchas montañas en muchos países del mundo, un deporte de altura que le ha ayudado a mantener los pies en la tierra.

FRANCIS. A mí la escalada me viene de cine porque te devuelve al animal más primario. Tú estás escalando y lo primero que estás pensando es no matarte. Vuelves al instinto de supervivencia básico. Segundo es casi el gesto, el movimiento, cómo solvento esto, cómo me muevo, el viento te pega, el frío, el calor, la sensación de que estás en un entorno más salvaje, que tienes que estar muy alerta en todo eso en lo que estás metido y por lo tanto desaparece casi el mundo y vuelves a un mundo muy primario. Y eso va muy bien porque la antítesis es la composición, donde la cabeza está dando vueltas como un tiovivo a una velocidad impresionante y tú estás más parado que ni sé. Entonces lo uno me ha venido muy bien pero no son cosas que haya elegido. Son casualidades.

IRATI (LK). Además de a mantenerse a ras de suelo, su afición por la montaña le ha permitido viajar y conocer estilos musicales de todo el mundo con los que ha alimentado su propia creatividad.

FRANCIS. Me interesa, me estimula, tanto lo primario como lo de en medio como lo último. Y lo último me interesa mucho, es lo que me estimula además. Y luego también de otras culturas anexas. Como el cabaret de entreguerras, como puede ser el tango, el bolero, otras muchas cosas. O vas y escuchas, yo cuando voy a países como Irán, como Mali, lo primero que hago es irme a las discotecas a ver qué se cuece, qué hacen los DJs de allá, y cómo hacen su música popular y a dónde la han llevado. Y la verdad que ese tipo de cosas son las que me estimulan, es el alimento de muchas cosas. Y tienes que tener un coco muy inquieto. Porque a veces si solo te limitas a cuatro referentes se te notan demasiado los referentes. Entonces es mucho mejor tener una cultura más abierta y curiosa, de aquí, de allá. Y vas jugando sin ningún prejuicio.

IRATI (LK). ¿Otra cosa que le ha ayudado en su proceso creativo? Nos dice, entre risas, que no le ha venido mal tener una fenomenal mala memoria.

FRANCIS. Yo además tengo una cosa buena, que me dio muchos problemas de niño pero que ahora me va muy bien. Yo tengo un déficit de memoria pero, vamos, una barbaridad, sería enfermizo, incluso. No sé si ahora se me diagnosticaría como un niño con déficit de atención, pero vamos, ese déficit lo he tenido siempre. De niño me supuso muchos problemas en esa cultura que había que repetir todo como un papagayo y yo no era capaz, con lo cual de creer que eres el más tonto del mundo porque no entras ahí. Sin embargo, con el tiempo, me ha venido muy bien, cuando leí que Einstein tenía un problema similar y Einstein decía “quien recuerda, copia, quien olvida, crea”, dije “joder, si lo ha dicho Einstein”. Y me doy cuenta de que me pasa lo mismo. Yo copio como un campeón, como todo Cristo, pero como copio tan mal, que no sé copiar las cosas

IRATI. Ya estás creando.

FRANCIS. Claro, yo voy y digo qué os parece esto, como Chill Mafia o como Lou Reed, qué os parece. Y todos me miran como qué. A mí me parece que lo he copiado clavado. pero lo he copiado tan mal, porque en realidad solo me quedo con el sabor que me ha producido esa música, con la emoción, con la sensación…

IRATI (LK). El eco.

FRANCIS. Eso ya es tuyo. Entonces ese déficit de memoria me ha venido muy bien para copiar fatalmente como un campeón y parecer que es tuyo.

IRATI (LK). Igual que le ha ayudado otra cosa que también le hacía sufrir de niño y que a mucha gente que le ha visto sobre un escenario le podría sorprender: la timidez.

FRANCIS. La mayor parte de la gente que la monta parda sobre el escenario viene de la timidez. Gente muy extrovertida lo hace muy bien para muchas cosas pero en un escenario se encuentra a veces como un elefante en una cacharrería, no se encuentra tan cómodo. Entonces eso que tanta guerra te da de adolescente luego se convierte en un aliado. Te hace ser mucho más observador de las emociones tuyas y de los demás, cosa que una persona más extrovertida no es. Entonces para este oficio, estas cosas que fueron taras en otro momento, luego ya son totalmente mis aliados, entre otras cosas mi déficit de memoria que tantos problemas me ha dado en muchos ámbitos.

IRATI (LK). Jugando sin ningún prejuicio, como nos decía, ha conseguido Doctor Deseo su particular sonido, en el que se mezcla desde el cabaret, o el pasadoble hasta el glam, el rock, el vals o el tango. Todo lo que Francis Díez considera en un sentido amplio la música pop.

FRANCIS. Nosotros siempre nos consideramos deudores de la cultura pop y llamamos pop a la popular music. Esto es como lo entienden los americanos. Los ingleses no lo entienden así. Los ingleses hacen la distinción, a raíz de los Rolling y de los Beatles, de lo que era el rock que son los Rolling, y lo que era pop los Beatles. Un concepto un poco deslavazado porque luego la parte más obrera y trabajadora, digamos, que veníamos de ser proletarios eran los Beatles. Y los Rolling venían de una clase más acomodada. Los americanos, sin embargo, lo han tenido más claro siempre y lo llaman “popular music” a aquello que surge en los años 50 con Chuck Berry con toda esta cultura del rock and roll negra, fast domino y tal que genera ese concepto de rock and roll que es una rebelión juvenil, que empieza frente a una gerontocracia que habían en aquel momento social se empieza a reivindicar que la juventud existe porque hasta ese momento solo era una cosa de transito y de paso y que no existía. Que existe el amor, que existe… que eran gente joven trabajadora, que dejaban su vida trabajando y sin embargo no tenían derecho absolutamente a nada. A reconocerse sus emociones ni todas esas cosas que ocurrían, que eran nuevas, por otra parte, porque sus padres no habían tenido ese tipo de problemas, habían tenido otros. Todo eso surge ahí. Luego esta música evoluciona. Hacia el soul de la Motown, de Atlantic, a la psicodelia de los 60…

IRATI (LK). La música disco…

FRANCIS. En los 70 surge el hard rock, surge la música disco, incluso a finales ya la electrónica, incluso el hip hop empieza a surgir con África Bambata, y toda esta cultura, en los 80 ya con el punk, y con otras cosas, que se va desarrollando hasta ahora, y que abarca todo, ¿no? Desde la electrónica al hip hop a los guitarreos a lo que llaman rock, a lo que llaman metal, es una cultura que digamos que el formato en el que se expresa es la sencillez y tiene que ser así, de hecho, cuando se ha desmadrado mucho como ocurrió con el sinfónico o con el jazz-rock en los 60 tuvo que venir el punk o el hip hop a poner orden y decir “volvamos a lo básico, que esto es así”. Y es elevar las cosas que ocurren a diario a categoría. Ya no voy a hablar de arte, voy a hablar de categoría, no pretendemos hacer arte a todas horas. Eso se lo dejamos a los artistas. Igual somos más artesanos. De Chuck Berry ahora mismo a la música electrónica, de Chuck Berry a Chill Mafia la diferencia es escasa. Alguien diría “joer, la hostia”, en otro tipo de música, del jazz original, al jazz que se hace ahora, hay unas diferencias brutales o en la música contemporánea o en mil cosas. Sin embargo, en lo nuestro no. De Chuck Berry a Chill Mafia, por poner dos elementos muy similares. Estamos en el mismo botijo, con un colorín más o un colorín menos, con dos pitorros o el cacharro puesto a la izquierda o a la derecha y lo importante es ya no tanto el medio en el que lo expresas, que eso tiene que ser sencillo sí o sí, y que va evolucionando con el tiempo, lo que antes podían ser las guitarras ahora puede ser un ordenador, y otras muchas cosas y esto es normal, lo que siempre es más asequible para la gente, lo que es más popular para expresarse, sin más, y donde lo importante es la actitud, esto siempre lo han defendido los hip hoperos y es así. La actitud. El tener algo cierto que contar y que conecte con la gente, ¿no? En eso consiste la “popular music” y la música pop.

 

IRATI (LK). Si algo no lo sienten, nos dice, no lo cantan. Si lo cantan, añadiríamos, es que lo sienten. Y más importante: que consiguen hacerlo sentir.

FRANCIS. Sí, es una de las funciones. El mover y despertar emociones. Esa catarsis. Yo suelo decir a veces que nosotros somos una especie de chamanes contemporáneos. Es un ritual contemporáneo la cultura de un concierto en el cual nosotros, como dicen los hip hoperos, somos los MCs, los maestros de ceremonias de todo esta historia y lo que hacemos es que se dé una catarsis, por la cual todo este tipo de emociones que están atascadas, que están… pues surjan en ese momento y se puedan vivir de forma colectiva. Esa quizá sea una de las funciones más importantes de la música.

IRATI (LK). Abiertos a las influencias musicales de todo el mundo y de todas las corrientes de la música, produciendo discos interesantes cada dos o tres años, y dándolo todo cada noche, Doctor Deseo ha conseguido una nación de seguidores y seguidoras que les ha acompañado desde la primera a la última gira, la de Maketoen Iraultza, que contó con el apoyo de LABORAL Kutxa. Su público no solo no les ha abandonado sino que ha crecido y se ha renovado con los años.

FRANCIS. Una cosa que me sorprende es que los conciertos sean tan intergeneracionales. Evidentemente gente de nuestra generación queda menos porque la gente va perdiendo sus ganas de ir a los conciertos, pero quedan, gente que lleva con nosotros una trayectoria larguísima y los conoces, a veces, pero lo que más me llama la atención es que se renueven las generaciones y que en las primeras filas a veces haya generaciones muy jóvenes. Y esto pues la verdad es que te alegra porque también es indicativo de que no entramos en nostalgia, ¿no? Que es una de las cosas que en la música es muy fácil que ocurra

IRATI (LK). Y que Francis Díez espera que no les ocurra.

FRANCIS. Sí, y que para nosotros es muy importante trabajar desde nuestro ámbito. No queremos intentar ser jóvenes, sino desde nuestra visión, desde nuestro momento poder aportar algo. Esto en general en la música no ocurre. La mayor parte de los grupos que llevan mucho tiempo solo transmiten nostalgia, incluidos los Rollings, pero algunos músicos sobrepasan eso, por ejemplo, estoy pensando en Leonard Cohen, que fue capaz de transmitir desde sus últimos conciertos, algo que incluso no había sido capaz de transmitirlo de más joven, o me viene a la cabeza Chavela Vargas o gente como Tom Waits, que son capaces de transmitir a partir de un momento y de una edad algo incluso más poderoso de transmitir. Chavela Vargas con 90 años en el concierto de Nueva York hasta sus silencios eran de ponerte los pelos como escarpias, ¿no? Eran toda una vida destilada, y darte unas gotitas, una vida de dolor, de superaciones, de placeres, de confusiones, de angustias… plack, toma, ¿no? Eso lo consigue muy poca gente. Entonces no sé si lo conseguiremos o iremos por otros caminos.

IRATI (LK). Si nos preguntaran o quisiéramos apostar, apostaríamos sin duda a su favor. Cuando nos despedimos de nuestro invitado en el bullicio bilbaíno pensando en lo corta que se nos ha hecho la conversación, lo hacemos deseando que la carrera de Doctor Deseo sea larga, llena de grandes hallazgos musicales y de encuentros con su público todavía mayores. La verdad es que no nos cuesta imaginar más Doctor Deseo y menos todavía nos cuesta desear que lo que han hecho que funcione durante 

tantos años, les dure y nos dure muchos, muchísimos años más.


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