Me fascinan los poetas que crean nuevos caminos y nuevos mundos

Me fascinan los poetas que crean nuevos caminos y nuevos mundos

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Me fascinan los poetas que crean nuevos caminos y nuevos mundos

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Leire Bilbao, poeta y escritora

Nos hemos reunido con Leire Bilbao en la biblioteca Bizenta Mogel de Durango, en la espaciosa y soleada sala en la que se reúne con su grupo de lectores. Vive allí, en Durango, desde hace 10 años, pero nació en Ondarroa, en 1978, y estudió Derecho Económico en Bilbao, en Deusto. Con todo, sus primeros trabajos, sus primeros versos escritos, los realizó en su localidad natal, en la ikastola Zubi-zahar de Ondarroa, con un bertsolari grande entre los grandes, que había ido por allí a formar alumnos y, de paso, a fichar jóvenes bertsolaris, con Jon Lopategi. 

 

LEIRE BILBAO. Creo que empezamos de manera inconsciente, diciendo “es igual lo que digan los demás”, diciendo que esto es lo que quiero o querría hacer, y pensando en el lector, pero sin mirar ni a las ventas ni a unos determinados lectores. No escribimos para eso. Sabiendo que los lectores tampoco son tantos, cojamos por lo menos a quienes escribimos en una pequeña lengua, a quienes escribimos en un pequeño género, ¿qué tenemos que perder? Tenemos todo por ganar, ¿verdad? Entonces, utilicemos eso para nuestra lucha y para decir lo que queramos decir, y para decirlo sin prejuicios ni complejos, esta es ahora mi verdad. 

 

IRATI JIMENEZ (LABORAL Kutxa). La poesía vasca moderna anunciada por Lizardi, Lauaxeta y Mirande fue inaugurada, a mediados del pasado siglo, por un euskaldunberri de Bilbao que se declaró dispuesto a perder su casa, su nombre, sus hijas, su mujer, la mano y la lengua por decir una verdad. Desde entonces, desde que Gabriel Aresti defendió la casa de su padre, mucho han cambiado las cosas en la literatura vasca. El país de los coplistas rurales que había mantenido viva la tradición oral en su antigua lengua a través de los siglos cantando en las tabernas y cantando bertsos en las plazas ha encontrado su literatura escrita moderna. Se han multiplicado los lectores, las editoriales, las tiendas de libros, los editores, los escritores, y los temas y moldes de la poesía. Desde que Gabriel Aresti prometió la verdad a una sociedad que contaba con cien o doscientos lectores, la casa de la literatura se ha llenado de poesía, y esa casa ya es también la de la madre además de la del padre, y la de la hija de la madre. Porque las mujeres han llegado para abonar el huerto de los ancestros, para hacer su poesía, como invitadas nuestras, a contar su verdad. Ella, nuestra invitada, se expresa con un estilo al que no le sobran las palabras, navegando entre símbolos llenos de fuerza, sin temor a mirar a la oscuridad y mientras lograba dos Premios Euskadi en el campo de la literatura infantil. Con pasión, honestidad y excelencia. Leire Bilbao compuso bertsos en la adolescencia y poesía posteriormente, pero la poeta se creó en la infancia, en el mismo lugar donde se crean todos los poetas, en su fuero interno.

 

LEIRE. Creo que escribimos en nuestra cabeza. Entonces sí que me imagino una Leire de no sé qué edad caminando desde casa a la ikastola, escribiendo historias en su cabeza. Siempre he sido una niña muy aficionada a los cuentos o a las historias. Y entonces, aunque lo que se dice escribir y componer los primeros cuentos supongo que lo haría en la ikastola, estudiando EGB, claro, y estaría en 6º o 7º curso, con 12 u 11 años, sí que recuerdo a aquella niña aficionada a las historias, con la cabeza llena de fantasía. Que iba a la playa de Saturraran o a Arrigorri con un libro. Que en lugar de contemplar el mar, tenía delante un libro.

 

IRATI (LK). Tal vez un libro sobre el mar…

 

LEIRE. Sí, sí. Allí me iba, cogía un libro y a la playa. Mi tío Julián me decía “Leire, vas a estar más blanca que un folio blanco” Y sí, he sido aficionada a la lectura desde pequeña y ni tan siquiera sé por qué. Porque en mi casa no había muchos libros. Mi padre era marinero y por aquel entonces no lo veía mucho y mi madre, desgraciadamente, empezó a perder la vista siendo bastante joven, pero yo era muy aficionada a la lectura y mi madre siempre me regalaba libros. Como Madame Kontxexi, de Andu Lertxundi, que me gustaba mucho, o los comics de Tom Sawyer o Julio Verne. Entonces, sí, supongo que escribía en mi cabeza.

 

LEIRE. Entonces nos pusieron a escribir bertsos, no sé cuántos años tendría yo, con 12 o 13 años, y con cuatro rimas, con cuatro rimas básicas. Arra, bizarra, barra-barra, guitarra o algo así, y vieron un poco a qué niños, porque éramos unos niños, nos gustaba jugar con las palabras. Porque al fin y al cabo era eso, ¿no? Jugar con las palabras. Y recuerdo que lo hacíamos en el comedor de la ikastola, estableciendo un tiempo cronometrado y escribiendo bertsos. Y entonces, parece que Lopategi vio algo en mí y resulté elegida en la ikastola, en Zubi-zahar, junto con un chico de Lekeitio, otro de Berriatua, otro de Etxebarri y otro de Markina, y allí nos íbamos en su Ford Orion de escuela en escuela, de ikastola en ikastola, cantando bertsos. Por aquel entonces me encaminé más hacia los bertsos escritos que hacia la poesía.

 

IRATI (LK). La escuela la llevó al bertsolarismo y la casualidad a la poesía, a ese género literario que tanto ama. Bueno, la casualidad o el viajar al extranjero y las ganas de aprender idiomas. Y la apuesta realizada con otro poeta y consigo misma, eso también.

 

LEIRE BILBAO. Recuerdo que en fiestas de Lekeitio, tendría yo 16 años, unos 16 o 17, me encontré con Urtzi Urrutikoetxea, que con el zurito en la mano me dijo, “Leire, voy a viajar por toda Europa, he ganado el concurso Urruzuno y el premio es viajar por Europa a no sé qué sitios”. ¿Sí? ¿Y qué hay que hacer para eso?

 

IRATI (LK). Hay una amplia generación de Urruzunos en la literatura vasca.

 

LEIRE. Sí, bueno, he escrito unos poemas, bertsopaperak o versos escritos. Pues el año que viene yo también. Lo recuerdo, no soy mucho de poner la mano encima de la mesa y de lanzar retos y envidos de ese tipo, pero el año que viene «yo también» le dije. Y me presenté al Urruzuno con un único poema single. Pero la suerte estuvo de mi lado y al año siguiente...

 

IRATI (LK). ¡Qué bonito!

 

LEIRE. Además me tocó con Urtzi.

 

IRATI (LK). Viajaste por Europa.

 

LEIRE. Sí. Y le cogí gusto a la poesía y al juego de la palabra.

 

IRATI (LK). La poesía es misterio y misteriosos son los caminos de la poesía. Escribió su primer poema porque quería salir fuera, viajar por Europa, conocer mundo, y decidió dejar el bertsolarismo y seguir con lo que había empezado emprendiendo la dirección contraria. Quería entrar dentro, viajar a su interior, y descubrir sus mundos íntimos. Y necesitaba el agua de la poesía para saciar esa sed.

 

LEIRE. Canté bertsos hasta los 21 o 22 años, pero en un momento vi muy claro que ya era suficiente. Estaba en ello, con 17 años gané la txapela del certamen Inter escolar, y escribía bertsos y aquello me gustaba. Pero luego me fui a Bilbao por los estudios y estuve entrenando en la escuela de bertsos de Santutxu, porque al fin y al cabo, esa es la palabra, que estábamos entrenando. Pero, cosas de la vida, estaba en ello cuando en un determinado momento decidí que se habían acabado las plazas de los pueblos y que tenía más ganas de mirar hacia dentro, de mirar más a mi interior que a la imagen externa y las actuaciones improvisadas en público. A mi cala interior, a mi puerto interior. Y para eso la poesía era una mejor compañera. Pasó el tiempo, claro, y cuando ya tienes cogida una base con los bertsos, cuando juegas con la rima, cuando juegas con una métrica, lo que yo pretendía era, como se suele decir, «matar el padre» y romper totalmente con eso y saltar al verso libre, y así llegó Ezkatak (2006) tras diversas lecturas y un proceso interno mío propio.

 

IRATI (LK). En un primer libro suele ser habitual que la poeta busque su voz, pero cuando publicó Ezkatak a los 28 años de edad, Leire Bilbao ya era dueña de su propia voz poética. Más que nacer apareció una poeta en la literatura vasca. A los 5 años llegó Scanner, otro desnudo, más clínico, y 9 años después su último poemario, al menos por el momento, una memorable exploración poética de la maternidad, que lo tituló con una expresión de su localidad natal: Etxeko urak (Aguas madre).

 

LEIRE Sí, Etxeko urak es una expresión muy ondarrutarra, que indica que lo que a uno le fluye es porque ha bebido del agua de una familia, que hay una fuente común, ya sabes, que es un chorretón que nos ha mojado a todos.

 

IRATI (LK). Es muy bonito

 

Hay unas maneras de casa, unas costumbres de casa y sin darnos cuenta todos tenemos un algo de nuestro padre, de nuestra madre, o de nuestra tía. Algo que nos ha mojado hasta adentro y que llevamos en nuestras venas. Y ahí, yo, sin quererlo, llevo el salitre de Ondarroa. Y entonces eso sale por sí solo. 

 

IRATI (LK). Las trabajadoras de las conserveras, esas que le quitan la cabeza al pescado como si fuera suya, esas eran las mujeres que aparecían en el primer poema de Ezkatak. Eligió a las mujeres que tenía a su alrededor, mujeres revestidas de poder para dar ese inicio simbólico poderoso a una poderosa poesía.

 

LEIRE. En aquel momento, con Ezkatak sí que fue una elección consciente que el primer poema del primer libro tratase de las mujeres que trabajan en la conservera. Para mí sí que era algo importante hablar de las mujeres y de las conserveras, que están ahí, calladas y oprimidas, no sé si esa es la palabra correcta, ¿verdad? Pero hablar de esas mujeres que están ahí sometidas, entonces sí que fue una elección propia hablar del mar, del pretexto para ser mar, y poder así hablar de mí y de mi entorno. Pero no un yo personal; que esa voz, ese yo poético sea el amplificador o el altavoz de otros yos, siempre decimos lo de “el poeta e un fingidor”, ¿verdad? Y entonces hay ahí un disfraz lo más verosímil posible o que así lo aparenta ser, y mi poesía ha viajado con eso, aunque, evidentemente, también tiene mucho de mí.

 

 

IRATI (LK). Desde que comenzó a escribir hace 15 años, nuestra invitada ha logrado dos Premios Euskadi con los trabajos titulados Xomorropoemak y Barruko hotsak, y otros premios más que llevan nombres de grandes poetas: Lizardi, Lauaxeta, Etxepare y el Rosalía de Castro del Club PEN de Galicia. Publicó los poemas traducidos de la autora lituana Nijole Miliauskaite en la colección de cuadernos de poesías del mundo, y sus propios poemas se han traducido a varias lenguas, los últimos este año con Etxeko urak, traducido al castellano con el título Aguas madres. También ha hecho teatro, con el grupo Marmar de Durango. Rafa Rueda, Maddie Oihenart y Jabier Muguruza, entre otros, han cantado sus poemas, y ha realizado dos discos libro, Musua y Bizi-poz, junto con Pirritx, Porrotx y Marimotots. Leire Bilbao no ha parado quieta. Pero se ha tomado su tiempo para hacer poesía. 15 años, tres libros de poemas.

 

LEIRE BILBAO. Además, ha transcurrido bastante tiempo de un libro a otro, en mi caso al menos va un tiempo desde que publico un libro de poemas hasta que publico otro, y yo sí que tengo esa resaca. No soy capaz de terminar un libro de poemas y ponerme ya con otro. Necesito tomarme un tiempo. Me lo tiene que pedir mi fuero interno. En teoría sí que me gustaría que esa dinámica estuviera regulada, programada y decir que voy a escribir un libro de poemas en dos años, pero no es así.

 

 

IRATI (LK). Escribir poesía es un ejercicio literario singular. La poeta se debe sumergir en sus profundos pozos internos para extraer la verdadera agua de la poesía. Sentir en el cuerpo que ahí hay algo. Debe ser la propia poesía quien le diga cuándo llega el momento de adentrarse en ese mar desconocido y empezar a buscar en las penumbras.

 

LEIRE. Y no sabes qué corriente de agua te va a llevar. En poesía una no puede, o yo al menos no lo siento así, ponerse en cualquier momento a ello y escribir un poema, no lo percibo así. Es un vasto mar, tiene muchas corrientes, te lleva. A veces te llama. Creo que es un tempo, el cuerpo de cada cual nota realmente cuándo quiere saltar desnudo a ese mar. Porque se trata de un ejercicio inmersivo. Puede tratarse de un ejercicio que consista en desnudarse o en disfrazarse, pero, al fin y al cabo, se trata de entrar bajo una piel y jugar. Y para eso tienes que nadar sobre manera, y aprender a respirar debajo del agua.

 

IRATI (LK). Luego, evidentemente, hay que ponerle palabras a lo que va por esa corriente interna. Hay que poner nombre a los misterios interiores. Cada poeta tiene su voz, su estilo. El de Leire Bilbao es económico. Intenta decir lo que quiere decir mediante imágenes y concentra mucho poder en pocas palabras.

 

LEIRE. El orden de las palabras es importante. Decir lo máximo con lo mínimo. Espacio. A mí, por ejemplo, los poemas demasiado largos, esos poemas de cinco hojas, me cansan. Me gustan más los breves. Todos tenemos nuestras filias y fobias. Y, sí, le doy mucha importancia al orden y al oído. A la musicalidad del poema y que luego me atrapen con las imágenes. Los poetas dan la oportunidad de mostrar otro mundo, te dan la oportunidad de tocar territorios que una no ha podido tocar por sí misma, ¿verdad?, creando nuevos caminos y nuevos mundos, que me fascinan, y eso es lo que me gustaría mantener. Esa ilusión y esas ganas de descubrir.

 

IRATI (LK). Por el momento no le falta ni ilusión ni ganas por escribir. Pero escribir no es únicamente escribir. Es también ser escritora, estar ante la gente, ocupar un lugar en la plaza. Eso no suele resultar fácil, pero la experiencia también ayuda en ello. 

 

LEIRE. Creo que el creador en general es una persona que mira para adentro, estamos más a gusto dentro con un libro y es todo un ejercicio para nosotros tener que salir al exterior. Y entonces aprendes a colocarte fuera y ponerte ese disfraz y a decir “bueno, venga, antes no pero ahora me pintaré los labios de rojo para salir a la plaza, para disfrazarme, y haré lo que tenga que hacer, un acto artístico”. Creo que una cosa es la escritora y otra el personaje. Y algunos lo hacen de manera formidable y admiro a los artistas que saben gestionar a ese personaje público, hay algunos que son todo uno de manera natural y fenomenal, pero otros tienen que gestionar cómo representar ese personaje en las redes sociales, lo cual me parece muy difícil, y yo realmente no sé cómo hay que gestionar eso, en la plaza, en las entrevistas y en general. Y creo que eso lo enseñan los años, esa lucha siempre está ahí y, sobre todo, si empiezas muy joven cantando bertsos, y cuando todavía tu identidad y tus ideas, no siempre políticas, pero también las políticas y sociales y todo los demás, están sin definir, salir a la plaza resulta muy difícil en todos los aspectos. Para eso hacen falta muchos años y muchas lecturas, a mí personalmente esa exposición constante no me gusta mucho. No es fácil encontrar ese equilibrio, el de la exposición pública, ¿verdad? Hay que estar, hay que decir, y quienes hacemos cultura o creemos en la cultura debemos vindicarlo y reivindicarlo, y debemos estar ahí cada cual con su voz, eso es lo mejor, que haya una voz plural. En mi caso, alguna vez he ido diciendo que “defiendo la poesía”, tal y como me leí a mí misma en una entrevista. Porque siendo un género tan minoritario… ¿para qué sirve la poesía? Pues la poesía vale para eso, porque como no vale para nada vale para todo. También en economía. Hagamos poesía en economía. ¿Por qué no? Cada cual tiene su área de defensa. Y he decidido o me gustaría al menos decir que debemos pelear por ello en esas cosas en las que creo.

 

IRATI (LK). Cree de corazón en la poesía, pero no cree únicamente en la poesía. En el campo de la literatura infantil, por ejemplo, Leire Bilbao cree, está convencida, que no se debe infantilizar a los lectores. A los niños y niñas y a los jóvenes se les puede hablar de cualquier cosa, lenguas minoritarias, guerra. La cuestión es encontrar el modo de hacerlo. Y en eso el escritor tampoco debe limitarse a sí mismo.

 

LEIRE. Siempre me esfuerzo en cuanto escritora, y disponemos de ilustradores de categoría con alguno de los cuales he tenido la suerte de trabajar, para ir un poco más allá y que cada cual se ponga a prueba a sí mismo, y aún recuerdo cuando le dije a Maite que tenía que hacer un poema sobre los sonidos y los ruidos. Todos los sonidos que se dan desde que nos despertamos hasta que nos dormimos. Y contar cómo un día, siendo tú ese niño, no sabemos si chico o chica, qué ruido hace tu mirada cuando te levantas en primera persona, qué ruido hacen tus ojos que se abren, tus músculos, tus ideas, qué ruido se produce cuando te lavas los dientes, al vestirte, al desvestirse, al ir al baño, al comer, el sonido de los abrazos, el sonido de los besos, el sonido de la decepción, el sonido del bocadillo, del chocolate, de las galletas, del café de tu madre… A lo largo del día tenemos tantísimos sonidos en los que no nos fijamos, y eso también es poesía, ¿verdad? Y eso es lo que a mí me aporta sobre todo la literatura infantil y juvenil. Se me abren mil oportunidades, para jugar, para soñar, y para ponerme a prueba a mí misma como funambulista, para ver si seré capaz sobre ese alambre, aunque no sea al cien por cien, pero sí en cierta medida, de plasmar, de reflejar, lo que tengo en la cabeza en un libro o en unos poemas. Y me lo paso muy bien.

 

IRATI (LK). Literatura infantil y poesía. No están tan lejos un ejercicio del otro. Para componer literatura infantil el escritor debe emplear onomatopeyas, símbolos, juegos de palabras y asociaciones entre imágenes, el instrumental propio de la poesía. Y para hacer poesía el escritor debe contemplar el mundo con asombro, preguntando a cada cosa qué es, como si la viera por primera vez, como hacen los niños.

 

LEIRE. Y he tocado un poco la literatura infantil, pero la poesía también tiene eso, ¿verdad? Estoy hablando de cualquier edad, ese extrañamiento, esa ilusión, por ver las cosas con nuevos ojos, ¿verdad? Y creo que la poesía me gusta por eso. Para olvidarlo todo y volver a crear. Para ir al grano. Y para ver el mundo con esa ilusión, con esos nuevos ojos. O una idea o una situación. Hacer ese ejercicio. Venga, quitemos la suciedad con la escoba y veamos que todo es posible, que hay otra manera de hacer las cuentas. Como decía Rosario Castellanos, “hay otro modo”.

Beste modu bat

IRATI (LK). La poesía tiene un público más limitado que otros géneros, pero los lectores que como nosotros y como nuestra invitada creen que hay otro modo suelen ser personas apasionadas. Leire Bilbao habla siempre con oficio y con pasión de los poetas que lee, descubre y quiere. Y aun así, la palabra poeta es tan imponente que aún le cuesta un poco llamarse así a sí misma. 

 

LEIRE. Sí, sí, sí. Todavía me cuesta mucho decirlo, ¿verdad? Bueno, de hecho, decir “escribo poesía” me cuesta mucho, porque a veces te miran raro en tu alrededor. Resulta más fácil decir “escribo” y normalmente suelo ir con eso. “Escribo en los ratos libres”. No digo “soy escritora”. Y, sí, es una palabra que me infunde respeto.

 

IRATI (LK). No le resulta especialmente fácil decir que es poeta. Resultaría más difícil, en cambio, renunciar a la poesía. Crear canciones, cuentos y obras teatrales es felicidad para ella, y ser una poeta, un privilegio.

 

LEIRE. La cultura es ese sitio en el que me siento libre. El día tiene muchas rutinas. Tenemos que ir a trabajar, tenemos que ir a la oficina, tenemos que criar a los niños, tenemos que hacer las compras, tenemos que poner la lavadora no sé cuántas veces al día y hay que pagar las facturas, eso es vivir. Y afortunados nosotros, los que hemos encontrado un ámbito que nos encanta, por ejemplo, la literatura, en el que podemos soñar y podemos crear en aquello en lo que creemos, y también jugar y pensar en ello, pensando que podemos lograr un mundo mejor. Así que la literatura no es para mí, o eso espero al menos, una carrera profesional corta como la de un deportista, que se tienen que jubilar con 30 años, por lo que sea.

 

IRATI (LK). Porque el cuerpo no da para más, ¿verdad?

 

LEIRE. Admiro mucho, muchísimo, a los creadores que creen en ello y que aun con cierta edad todavía se emplean en ello. Xabier Amuriza que, a sus 83 años todavía dice y hace cosas maravillosas, Andu Lertxundi, que nos ofrece un modelo extraordinario con sus artículos, sus libros, sus entrevistas… y, bueno, una larga lista. Entonces me gustaría pensar que este sitio para soñar será el que perdure conmigo misma y durante largo tiempo. Estando en primer plano, o en segundo, tercer o cuarto plano. Lo de menos es el escaparate, la cosa es creer y disfrutar, y que eso nos haga sentirnos vivos. Ya lo hemos dicho antes: entusiasmo, ver con nuevos ojos, y todavía tener ganas no para decir cosas nuevas, porque todo ya está dicho, sino para que las diga yo misma.

 

IRATI (LK). La literatura no tiene agua, ceremonia o misterio más profundo que la poesía. Nos muestra los paisajes íntimos que los seres humanos nos escondemos mutuamente; ayuda a contemplar el mundo que tenemos ante nuestros ojos y a revelar lo que no vemos; es en la poesía, en el centro de innovación de la lengua, donde tienen su inicio los florecimientos de la literatura. Nos lo ha dicho la magnífica poeta que hemos entrevistado: ella pasa la escoba a las palabras. Para que las veamos, escuchemos, entendamos y tratamos mejor, y para que, de paso, tratemos mejor a quienes nos rodean. Que al hablar existe también otro modo de hacerlo, eso es lo que nos muestra la poesía. Las palabras salen renovadas de su ceremonia, y sale renovado el mundo y renovados los lectores. Como hemos salido nosotros de la biblioteca de Durango cuando ha llegado la hora de acabar la entrevista, renovadas y hablando todavía de poesía. Nos sentimos revigorizadas, con más ganas de empezar a hablar que de terminar tras haber charlado con ella durante una hora larga. Al fin y al cabo, ese es uno de los mayores poderes de la poesía. Que cada vez que bebemos de ella renueva toda sed que podamos tener.


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