
El nuevo rol de la dirección financiera en la empresa
27-02-2014
El nuevo rol de la dirección financiera en la empresa
Las funciones de la dirección financiera dentro de la empresa han cambiado mucho en los últimos años. Los encargados de esta gestión han pasado de dedicar gran parte de su tiempo a supervisar el registro de transacciones y operaciones de banca, a realizar labores de mucho más alto valor añadido, hasta convertirse en un auténtico aliado para la consolidación y el desarrollo del negocio.
Tradicionalmente, la dirección financiera era en gran medida una dirección de administración, que se veía desbordada por toda esa gran cantidad de procesos administrativos y contables, pudiendo dedicar relativamente poco esfuerzo y tiempo a actividades de más alto valor añadido.
José M. Campa, profesor de Finanzas y Economía en el IESE, afirma que los encargados de la dirección financiera deben recuperar la función que nunca debieron descuidar: apoyar la actividad de la empresa a través de financiación y del asesoramiento financiero. Tienen que participar activamente en la definición de la estrategia financiera y liderar los diferentes ejercicios de planificación que debe realizar la empresa.
Campa, ex secretario de Estado de Economía del Gobierno español (2009-2011), sostiene que un director o una directora financiera debe adoptar actitudes y principios de claridad, visión y prudencia, y comunicar y trasladar esos principios a su entorno inmediato.
Visión global de la empresa
Los responsables de la dirección financiera son (o deben ser) expertos económico-financieros con una visión generalista de la empresa, capaces de entender las principales dinámicas del negocio desde las diferentes perspectivas: comercial/marketing, producción, logística, recursos humanos, etc. Esto les permite suministrar información y análisis relevantes a la alta dirección y a las diferentes áreas para interpretar adecuadamente la evolución del negocio y apoyar la correcta toma de decisiones operativas.
La dirección financiera también debe participar activamente en la definición de la estrategia de la empresa, identificando y evaluando riesgos y oportunidades, y obteniendo información relevante que afecta a los factores críticos de negocio.
Además, debe dedicar gran parte de sus esfuerzos a gestionar las inversiones y la estructura de financiación de la empresa. Por un lado debe defender los intereses de los accionistas. También debe garantizar en todo momento el acceso de la empresa a financiación a un precio razonable. El director financiero debe revisar y aprobar todas las inversiones acometidas en la medida que es el guardián último de la rentabilidad del capital invertido en la empresa. En este sentido es especialmente importante su contribución en los posibles procesos de fusión o adquisición.
Por último, la dirección financiera debe estar orientada al futuro, siendo el coordinador y responsable último de los ejercicios de planificación y elaboración de presupuestos. También es responsable de establecer un marco de previsión financiera que permita fijar y posteriormente seguir los indicadores financieros y de negocio más apropiados para implantar la estrategia empresarial.
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