¿Por qué sólo el 4,35% de las empresas españolas exportan?

¿Por qué sólo el 4,35% de las empresas españolas exportan?

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¿Por qué sólo el 4,35% de las empresas españolas exportan?

laboral kutxa exportacionesAunque el número de empresas españolas internacionalizadas ha crecido un 10% en 2013, según datos del ICEX en España solo exportan el 4,35% de las cerca de 3,15 millones de empresas que existen. Y el porcentaje de exportadoras ‘regulares’, aquellas que han exportado productos durante al menos cuatro ejercicios consecutivos, se reduce a un testimonial 1,21%.

Un dato preocupante teniendo en cuenta que el mercado exterior es, en palabras del ministro de economía Luis de Guindos, “el principal elemento de dinamismo de la economía española”.

Esta paradoja se explica no solo por el tamaño de las empresas (el 95,5% de las empresas son micropymes, 4,4% pequeña y mediana empresa y solo un 0,1% gran empresa), sino también por la falta de vocación de internacionalizarse.

A pesar de las dificultades y problemas que puede acarrear, nadie duda ya de la necesidad de internacionalizarse. Por ello, toda ayuda es bienvenida, como el recientemente aprobado Plan Estratégico de Internacionalización de la economía española 2014-2015, que incluye 41 medidas para impulsar el sector exterior y que crea la nueva ‘Ventana Global’ de ICEX, un acceso directo a todos los apoyos públicos que fomentan la internacionalización.

Guía de Internacionalización

Dentro de este impulso se enmarca la guía "Internacionalización empresarial. Argumentos y estrategias para el directivo", publicado por la Fundación CEDE y realizado conjuntamente por Deloitte y el Centro de Globalización y Estrategia del IESE.

Un documento que ofrece, además de los argumentos y casos prácticos de empresas internacionalizadas con éxito, muchas de ellas apostando por la multilocalización, el siguiente decálogo de recomendaciones para embarcarse en el proceso:

  • Todos a una. Todo el equipo directivo ha de estar convencido de que internacionalizarse es no solo oportunidad, sino necesidad.
  • Establecer nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades.
  • Contabilizar los recursos económicos y el talento directivo del que disponemos y podemos dedicar a esta actividad.
  • Analizar qué beneficios buscamos y si encajan en nuestra estrategia. Ser realistas con el análisis pero ambiciosos con los objetivos.
  • Responderse a cuatro preguntas clave: ¿Qué actividades de la cadena de valor vamos a internacionalizar y por qué?, ¿En qué mercados entrar?, ¿Con qué estrategia de entrada?, ¿Con qué tipo de organización inicial?
  • Recapitular nuestras capacidades, respondiendo a tres preguntas: ¿Qué quiero lograr con la internacionalización? ¿Qué capacidades son necesarias?, ¿Qué recursos y talento tengo disponibles?
  • Plan de acción. Aunque la internacionalización sea un proceso adaptativo, es bueno contar con un plan que identifique: nuestro punto de partida, posición deseable, pasos a dar, y sobre todo, dónde vamos a lograr los recursos y capacidades que no tengamos (ayudas y formación).
  • Adelantarse a los problemas. Identificar los obstáculos y detallar planes para superarlos.
  • Evaluación del proceso. Establecer una guía con hitos identificables, de modo que podamos ir evaluando el grado de avance, la consecución de resultados o podamos corregir el camino.
  • Empezar a andar. Mejor hoy que mañana. Y pedir ayuda cuando la necesitemos.


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