¿Cómo funciona el reconocimiento facial?
22-05-2018
¿Cómo funciona el reconocimiento facial?
Películas como Blade Runner, Minority Report o Inteligencia Artificial ya adelantaban que, en el futuro, nuestro rostro podía servir como documento de identidad y valernos para pagar y abrir puertas o para que nos abordaran con publicidad a nuestro paso por un comercio.
Reconocimiento facial, una tecnología de hace más de medio siglo
El reconocimiento facial es un sistema que permite la identificación de una persona mediante el análisis de las características biométricas de su rostro, cosas como la distancia entre los ojos o el tamaño de la cabeza, por ejemplo. Aunque los primeros pasos se dieron allá por los años 60 del siglo pasado, ha sido durante esta última década cuando se ha comenzado a tomar en serio su desarrollo. Hasta ahora el desarrollo tecnológico hacía que con una simple fotocopia fuese posible saltarse estas medidas de seguridad. Pero, las cosas han cambiado.¿La intención? Que esta tecnología forme parte de nuestro día a día en todos los ámbitos imaginables.
Para que un software de reconocimiento facial funcione tiene que pasar varias fases:
- Detección: se captura el rostro de la persona que se va identificar en el dispositivo elegido.
- Extracción de características faciales: el programa obtiene la información biométrica de los rasgos faciales, que conforman el denominado patrón biométrico facial.
- Comparación: se coteja la información biométrica lograda con las existentes en una determinada base de datos. Como resultado se obtiene el porcentaje de similitud de la persona a identificar con los almacenados en dicha base.
- Toma de decisión: se identificará el rostro como el que mayor porcentaje de similitud ha obtenido de los consultados, a partir de un umbral de coincidencia muy elevado.
¿Para qué se usa el reconocimiento facial? El caso chino
El facial no es el único tipo de reconocimiento basado en características biométricas que está experimentando un gran impulso. También existen sistemas que leen las huellas dactilares o el iris, pero el reconocimiento facial está en auge y hay países que apuestan fuerte por él. La gran diferencia del reconocimiento facial de otras medidas biométricas radica en que se puede medir a distancia, con todo lo bueno y lo malo que eso tiene. No hace falta que acerquemos al lector nuestro ojo o nuestro dedo: cualquier cámara situada en la calle podría identificar y situar a un sujeto.Todas las tecnologías tienen luces y sombras: la misma radiación nuclear que utilizada en radioterapia de forma dosificada y controlada puede curar un cáncer, es la que causa estragos en una bomba atómica. Lo mismo ocurre con el reconocimiento facial, que es muy útil para identificarnos a la hora de acceder a nuestro ordenador o nuestro móvil, pero puede implicar peligros en las manos equivocadas.
Quizá el caso más significativo sea el de China, el país-continente en el que podemos encontrar estos ejemplos de uso que han hecho saltar las alarmas en las asociaciones que defienden los Derechos Humanos. La extensión de esta tecnología pone en manos de una dictadura autoritaria un poder inmenso:
- Los agentes de policía chinos han incorporado recientemente unas gafas capaces de grabar el rostro de quienes les rodean. Esas imágenes son enviadas a un gran centro de datos donde figuran las caras de personas sospechosas, a las que se busca por haber cometido algún delito. El reconocimiento facial es inmediato y transmite casi instantáneamente a los y las agentes todos los datos de la persona en cuestión.
- En ciudades colosales como Shanghai, el sistema de reconocimiento facial ayuda en la localización de personas y existe un sistema para identificar a quienes cruzan la carretera por un lugar no permitido. La cara del infractor o infractora aparece automáticamente identificada en una pantalla gigante. Si alguien quiere evitar salir en esa ‘pantalla de la vergüenza’, tendrá que pagar una multa.
- Las mayores entidades bancarias del país están incorporando la tecnología de reconocimiento facial en sus cajeros automáticos para permitir operar en sus cuentas.
- De igual manera, las compañías aéreas chinas están usando el reconocimiento facial como sustituto de las tarjetas de embarque.
- En algunos restaurantes el cliente que va a abonar su consumición tiene que sonreír a la cámara para abonar la cuenta. ¿No recuerda a ese terrorífico capítulo de la serie británica Black Mirror (‘Nosedive’/’Caída en Picado’, 3x01) en el que todas las interacciones humanas se cuantificaban como en un inmenso Tripadvisor?
- Una última aplicación, cuando menos curiosa: en el Templo del Cielo, en Beijing, los distribuidores de papel higiénico de los baños públicos tienen un sistema de reconocimiento facial para evitar robos o abusos en el uso del papel. Si alguien intenta usarlos reiteradamente, el sistema le reconoce y con un ‘por favor, vuelva más tarde’, deja de dispensarle papel.
Operaciones telefónicas, de compra o bancarias por la cara
Mientras todo eso ocurre en China, Occidente intenta despegar en el uso de esta tecnología, y lo está haciendo a pasos agigantados. Los dispositivos móviles, Apple ya han incorporado sistemas de reconocimiento facial para desbloquear los móviles.El reconocimiento facial en el iPhone X, denominado Face ID es, según Apple, más seguro que el uso de la huella dactilar, que ya ofrecía suficientes garantías de seguridad. De ahí que la clientela de LABORAL Kutxa ya pueda usarlo con sus dispositivos Apple de última generación.
Así, al igual que está sucediendo en China, es posible que en un futuro no demasiado lejano las tarjetas de crédito dejen de existir y podamos operar en los cajeros automáticos de nuestras entidades bancarias “por la cara”… o sea, gracias al reconocimiento facial.
El sistema es tan seguro que no sirve por ejemplo que pongan nuestro móvil delante de la cara mientras estamos dormidos: el sistema sabe si estamos mirando o no a la cámara. Lo mismo ocurre si ponen una foto delante, pero, eso sí, no podrá distinguir entre dos gemelos homocigóticos.
Android aún carece de un sistema unificado. Cada fabricante interesado se ha visto obligado a añadir una capa propia por su cuenta. Eso sí, se prevé que la próxima versión de Android lo incorpore de origen, y con ello se extienda esta tecnología en el sistema operativo de móviles más extendido del mundo. Ahí estará también LABORAL Kutxa.
¿Adiós a los documentos?
Dicho esto, el campo que tiene por delante el uso de esta tecnología es amplísimo y, puede acabar con muchos documentos hoy imprescindibles: es posible que nuestra cara se convierta en nuestro DNI, que pueda sustituir al pasaporte; que sea nuestra tarjeta sanitaria y nuestra tarjeta de crédito o nuestro carnet de conducir. Se sabrá “por la cara” si nuestro vehículo está asegurado, podremos operar con cajeros y banca online solo con nuestro rostro, podremos sacar entradas para el cine, teatro o cualquier otro espectáculo e incluso hacer la compra y que nos la envíen a casa. Por poner solo unos ejemplos.¿Y la publicidad?
Uno de los sectores que espera beneficiarse en mayor medida del uso de los sistemas de reconocimiento facial es el publicitario. Y más allá, el empresarial y el de servicios, claro. Se trata de adaptar la publicidad a cada usuario o usuaria. ¿Cómo? Mediante un sistema de pantallas capaz, por ejemplo, de reconocer a quien ya haya comprado alguna vez un determinado producto o en un determinado lugar; o capaz de detectar las necesidades y preferencias de cualquier cliente al entrar a un comercio, para así poder ofrecerle lo que más le pueden interesar. Ejem… o probablemente lo que más le interese venderle al anunciante.El futuro ya está aquí. Por nuestra parte haremos todo lo que esté en nuestra mano para que esta tecnología se use solo para facilitarte la vida sin que renuncies a tu privacidad.
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