Cómo identificar y combatir los síntomas de la astenia primaveral
25-02-2020
Cómo identificar y combatir los síntomas de la astenia primaveral
Si durante los últimos días has notado que te invade el cansancio, te falta la energía, tienes dolores de cabeza y hasta te cuesta dormir es muy probable que sufras astenia primaveral. Sus síntomas son parecidos a los de otras dolencias como la anemia, el estrés y el hipotiroidismo, pero la astenia no es grave, ni siquiera llega a la categoría de trastorno: es una reacción natural del organismo ante el cambio de las condiciones ambientales y de temperatura que se produce entre el final del invierno y el principio de la primavera, cuya consecuencia más notable es la sensación de agotamiento. Y aunque todavía faltan varias semanas para que llegue la estación de las flores, el calentamiento global ha contribuido a suavizar las temperaturas invernales y a adelantar la llegada virtual de la primavera, y la de las consecuencias asociadas a ella.
Esos cambios de temperatura y el aumento de las horas de luz diurna provocan una alteración en los niveles de algunos neurotransmisores y hormonas como la serotonina y las endorfinas, y liberan melatonina, la hormona que incide en nuestro sueño. Todo ello se traduce en una sensación de apatía y cansancio físico e intelectual que se suele prolongar durante dos semanas, hasta que el organismo regula de nuevo nuestros niveles hormonales.
¿Cuáles son los síntomas de la astenia primaveral?
Los síntomas de la astenia primaveral son muy variados y dependen de cada persona, pero los más habituales son:- Pérdida de apetito.
- Cefaleas.
- Disminución de la libido.
- Tristeza, irritabilidad y otras alteraciones del estado de ánimo.
¿Qué puedo hacer para combatir los síntomas?
Lo primero que tenemos que hacer es ser conscientes de lo que en realidad estamos sufriendo, de que solo somos “víctimas” del cambio de estación, y después cuidar nuestra alimentación y nuestros hábitos de vida. La receta es sencilla:- Llevar una dieta variada y equilibrada, y evitar las comidas copiosas y las grasas.
- Mantener el cuerpo hidratado en todo momento y beber un mínimo de seis vasos de agua y otras bebidas “limpias” como zumos e infusiones.
- No abandonar el ejercicio físico aunque cueste más de lo habitual porque el deporte nos hace liberar endorfinas que estimulan la sensación de placer y de relajación.
- Intentar dormir las ocho horas de rigor, incluso alguna más para compensar la pérdida de energía.
¿Cuál es tu reacción?