¿Cuántos tipos de cooperativas hay?

¿Cuántos tipos de cooperativas hay?

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¿Cuántos tipos de cooperativas hay?

De primer o de segundo grado. De consumidores, agrarias o de crédito, como la nuestra. Al igual que otro tipo de empresas, las cooperativas pueden ser de muchos tipos. ¿Cuántos tipos de cooperativa hay exactamente? ¿En qué se diferencian? Si quieres saber más sobre esta forma de trabajo de cuyos beneficios estamos particularmente convencidos no tienes más que seguir leyendo. Una clasificación general 

Para empezar, las cooperativas pueden ser de primer o de segundo grado. Las de primer grado son las formadas por personas físicas o jurídicas. Las de segundo grado son las formadas por la unión de varias cooperativas. Dentro de las de primer grado, según el artículo 6 de la Ley 27/1999, de 16 de julio, de Cooperativas podemos distinguir los siguientes tipos, que no son incompatibles ni excluyentes entre sí, y que pueden ser ampliados o regulados por la normativa específica de cada comunidad autónoma:  Cooperativas de trabajo asociado, de consumidores y usuarios, de viviendas, agrarias, de explotación comunitaria de la tierra, de servicios, del mar, de transportistas, de seguros, de crédito, sanitarias y de enseñanza. ¿Las vemos una a una?

Cooperativas de trabajo asociado: Formadas por varios profesionales que se agrupan para ofrecer a terceros una serie de bienes y servicios, a través de la unión de su trabajo. En general, cuando hablamos de que una empresa es una cooperativa, suele ser de este tipo. LABORAL Kutxa, por ejemplo, es una cooperativa de trabajo asociado.

Cooperativas de consumidores y usuarios: El objetivo de este tipo de cooperativa es cubrir una necesidad como la adquisición de ciertos servicios o productos de forma conjunta o al por mayor para conseguir mejores condiciones. La Corporación MONDRAGON cuenta con una de las mayores cooperativas de consumo del mundo (y la décima en el ranking mundial del sector de la distribución), EROSKI.

Cooperativas de viviendas: Estamos ante una cooperativa de vivienda cuando varias personas se unen como socios-promotores para lograr una vivienda (o local u otro tipo de bien inmueble) a un precio más asequible que en el mercado. Esta clase de cooperativa tiene entre sus funciones comprar, crear parcelas, urbanizar terrenos y realizar las obras y servicios necesarios para la consecución de la vivienda o el local. La chilena CONAVICOOP, por ejemplo, ha construído 40.000 viviendas desde 1975.

Cooperativas agrarias: En principio, una cooperativa agraria es una unión de trabajadores del campo que trabajan unidos para producir, transformar o vender sus productos. Algunas cooperativas agrarias, además, se encargan de proveer a sus socios de los suministros necesarios para la actividad agrícola, como maquinaria, semillas, fuel, etc. Por ejemplo, la primera cooperativa en el ranking mundial del sector agrario, la japonesa Zen Noh.

Cooperativas de explotación comunitaria de la tierra: A diferencia de las cooperativas agrarias, en este tipo de cooperativa lo que los socios ponen en común son sus tierras u otros bienes susceptibles de explotación agraria. Así, una persona con una pequeña parcela que no podría explotar la tierra por sus propios medios puede ceder a otros el derecho a usarla (a cambio de una parte del producto, por ejemplo). También pueden ser socios personas que sin ceder los derechos, aporten su trabajo a la cooperativa. Se trata de cooperativas menos comunes que las agrarias, pero podemos mencionar, por ejemplo, esta bodega de la Denominación de Origen Toro.

Cooperativas de servicios: Según Ley 4/1993, de 24 de junio, de Cooperativas de Euskadi este tipo de cooperativas pueden ser de servicios profesionales (las de artistas, por ejemplo), empresariales o institucionales (formadas por corporaciones, fundaciones, sindicatos…). Un ejemplo: Smartib, una cooperativa de artistas que intenta ayudar a las personas con trabajos creativos y esporádicos a tener una estructura laboral y de ingresos fija.

Cooperativas del mar: Al igual que las agrarias, su objetivo es prestar servicios o aportar suministros para la realización de las actividades marítimas, buscando la mejora técnica y económica de las explotaciones de los socios. En estas cooperativas se unen, entre otros, pescadores, armadores de barcos, marisqueros y cofradías. Además también se incluyen aquí los trabajos relaciones con diferentes modalidades asociadas al mar, las rías, las lagunas marinas, los ríos y lagos. En España, están reunidas en UNACOMAR, Unión Nacional de Cooperativas de Mar.

Cooperativas de transportistas: Se trata de la unión de varios titulares de empresas del transporte o profesionales con los permisos correspondientes para ejercer esta actividad y cuyo fin sea organizar y/o prestar servicios de transporte. En la ley de cooperativas de Euskadi las cooperativas de transportistas quedan agrupadas bajo las cooperativas de servicios, pero no así en otras comunidades. Para comprobar la popularidad de estas cooperativas basta con echar un vistazo a las que están registradas en Erkide, Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza y Crédito de Euskadi.

Cooperativas de seguros: La ya mencionada Ley de Cooperativas de Euskadi las define como «las que tienen por objeto el ejercicio de la actividad aseguradora en cualquiera de sus ramos, pudiendo organizarse y funcionar como entidades a prima fija, a prima variable o de trabajo asociado». Se rigen por la normativa ordenadora del seguro privado que exista en cada Comunidad Autónoma. En Europa, la organización AMICE cuenta con más de 100 cooperativas de seguro asociadas. ¿Un ejemplo? La Mutua Madrileña Automovilista (SSPF).

Cooperativas de crédito: Qué te vamos a contar, ¡estas son las que más nos suenan! Son las cooperativas que, como LABORAL Kutxa, sirven a las necesidades financieras (activas y pasivas) de sus socios y que actuan, además, como cualquier otro tipo de entidad de crédito. Surgieron en Alemania en el S. XIX para ofrecer financiación y servicios a iniciativas que no encontraban el apoyo de la banca tradicional. Su gran objetivo era promover la actividad empresarial, en el campo o en la ciudad y servían para canalizar el ahorro popular y apoyar económicamente el desarrollo industrial y la generación de empleo. La nuestra surgió para apoyar a las cooperativas de lo que, con el tiempo, ha terminado siendo la Corporación MONDRAGON.

Cooperativas sanitarias: Son cooperativas de seguros específicamente creadas para cubrir riesgos relativos a la salud de sus socios o de los asegurados y de los beneficiarios de los mismos. En este caso se aplican las normas de las cooperativas de seguros a prima fija. Las cooperativas sanitarias también pueden agrupar a profesionales de la salud y a personal no sanitario, para atender a terceros asegurados, y en tal caso se aplicarán las normas de las cooperativas de seguros de trabajo asociado. En España, la compañía de asistencia sanitaria Asisa surge de una cooperativa de médicos llamada Lavinia.

Cooperativas de enseñanza: Son todas las que desarrollan actividades docentes, también extraescolares. Además de los docentes, se pueden asociar padres y madres, representantes legales de los menores o los propios estudiantes, bien como socios de trabajo o bien como socios colaboradores. En MONDRAGON contamos, por ejemplo, con Arizmendi, un centro escolar que da formación de 0 a 21 años.


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