Entrevista a la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).

Entrevista a la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).

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Entrevista a la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).

¿Sabes cuáles son los riesgos más habituales a los que se enfrentan las empresas en Europa? ¿o qué directrices existen actualmente en torno al teletrabajo? Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, entrevistamos a Marta Urrutia de Diego, Responsable de promoción corporativa en la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), con sede en Bilbao.

 ¿Cuál es el origen del día Mundial de la Seguridad y Salud en el trabajo y qué se conmemora?

Desde 1996, el 28 de abril el movimiento sindical conmemora en todo el mundo el Día Internacional en Memoria de las Personas Trabajadoras Fallecidas y Heridas. Su propósito es honrar la memoria de las víctimas de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales organizando en esta fecha movilizaciones y campañas de sensibilización.

En 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) propuso que este mismo día se celebrara también el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que promueve la prevención de los accidentes laborales y las enfermedades relacionadas con el trabajo en todo el mundo.

Cada año, la OIT propone un lema diferente para este día. Este año 2022, después de los dos años anteriores muy marcados por la pandemia, el tema propuesto es “Actuar juntos para construir una cultura de seguridad y salud positiva” y hace hincapié en la importancia del diálogo social en la prevención de los riesgos laborales. Algo que es sumamente importante para nuestra Agencia, que trabaja de manera tripartita: nuestro Consejo de administración está compuesto por representantes de gobiernos, empresas y sindicatos de todos los Estados miembros.

Creemos totalmente en la negociación y en el diálogo a nivel político y en los lugares de trabajo, para fortalecer la gestión de la seguridad y salud laboral.

 

 ¿Cómo surge la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo y cuál es su labor? 

La seguridad y la salud en el trabajo (SST) han sido un elemento central del proyecto Europeo desde el principio, con la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero.

El principal acontecimiento para la SST en el proceso de desarrollo de la UE fue la publicación de la Directiva Marco (89/391/CEE) en 1989. Esta Directiva estableció principios comunes y situó la evaluación de riesgos en el centro de la legislación en materia de seguridad y salud en el trabajo.

A principios de la década de 1990, se producían más de 4 millones de accidentes laborales al año en Europa, 8.000 de los cuales eran mortales. En respuesta a estas sobrecogedoras cifras, la Comisión Europea declaró 1992 Año Europeo de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, sentando las bases para la creación de la EU-OSHA en 1994 y aquí estamos desde entonces.

La misión y la visión de la EU-OSHA estuvieron claras desde el principio:

  • Desarrollar, recoger y ofrecer información fiable y relevante, análisis y herramientas para aumentar los conocimientos, sensibilizar e intercambiar información y buenas prácticas sobre seguridad y salud en el trabajo;
  • Ser reconocidos como líder en la promoción de lugares de trabajo seguros y saludables en Europa de cara a garantizar una economía inteligente, sostenible, productiva e integradora.

En 2019, la Agencia celebró su vigésimo quinto aniversario y la creación y movilización de una exitosa red paneuropea de organizaciones colaboradoras comprometidas con la consecución de unos lugares de trabajo más seguros, saludables y productivos en Europa.

 

¿Existe una normativa o marco legal con pautas a seguir a este respecto? De la mano, ¿existe una evaluación a la que pueden someterse las empresas para conocer su grado de madurez en este ámbito?

Las Directicas europeas sobre seguridad y salud en el trabajo son la base normativa en la Unión Europea y establecen criterios “mínimos” de obligado cumplimiento. Los Estados miembros tienen que trasponer las directivas a su legislación nacional y tienen la libertad de incrementar los niveles de protección establecidos en las directivas.

En España, por ejemplo, la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, es la trasposición de la Directiva Marco 89/391, que, como he mencionado antes, es la norma general básica en la materia, y de la que se derivan otras directivas sobre temas más específicos como exposición a agentes químicos, lugares de trabajo, exposición a agentes biológicos, etc.

La Directiva marco introdujo como elemento fundamental de la prevención la evaluación de riesgos y definió sus principales elementos: la identificación del riesgo; la participación de las personas trabajadoras; la adopción de medidas adecuadas que otorguen carácter prioritario a la eliminación del riesgo en su origen; la documentación y la reevaluación periódica de los riesgos en el lugar de trabajo.

Es responsabilidad de la empresa hacer evaluaciones de riesgos de todos los puestos de trabajo y adaptar las medidas de actuación necesarias aplicando en orden los principios de la jerarquía preventiva (sustitución, medidas técnicas, medidas organizativas y protección individual). Es obligatorio documentar y guardar los resultados de las evaluaciones de riesgos, inicial y periódicas, y reportar sobre el plan de acción establecido.

No existe une comparativa oficial o un ranking de empresas en este ámbito. Cada empresa puede compararse consigo misma a lo largo de un período de tiempo, y dependiendo también de las Inspecciones de trabajo a las que haya podido ser sometida.

Encuestas europeas a empresas sobre la gestión de la seguridad y la salud, como la que llevamos a cabo periódicamente en la Agencia, llamada ESENER, permite “comparar” países, pero no llega al detalle de comparar empresas. Por otra parte, el Barómetro de la seguridad y salud en el trabajo en Europa, que es otra herramienta disponible en nuestra página web, presenta una serie de indicadores comparativos entre países en asuntos como accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo, estrategias de prevención nacionales, perfiles económicos y por sectores de actividad, condiciones de trabajo o la participación de las personas trabajadoras en asuntos de prevención.

 

¿Cuál dirías que es la situación de las empresas en el Estado y en Euskadi en torno a la seguridad y salud laboral? ¿Qué aspectos suelen pasar por alto las empresas en sus protocolos?

Como Agencia que cubre a los 27 Estados miembros de la UE no nos gusta pronunciarnos o valorar una u otra realidad nacional. Creemos que eso corresponde a las autoridades de cada país o comunidad autónoma, en este caso.

La Agencia es responsable de proporcionar información global a nivel de la UE y en este sentido puedo compartir algunas tendencias generales de la gestión de la seguridad y salud laboral por parte de las empresas en Europa.

Los resultados de nuestra última encuesta ESENER, que vieron la luz en mayo de 2020, revelan que los trastornos musculo esqueléticos (TME) y los riesgos psicosociales son los problemas mencionados con más frecuencia por la población encuestada.

Los tres riesgos a los que se alude con más frecuencia son: los movimientos repetitivos de las manos o de los brazos (a los que se refiere el 65 % de la población encuestada de la EU27), permanecer en posición sedente durante un período prolongado (un 61 %), nuevo factor que se estudia por primera vez en la encuesta, y tener que tratar, entre otros, con clientes, pacientes o estudiantes difíciles (un 59 %).

La encuesta también analiza cómo las empresas abordan estos riesgos y pone de relieve algunas tendencias preocupantes. Por ejemplo, a pesar de la elevada proporción de la población encuestada que declara estar expuesta a riesgos musculo esqueléticos, desde 2014 se ha registrado un ligero descenso del número de empresas que han adoptado medidas para prevenirlos. Además, solo el 29 % de las empresas afirman que intervendrían para evitar que su plantilla trabaje demasiadas horas con el fin de controlar los riesgos psicosociales.

Algunas empresas declaran no tener ningún factor de riesgo. Suele ser el caso de las pequeñas empresas: cuanto más pequeña es la empresa, más probable es que declare no tener ningún factor de riesgo, en particular ningún factor de riesgo psicosocial, lo que pone de manifiesto la falta de sensibilización con respecto a este tipo de riesgos. El mayor obstáculo para abordar estos riesgos parece ser la renuencia a hablar abiertamente sobre ellos.

Más de un tercio de las empresas de la UE declaran que la plantilla no cuenta con ninguna forma de representación sindical, y más de un tercio indica la falta de tiempo o de personal como obstáculo para gestionar la prevención de riesgos laborales. Entre 2014 y 2019, el porcentaje de empresas que declararon haber recibido la visita de la Inspección de Trabajo en los tres años precedentes se redujo en casi todos los países.

El nuevo fenómeno de la digitalización y su impacto sobre la seguridad y la salud se incluye por primera vez en esta tercera encuesta ESENER.

La inclusión de este nuevo elemento permite ver, por ejemplo, que solo el 24 % de los lugares de trabajo que utilizan tecnologías digitales declara haber analizado las posibles repercusiones que dichas tecnologías tienen en la seguridad y la salud de sus plantillas. Centrándonos en las posibles repercusiones analizadas, la necesidad de formación continua para mantener al día las capacidades ocupa el primer lugar (mencionada por un 77 % de la población encuestada en la EU27), seguida de la problemática de permanecer sentado/a durante un período prolongado (un 65 %) y de la necesidad de mayor flexibilidad en cuanto al lugar y el horario de trabajo (un 63 %).

Como se puede ver, las empresas en Europa hacen mucho por la seguridad y salud de la población trabajadora y se ha avanzado mucho desde la primera encuesta ESENER en 2009, pero todavía se puede hacer más y la Agencia Europea trabaja especialmente para acompañar a las empresas en este proceso de mejora de la seguridad y la salud de las personas trabajadoras. Y no nos olvidemos que empresas seguras y saludables son empresas productivas y sostenibles.

 

La pandemia ha supuesto un cambio de paradigma en el funcionamiento de las empresas y, por ende, en el día a día de sus personas trabajadoras ¿Qué cambios ha traído la pandemia en términos de salud y seguridad laboral?

 La pandemia ha marcado sin duda un antes y un después en materia de seguridad y salud en el trabajo en toda Europa.

Curiosamente, el Covid-19 sirvió para poner en el punto de mira la importancia no sólo de la salud pública, sino también de la protección de la salud en el ámbito laboral, en relación sobre todo a las llamadas profesiones o servicios esenciales en los inicios de la pandemia.

La falta de protocolos de actuación, de medidas de prevención eficaces o de equipos de protección individual (EPIs) que se vivió al principio de la pandemia hizo que mucha gente y la opinión pública se diera cuenta más que nunca de lo importante que es cuidar de la seguridad y salud de las personas trabajadoras, y de cómo es necesario establecer políticas y estrategias que puedan guiar a las empresas en situaciones inesperadas y de alto riesgo como la pandemia del Covid-19.

Por otra parte, en los sectores y ocupaciones en los que era posible, el teletrabajo llegó en tromba afectando a millones de personas y empresas en toda Europa. Esto trajo consigo nuevos riesgos para la seguridad y la salud, sobre todo, musculo esqueléticos (por largas horas de trabajo sedentario con precarias condiciones ambientales y de equipos) y psicosociales, generando estrés y ansiedad.

Más tarde, según avanzó la pandemia y se empezaron a levantar algunas restricciones, era evidente que hacían falta protocolos de vuelta al lugar de trabajo de manera segura, para que todas las personas estuvieran bien informadas sobre cómo se propaga el virus, los síntomas de la infección y sobre cómo minimizar la exposición.

Hemos aprendido mucho durante la pandemia y hay que rentabilizar lo aprendido.

La Agencia, en este sentido elaboró una gran cantidad de directrices y recursos para ayudar a mantener a las personas trabajadoras seguras durante la pandemia, ya sean expuestas en primera línea, adaptándose al trabajo desde casa o en el regreso a su lugar de trabajo,

En junio de 2021 la Comisión Europea hizo público el marco estratégico 2021-2027 sobre seguridad y salud en el trabajo, que define las prioridades y acciones clave para mejorar la seguridad y salud de la población trabajadora, abordando los rápidos cambios en la economía, la demografía y los patrones de trabajo.

Precisamente una de las prioridades de este Marco es incrementar la preparación para responder a las crisis sanitarias actuales y futuras.

Los Estados miembros están adaptando ahora sus estrategias nacionales de seguridad y salud para alinearse con el nuevo Marco europeo y prepararse también frente a potenciales desafíos para la salud. En Euskadi, Osalan ya presentó el pasado enero su Estrategia Vasca 2021-2026, que incluye acciones para hacer frente a los retos que plantean, por ejemplo, la mayor exposición a factores de riesgo psicosocial por la pandemia, el auge del teletrabajo, la digitalización o la robotización e inteligencia artificial.

 

Como organismo de información e investigación, la EU-OSHA emite investigaciones en profundidad, fichas informativas, etc. ¿Qué es lo último que se está investigando?

Nuestra Agencia tiene un papel protagonista en la aplicación del Marco estratégico europeo en los próximos años, particularmente a través de nuestros estudios prospectivos e investigaciones para anticiparnos a los riesgos para la seguridad y salud laboral, y detectar prioridades, en ámbitos como la digitalización, los empleos verdes, y el estrés y los riesgos psicosociales. 

La Hoja de ruta sobre carcinógenosy la prevención del cáncer de origen laboral es otra de las prioridades que contempla el Marco estratégico y en la que está trabajando la Agencia. También entramos de lleno en la preparación de una Encuesta sobre la exposición de los trabajadores a factores de riesgo de cáncer en Europa, cuyo trabajo de campo empieza ahora.

Desde 2000, nuestras campañas “Trabajos saludables” han demostrado el compromiso de la Agencia con la promoción de una cultura de la prevención en toda Europa, piedra angular de la política en materia de seguridad y salud en el trabajo de la UE.

Concretamente nuestra campaña actual 2020-2022 “Trabajos saludables: relajemos las cargas” dedicada a la prevención de los trastornos musculo esqueléticos (TME) , incluye muchos recursos preventivos relacionados con el teletrabajo, y a finales de año publicaremos nuevos recursos sobre la relación de los TME con los riesgos psicosociales.

La siguiente campaña 2023-2025 estará dedicada a los desafíos para la seguridad y la salud en el trabajo de la digitalización, desde la robótica avanzada o la inteligencia artificial, hasta el trabajo en plataformas digitales.


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