¿Es el fin del copyright?

Internet ha cambiado el mundo y la forma de verlo. Sería imposible analizar todos los aspectos, así que centrémonos en uno de ellos: la propiedad intelectual. Antes de la aparición del mundo virtual, el tradicional copyright reinaba sobre las obras científicas, de música, arte o de software. Sin embargo, con el mundo on-line surgió un movimiento social y cultural que fomentó el uso de licencias libres, como las Creative Commons, en las que sólo se reservan algunos derechos; es decir, se reconoce al autor, pero es este quién decide si quiere dejar que se utilice su obra, e incluso que se modifique. En definitiva, todos los derechos no están reservados.

En 2006 este tipo de licencias se utilizaron en 50 millones de obras, y en 2014 la cifra ha ascendido hasta los 882 millones. Wikipedia o YouTube la utilizan, al igual que este blog que estás leyendo. “bancaparaempresas” es CC y puedes hacer uso de toda la información que te ofrecemos siempre que nos menciones. En España Creative Commons ha recibido el Premio Internet 2014 en la categoría de  Contenidos Digitales, otorgado por la Asociación de Usuarios de Internet (AUI).

Características del Creative Commons

Analicemos qué restricciones se pueden aplicar a este tipo de licencia:

• Atribución de la autoría: Si se explota la obra autorizada con la licencia CC, se habrá de referir el nombre del autor.
• Se prohíbe su venta: Está prohibida la venta u obtener cualquier beneficio gracias a la obra.
• No se puede transformar la obra: Se autoriza a explotar la obra, pero no se puede utilizar para crear otra derivada de la misma.
• Compartir con la misma licencia: Se puede explotar la obra para crear otras derivadas pero deben llevar la misma licencia.

La combinación de estas características puede dar lugar a seis tipos de licencias Creative Commons. La mayoría prefiere las que no imponen restricciones al uso comercial o a los trabajos derivados.

Obras con licencias libres

Diversos trabajos de investigación utilizan estas licencias, pero recientemente también otros formatos han empezado a utilizar las CC. De hecho, en 2014, Camila fue el primer disco que se sacó a la venta bajo Creative Commons. La artista Camila Monasterio decidió que solo así se podía permitir “el crecimiento y desarrollo de la cultura a diferentes niveles de profesionalidad y al alcance de todo el mundo”. Su música se distribuye bajo una licencia Creative Commons No-Comercial. Monasterio explica que esta licencia no impide el uso comercial, pero que si quieres hacerlo le consultes antes para poneros de acuerdo.

“El blindaje de una propiedad intelectual que defiende contra competidores e intrusos no tiene mucho sentido. Una cosa es que se te reconozcan los derechos como autora, y otra es que lo que tú crees tenga que estar sujeto a las normas hechas a medida para que ciertas formas de negocio triunfen”, afirma la cantante. Y en su blog añade: Descarga, difunde, re-crea, enlaza, toca, canta y disfruta. De eso se trata.