Inteligencia Artificial como motor de crecimiento e innovación
10-02-2021
Inteligencia Artificial como motor de crecimiento e innovación
Si el dato se considera ya “la materia prima del siglo XXI”, la Inteligencia Artificial es, sin ninguna duda, la protagonista de la nueva revolución industrial. En apenas unos años esta tecnología ha empezado a condicionar el mundo de la empresa, el marketing o la industria, y está presente en nuestra vida cotidiana a través de multitud de herramientas como Netflix, los asistentes de voz domésticos e incluso en los tratamientos médicos.
Qué es la Inteligencia Artificial
Pero, ¿qué es la Inteligencia Artificial y cómo puede impulsar el crecimiento económico y la innovación? Por decirlo de manera resumida, la Inteligencia Artificial es una tecnología a la que hemos enseñado a “aprender” para que pueda actuar de manera inteligente y, por supuesto, autónoma. El método de aprendizaje es relativamente sencillo: gracias a las nuevas tecnologías digitales, el sistema recopila infinidad de datos de un mismo proceso para que un algoritmo especialmente entrenado pueda “peinar” y filtrar esa información, y extraer de ella los datos que realmente nos interesan para un fin concreto. La complejidad y el grado de entrenamiento de ese algoritmo será el que nos permita obtener un resultado más específico y “fino” para nuestro objetivo.
Netflix, tiendas online, redes sociales
Por ejemplo, muchas de las plataformas de vídeo por internet incluyen algoritmos que han sido entrenados para intentar aprender las preferencias de una persona usuaria. Cuando estos sistemas de Inteligencia Artificial básicos analizan las características de las películas que ha visto una persona durante un periodo determinado, son capaces de ofrecer a esta misma persona sugerencias de títulos que tienen una temática, protagonistas, etc., similares. Lo mismo ocurre en el mundo del marketing, cada vez que visitamos una tienda online o entramos en un banner de publicidad de una red social: el sistema analiza nuestras preferencias de marca, género, talla, estilo, etc., para ofrecernos una publicidad adecuada a nuestros gustos. Sin embargo, las utilidades de esta tecnología son mucho más amplias. Existen diferentes tipos de Inteligencia Artificial en las empresas que permiten, entre otras cosas:
- Automatizar procesos. Esta tecnología permite mecanizar tareas repetitivas y, por ejemplo, identificar procesos o piezas defectuosas para que suspenda la actividad al detectarlos. Esta automatización es una herramienta fundamental contra la siniestralidad laboral y permite incrementar la productividad y derivar mano de obra especializada a otras tareas que aportan mayor valor.
- Realizar análisis de datos. La digitalización permite recabar cantidades ingentes de datos que, con una gestión adecuada, pueden resultar de sumo interés para la optimización de diferentes procesos, desde la penetración de un producto en un mercado determinado hasta la toma de decisiones estratégicas para una empresa.
- Participar en la atención al cliente. La incorporación de chatbots a los servicios primarios de atención al cliente es de gran utilidad para optimizar el aprovechamiento de recursos. Estas herramientas aprenden determinadas palabras clave para ofrecer respuestas adecuadas y poder atender o derivar a una persona usuaria hacia un determinado departamento de manera eficaz y autónoma.
- Efectuar tareas de apoyo profesional. La IA se ha convertido en una herramienta de apoyo muy importante para la realización de diversas de tareas, desde realizar una búsqueda hasta mejorar las funcionalidades de un ERP o sistema de gestión de recursos empresariales.
- Gestionar errores. La capacidad de aprendizaje de estas herramientas les permite establecer una relación lógica entre varias circunstancias concretas para, por ejemplo, anticipar un fallo y evitarlo. Y cuando enseñamos a un algoritmo a identificar un error nunca volverá a ocurrir.
Ventajas de la Inteligencia Artificial
Todas estas funcionalidades se traducen en ventajas indiscutibles tanto para las empresas como el resto de organizaciones públicas y privadas y, por supuesto, para la ciudadanía. Según un informe del Parlamento Europeo, el impacto de la Inteligencia Artificial podría aumentar la productividad laboral entre un 11% y un 37%. Estos son algunos de los beneficios que genera esta tecnología en materia de crecimiento e innovación:
- Mejora de tratamientos médicos. El análisis masivo de datos sobre un determinado tratamiento médico puede ayudar a depurarlo para conseguir una terapia más efectiva y personalizada. La Inteligencia Artificial ya se está utilizando en la confección de terapias contra algunos tipos de cáncer e incluso para diseñar tratamientos efectivos contra la COVID-19.
- Mantenimiento industrial predictivo. El auge de la Industria 4.0 ha traído consigo la implementación de herramientas de Inteligencia Artificial en diversos tipos de maquinaria para realizar mantenimientos de carácter predictivo, evitar paradas de producción no programadas e incrementar la eficiencia. A través de redes de sensores y de cámaras los sistemas pueden identificar señales de mal funcionamiento antes de que se produzcan averías críticas.
- Hacia ciudades sostenibles y ‘smart’. El análisis de datos y la optimización de procesos que procura la Inteligencia Artificial suponen una mejora de la eficiencia energética, de transporte público, gestión de recursos y, en definitiva, hacia ciudades más sostenibles, en línea con el concepto de Smart Cities interconectadas.
A pesar de sus notables beneficios, la Inteligencia Artificial debe ser considerada una herramienta de apoyo para el ser humano, y no una alternativa, de forma que debe estar supervisada por personal especializado para poder extraer todas sus ventajas.
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