La importancia de un seguro para hacer frente a los hackers

El último año ha sido un periodo crítico para la ciberseguridad. El aumento del teletrabajo por la COVID-19 ha disparado tanto las amenazas informáticas a empresas y a particulares, como el número de ciberdelitos. Tan solo en Euskadi, la Ertzaintza contabilizó el pasado año un total de 15.728 delitos de estafa a través de internet, un 18,27% más de los registrados el periodo anterior, según figura en la Memoria Delincuencial de la C.A.E. 2020. Y las previsiones, según los expertos, continúan al alza.

El responsable de la Unidad de Seguros de LABORAL Kutxa, Gerardo Kareaga, constata que la pandemia ha llevado a las empresas a implantar el teletrabajo “de un día para otro” y este hecho se ha traducido en “un riesgo importante” para la seguridad informática con la apertura de “brechas de seguridad”.

Consecuencias económicas y de reputación

Es necesario tener en cuenta que la mayoría de los ciberataques que sufren las empresas, suponen un gran impacto no sólo a nivel económico, sino también a nivel reputacional. Es por ello, que para hacer frente a este tipo de vulnerabilidades y mitigar su efecto, las empresas tienen a su disposición los seguros cyber, una herramienta muy poco conocida hasta ahora pero que ha ganado un enorme protagonismo por el progresivo aumento de la delincuencia en internet. Estos seguros están diseñados para compensar los riesgos a los que se ven expuestas las empresas en el ejercicio de su actividad, y trasladar a las compañías aseguradoras una parte de las consecuencias que puede acarrearles un ciberataque.

Asesoramiento personalizado

Esta modalidad de seguro no solo incluye compensaciones económicas, sino un elemento que aporta un mayor valor añadido, que según Kareaga es el “asesoramiento experto y personalizado de las necesidades de cada empresa”. “No todas las empresas parten de la misma situación ni tienen las mismas necesidades. Hay que hacer una correcta valoración del riesgo para poder ofrecer a cada empresa lo que requiere con el fin de garantizar su solvencia ante un posible incidente”, explica.

En concreto, las pólizas cyber de LABORAL Kutxa ofrecen unas coberturas que abarcan los principales riesgos que amenazan a las empresas: desde los daños por la paralización de su actividad debido a un ciberataque hasta una hipotética responsabilidad civil ante terceros, incluyendo los perjuicios que pueden sufrir los proveedores que han resultado afectados por el envío accidental de un virus informático.

Cobertura por robo de datos confidenciales

El elevado grado de especialización de este tipo de seguros hace que las coberturas se extiendan a uno de los aspectos más sensibles de la gestión empresarial: la posible vulnerabilidad en la custodia de datos personales. A diferencia de otras pólizas, este seguro incluye la cobertura de hipotéticas sanciones impuestas por la Agencia de Protección de Datos por el robo de información confidencial. Además, incluye el pago de los gastos de defensa y de gestión de crisis ante posibles demandas de terceros, y las acciones necesarias para restaurar la imagen de la compañía frente a partners, clientes y proveedores. Estas y otras coberturas, unidas a los servicios que incluye en materia de asesoramiento y consultoría informática y jurídica, la convierten en una de las opciones más valoradas por las empresas: “Se valoran especialmente los servicios añadidos que suelen tener las pólizas cyber y que dan acceso a consultoras de primer nivel, a peritos forenses y a un servicio jurídico especializado que ofrece acompañamiento en todas las fases del incidente hasta su resolución”, añade Kareaga.

Minimizar las consecuencias

Porque lo que una empresa busca es, según afirma, “la tranquilidad de saber que cuando ocurra un incidente puede contar con personas expertas en la materia que se encarguen de todo; es decir, que les orienten sobre los pasos a dar, les ayuden a restablecer el servicio lo antes posible y que, en caso de pérdida de beneficios, les indemnicen y poder así minimizar las consecuencias del ataque”.

Uno de los ciberataques más frecuentes es el ransomware o secuestro de datos empresariales a través de la introducción de un código malicioso en el sistema de la empresa. Los hackers que consiguen acceder a las bases de datos amenazan con publicar información confidencial y piden un rescate para no hacerlo. En este tipo de casos lo primero que hay que hacer es recurrir a expertos que analicen el caso en profundidad y planteen soluciones. La póliza cyber cubre el asesoramiento de estos especialistas e incluso, llegado el caso, podría cubrir el reembolso del rescate.