Las empresas vascas afrontan 2021 con el mismo pesimismo sobre sus perspectivas económicas

Las empresas vascas afrontan 2021 con el mismo pesimismo sobre sus perspectivas económicas

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Las empresas vascas afrontan 2021 con el mismo pesimismo sobre sus perspectivas económicas

Las empresas vascas mantienen casi sin variaciones su pesimismo sobre las perspectivas económicas de cara al primer trimestre del año 2021. Los avances registrados en la investigación de nuevas vacunas contra la COVID-19 no han sido suficientes para impulsar el Índice de Confianza Empresarial en Euskadi, que ha quedado fijado en 31,4 puntos, apenas seis décimas por encima del registrado durante el trimestre anterior. Se trata de un valor que se encuentra muy por debajo de los 50 puntos que delimitan la zona de contracción (recesión).

 

De nuevo pesimismo

La incertidumbre en torno a la evolución de la pandemia y los efectos de la segunda ola sobre la economía y la salud son las causas que alimentan este pesimismo, según se recoge en la encuesta realizada a un total de 400 empresas de la Comunidad Autónoma del País Vasco por el Departamento de Estudios de LABORAL Kutxa. Este pesimismo se ve reflejado en casi todos los valores que componen la encuesta, salvo en el relativo al empleo, en el que la mayoría de las empresas apuesta por mantenerlo.

Mala coyuntura económica

Casi las tres cuartas partes de las empresas encuestadas, el 71%, se muestra tajante a la hora de vaticinar que el entorno económico durante los tres primeros meses de 2021 será peor que el de final de año, frente al 9,1% que tiene una percepción más optimista. Las empresas también ven con pesimismo las previsiones de facturación del próximo trimestre: algo más de la mitad piensa que empeorarán, frente al 38,7% que opina que apenas sufrirán variaciones y un 11% que cree que mejorarán. Una tendencia muy parecida es la que revela el indicador de actividad, puesto que el 55,4% afirma que su evolución será inferior, frente al 8,9% que se muestra más optimista y el 35,7% que no espera cambios.

Menos pedidos pero precios similares

Las perspectivas con respecto a los pedidos, una variable íntimamente relacionada con la actividad y la facturación, tampoco son halagüeñas: casi la mitad de las empresas encuestadas, el 48,8%, cree que caerán, frente a un 10,4% que confía en que suban y un 40,8% que piensa que se mantendrán sin variaciones. El pesimismo de las empresas, sin embargo, se reduce en lo relativo a la futura evolución de los precios. La mayoría de las encuestadas, casi el 60%, confía en que se mantendrán estables el próximo año, frente al 35% que cree que caerán y poco más de un 5% que opina que serán superiores.

Rentabilidad de operaciones

Con respecto a la rentabilidad de las operaciones, se reparten a partes iguales el grupo de empresas que cree que serán inferiores que las que se mantendrán, con el 47,3% cada uno, frente al 5,4% que se muestra optimista.

Algo similar ocurre con la inversión. A juzgar por las cifras recogidas en la encuesta, la mayor parte de las empresas son partidarias de retrasar sus planes de inversión o de mantenerlos sin variaciones hasta que se despeje la coyuntura económica. Ésta es la opinión del 43,8% y del 48,5% de las empresas encuestadas, respectivamente, mientras que solo el 7,7% piensa que se incrementarán.

Se mantiene el empleo

Por último, el empleo registra uno de los valores menos pesimistas de la encuesta porque el 64% de las empresas encuestadas apuesta por mantenerlo durante el primer trimestre de 2021, frente al 29,5% que considera que su plantilla disminuirá, y el 6,5% que prevé aumentarla.

Evolución de exportaciones y otros datos

Junto al Índice de Confianza Empresarial, el estudio elaborado por LABORAL Kutxa recoge indicadores complementarios que ayudan a dibujar un escenario económico más preciso. El primero de ellos tiene que ver con los mercados exteriores y refleja que más de la mitad de las empresas, el 51,2%, cree que las exportaciones han caído frente al 14,3% que considera que han mejorado y el 34,5% de las que opina que se mantienen en el mismo nivel. La pandemia también ha tenido incidencia sobre las iniciativas de I+D: más de las tres cuartas partes de las empresas (el 77,8%) admite que ha destinado a este capítulo entre el 0 y el 1%, mientras que solo un 5,4% ha invertido más del 5%. Los plazos de cobro a clientes han sido idénticos para el 66,8%, mientras que casi el 26% ha sufrido mayores demoras y el 7,3% ha visto los plazos de cobro reducidos.

Por último, el acceso a financiación bancaria apenas ha sufrido variaciones durante el último año, ya que el 68,6% de las empresas han podido hacerlo en las mismas condiciones.

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