Microdonaciones para un proyecto, ¿cómo funciona el crowdfunding?

¿Qué tienen en común el pedestal de la Estatua de la Libertad, el disco «Rock Transgresivo» de Extremoduro y el reloj inteligente Pebble? Que todos ellos se financiaron a través de pequeñas aportaciones de personas que querían ver una idea convertida en realidad.

Es la financiación de proyectos que hoy se conoce como «crowdfunding». Si estás pensando en montar un negocio quizás te hayas planteado también conseguir de esta manera el capital necesario para ponerlo en marcha. En este artículo te ofrecemos algunas claves de la financiación colectiva.

Lo básico

Extremoduro en su día tuvo que ir vendiendo una a una papeletas que representaban su futuro disco, pero hoy en día las campaña de crowdfunding se desarrollan en plataformas en internet que nos facilitan llegar a nuestro público. Estas plataformas ofrecen diversas opciones:

• Nos permiten fijar un objetivo económico y unas recompensas que ofreceremos a nuestros mecenas, según su aportación.
• Suelen tener un plazo de tiempo limitado (normalmente 40 días).
• El sistema de recaudación es “o todo o nada”, es decir, si al final del plazo no hemos conseguido el objetivo económico planteado, no se hará ningún cargo a los mecenas y será como si no se hubiera recaudado nada.

Sobre todo hay que plantearse una campaña de microdonaciones no solo como una forma de conseguir financiación para nuestra idea, sino como una manera de comprobar si nuestra idea tiene viabilidad, ya que el nivel de participación y el perfil de los mecenas nos darán valiosísimos datos sobre nuestro desarrollo de negocio.

Aspectos que debemos tener en cuenta

Uno de los principales mitos del crowdfunding es que gracias a internet y a la existencia de plataformas basta con poner nuestro proyecto en una de ellas para empezar a recibir donaciones. Sin embargo, como en cualquier negocio, una campaña de crowdfunding necesita de una buena planificación y de trabajo intenso.

La campaña de crowdfunding no comienza cuando la publicamos en internet, sino, como mínimo, 1 mes antes en el que tendrás que definir tu proyecto y el público al que te diriges y crear los mensajes adecuados para conseguir llegar a él.

De la misma manera, la campaña no acaba cuando ya hemos conseguido el capital que necesitábamos, sino que en la fase post-campaña deberemos gestionar la entrega de recompensas y la comunicación con nuestros mecenas para que se sientan parte de nuestro proyecto. En total, desde que tienes la idea de hacer el crowdfunding hasta que envías la última recompensa pueden pasar entre 3 y 6 meses o incluso más.

De hecho, calcular muy bien el tiempo necesario para tener nuestro producto en el mercado es básico, ya que si no cumplimos lo acordado con nuestros mecenas, la campaña se puede volver en contra del proyecto.

En cuanto al objetivo económico que marquemos, debe ser realista: el mínimo necesario para fabricar nuestro producto u ofrecer nuestro servicio, pero teniendo en cuenta que estamos “jugando” a todo o nada, por lo que un un objetivo muy alto quizás nos impida finalizar nuestra campaña con éxito.

Por último, antes de lanzarse a una campaña de crowdfunding, deberemos haber creado una comunidad alrededor de nuestra idea para tener identificadas a las personas que pueden ayudar a dar difusión a nuestra campaña. Sin una comunidad previa es muy probable que nuestra campaña fracase.

Plataformas más conocidas

Existen multitud de plataformas para este fin. La más conocida a nivel internacional es Kickstarter, que desde 2015 permite incluir proyectos desde España. En esta plataforma se han financiado más de 100.000 proyectos y algunos de ellos han alcanzado cifras astronómicas, como los más de 12 millones de dólares recaudados para producir la versión 2 del reloj Pebble. No es la única plataforma en nuestro territorio, y destacamos estas otras cuatro plataformas:

Verkami. Se define como un “Crowdfunding para amantes de la creación” y está especialmente dirigida artistas, creadores, diseñadores… Si quieres grabar una película, publicar un libro o incluso crear un videojuego, éste es tu sitio. La duración del proyecto es de 40 días y la comisión que cobra por sus servicios es del 5% + IVA de lo recaudado, que solo pagamos si se alcanza el objetivo previsto. A ese 5% hay que sumar un 1,35% de comisión de pago por tarjeta y si el pago se realiza por PayPal se suma la comisión de PayPal (3,4% más una tarifa fija de 0,35€ por cada transacción).

Goteo. Se define como una “red abierta de crowdfunding, colaboraciones y formación, líder en proyectos de innovación social”. Si tu proyecto tiene que ver con iniciativas ciudadanas, proyectos sociales, culturales, tecnológicos y educativos Goteo es la plataforma adecuada. A diferencia de Verkami aquí podemos plantear dos rondas o fases de financiación, con un objetivo mínimo y uno óptimo. También funciona el “todo o nada” pero en este caso solo es necesario llegar al objetivo mínimo, no al óptimo. La primera ronda dura 40 días y la segunda (si se alcanza el objetivo mínimo durante la primera ronda) otros 40 más. Un dato importante es que la segunda ronda ya no es “todo o nada”, sino que todas las aportaciones se harán efectivas. La comisión por el servicio es del 4%, a lo que hay que sumar la comisión por el pago por tarjeta (entre el 0,8 y el 1,5 %) o, al igual que en el anterior caso, la comisión de PayPal.

Lanzanos. Se trata de una plataforma abierta a todo tipo de proyectos: culturales, sociales, emprendedores, solidarios, medioambientales, tecnológicos, gastronómicos, inventos, relacionados con el autoempleo… Igual que en las anteriores, nos encontramos ante un sistema de “todo o nada” en el que solo se cobra el dinero si hemos conseguido recaudar nuestro objetivo. El plazo aquí, sin embargo, es más amplio, lo decidimos nosotros y puede ser de hasta 90 días. La comisión es del 5%, más la comisión de tarjeta de crédito (0,9% más 30 céntimos por transacción) o la comisión de PayPal.

Leetchi. Esta plataforma es algo diferente a las anteriores. No se trata tanto de una plataforma de crowdfunding sino de una manera de recaudar dinero online en un “bote” común. En su inicio estaba pensada para regalos de grupo o listas de bodas, por ejemplo, pero cada vez más se encuentran en ellos proyectos solidarios o de emprendedores. La ventaja con respecto a las anteriores es que todo el dinero recaudado se ingresará en nuestra cuenta, sin necesidad de alcanzar el objetivo, y que el plazo totalmente flexible y lo podemos modificar en cualquier momento. La comisión es del 4%, sin comisiones de tarjeta. La desventaja es que al no tratarse de una plataforma de crowdfunding, no existe una comunidad alrededor de ella ni se pueden plantear recompensas para los mecenas.

Y, ¿por qué no usar una cuenta Ahorro&Click para una iniciativa de Crowdfunding? Si vas a optar por un sistema de “bote” común como Leetchi, quizá te convenga usar una de nuestras cuentas Ahorro&Click. Puedes crearla de forma sencilla a través de internet y ofrecer su número a los posibles mecenas para que colaboren. Te puede ayudar a sacar adelante ese proyecto que tienes entre manos.