El Mindfulness: un método que aumenta la productividad y reduce las bajas por ansiedad

Si en un artículo anterior hablábamos de RescueTime, una aplicación que registra los programas, las páginas web y las aplicaciones que has utilizado para ofrecerte un informe de tu productividad, ahora vamos a tratar el tema de cómo puedes ser más productivo- sin padecer estrés- con un método menos tecnológico: “El Mindfulness”.

Hoy en día es difícil concentrarse en el trabajo debido a todas las aplicaciones que nos rodean y que nos ponen en contacto con amigos o familia. Concretamente perdemos hora y media al día en diversas distracciones. Por ello, necesitamos poder enfocar nuestra atención en una sola tarea, y este es uno de los objetivos del Mindfulness, una técnica que viene del budismo cuyo origen data de hace 2500 años.

Las personas que lo practican consiguen relajarse, ser conscientes del ahora, de los pensamientos que pasan por su mente sin juzgarlos, tan solo concentrándose en ellos.  No tratan de controlarlos o cambiarlos por otros, sino todo lo contrario, dejarlos libres aceptando cualquier pensamiento que pueda aparecer de forma espontánea. El resultado es que la mente consigue centrarse en una sola cosa, dándole una atención plena.

Según un informe de Adecco, las empresas que han puesto en marcha este método han reducido un 78% las bajas por ansiedad o depresión. Y es que son muchos los beneficios de aplicar el Mindfulness:

• Aumento de un 20% de la concentración
• Mayor rendimiento en el trabajo
• Disminución de un 68% el estrés
• Disminución de un 78% las bajas por ansiedad
• Mejora de la inteligencia emocional
• Mayor facilidad para conciliar el sueño

Los expertos recomiendan que este método se ponga en práctica de 5 a 10 minutos todos los días y advierten de que sus efectos no se dejarán notar hasta pasadas 8 semanas.

Cómo practicar Mindfulness

Si quieres ponerlo en marcha, aquí te dejamos 3 ejercicios para practicar el Mindfulness:

1- Atención plena

Durante un minuto deberás prestar toda la atención a tu respiración. Céntrate en el sonido y el ritmo de esta. Seguramente tu mente comenzará a deambular y en ese momento tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo de la respiración.

2-Observar con consciencia

Coloca un objeto encima de una mesa y dedícale toda la atención. En el caso de que la decoración del objeto te lleve a un pensamiento haz el esfuerzo de volver al objeto.

3- Observa tus pensamientos:

Esta técnica está destinada a personas con mucho estrés que no son capaces de abstraerse de sus pensamientos. Estas pueden observar hacia donde discurre su mente, pasear por los pensamientos, pero no tomar partido por ninguno de ellos.