¿Tienes una explotación agraria o ganadera? Esto te interesa

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¿Tienes una explotación agraria o ganadera? Esto te interesa

España cuenta con un sistema de seguros agro-ganaderos impulsado y subvencionado por el Estado, que ha demostrado a lo largo de décadas su buen funcionamiento. Tal es así, que el modelo ha sido estudiado por muchos otros países para inspirarse a la hora de desarrollar un sistema propio de cobertura al sector de la agricultura y la ganadería.

A continuación, vamos a explicar el funcionamiento de los seguros agrarios y los beneficios que aportan a sus titulares.

En qué consiste el seguro agrario

Los seguros agrarios tienen una gran importancia en nuestro país, puesto que el sector primario cuenta con un gran peso en la economía y supone más del 10% del Producto Interior Bruto (PIB). Es, además, la actividad predominante en las zonas rurales.

Para un agricultor o agricultora, que ve cómo una plaga o un fenómeno atmosférico puede arruinar el trabajo de todo un año, el seguro agrario constituye un recurso imprescindible para garantizar sus ingresos y la subsistencia de su modo de vida.

Las coberturas que incluye el programa de Seguros Agrarios Combinados están pensadas para asegurar no solo explotaciones agrícolas sino también a explotaciones forestales, ganaderas y productoras del sector de la acuicultura.

El seguro agrario es el instrumento financiero que permite a las personas propietarias de una explotación agro-ganadera hacer frente a los efectos económicos de eventos meteorológicos como heladas, pedrisco, inundaciones, ventiscas, etc. En resumen, permite a la persona afectada dar continuidad al negocio de su explotación a pesar de sufrir un imprevisto grave.

Un modelo solidario

El origen de este modelo se remonta a 46 años atrás, cuando se aprobó la Ley 87/1978 y cobró impulso un año después con la constitución de ENESA. Desde entonces, el sistema ha ido incorporando nuevas líneas de aseguramiento hasta llegar a las 45 líneas actuales, clasificadas en función del tipo de cultivo o ganado.

Un rasgo fundamental del modelo español de seguro agrario es que está basado en la solidaridad. El sistema cuenta con la participación tanto de instituciones públicas como privadas.

En la parte pública destacan organismos como:

  • La Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA).
  • La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.
  • El Consorcio de Compensación de Seguros.
  • Las Comunidades Autónomas, que forman parte de la Comisión General de ENESA y que llevan a cabo estudios y seguimientos sobre el seguro agrario, pudiendo ofrecer subvenciones complementarias a las que concede el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Por parte del sector privado participan:

  • Las y los propios agricultores y ganaderos a través de sus propias organizaciones y cooperativas.
  • Las compañías de seguros unidas en la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, más conocida como Agroseguro.

Entre todos y todas, logran que los Seguros Agrarios Combinados acaben siendo una solución financieramente viable, puesto que, sin el apoyo de las Administraciones Públicas, las y los agricultores y ganaderos tendrían que pagar mucho más por el seguro o, directamente, no encontrarían oferta en el mercado para cubrir sus riesgos.

Pero, ¿cómo se aplican las subvenciones?

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de ENESA, concede una subvención que, por medio de un convenio con las aseguradoras integradas en Agroseguro, se aplica directamente a la prima del seguro en el momento de suscribir la póliza. 

En cuanto a las subvenciones adicionales ofrecidas por las Comunidades Autónomas, el funcionamiento es similar, pues las aseguradoras la aplican también en el momento de la contratación.

Los seguros agro-ganaderos: tus aliados para garantizar el futuro de tu explotación

El seguro agro ganadero es específico para el sector de la agricultura y la ganadería, puesto que cubren los daños sufridos en las cosechas o las pérdidas de cabezas de ganado. Pero no es el único que protege la explotación, ya que pueden darse muchas otras contingencias a las que hacer frente:

  • Se pueden causar daños a terceros por supuestos como el uso de herbicidas o de parasiticidas, la tenencia de animales, o los daños causados por incendio o explosión. Todo ello se podría cubrir con un seguro de Responsabilidad Civil.
  • Es habitual contar con, tractores, y/o maquinaria, que pueden asegurarse, además de daños a terceros, por los daños propios que sufren por un accidente o, en el caso de la maquinaria, por una avería.
  • Se puede proteger la propia explotación así como el ganado, los bienes en el campo e incluso la vivienda que pertenezca a la explotación.
  • Por último, en ocasiones se puede incurrir en una responsabilidad medioambiental, cuando se producen daños al medioambiente.

En Laboral Kutxa podemos y sabemos dar respuesta a todas estas necesidades, desde las más concretas a las más comunes. Contamos con un equipo dirigido especialmente al negocio agro alimentario  que pueden ayudarte a hacer crecer tu explotación gracias a soluciones financieras y aseguradoras. Contacta con él a través de tu oficina habitual y, cuando quieras, hablamos. 


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