Breve historia de la moneda

Breve historia de la moneda

3 min.

Breve historia de la moneda

Nos acompañan al menos desde hace 28 siglos. Y no parece que vayan a desaparecer, pese a la utilización cada vez más extendida de tarjetas, de crédito, débito y monedero, del pago con teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, o de la existencia de alternativas como las criptomonedas digitales o bitcoins. Son las monedas. ¿Quieres conocer su historia? Te la contamos.

Empezamos por lo básico. ¿Qué es una moneda? Según el diccionario, una pieza de metal de oro, plata, cobre u otro metal, que normalmente tiene forma de disco y que suele estar acuñada con los distintivos elegidos por la autoridad emisora para acreditar su legitimidad y su valor. Aunque, por extensión, cuando decimos moneda nos solemos referir también al billete o al papel de curso legal. Moneda es, en realidad, un instrumento aceptado como unidad de cuenta, como medida de valor y como medio de pago.

El denario romano y la acuñación única estatal

La cultura romana asentó el concepto y uso moderno de la moneda (palabra que procede epíteto monēta, con el que se identificaba a Juno Monēta, diosa encargada de proteger los fondos y junto a cuyo templo se acuñaban). Eso sucedió con la creación y puesta en circulación del denario, una moneda de plata de uso común en las distintas regiones y territorios romanos, unitaria en peso, tamaño, valor y que se convirtió en la base de su sistema monetario. Este incluía una acuñación única estatal, así como la prohibición de cualquier otro tipo de acuñaciones particulares. De la palabra original latina denarius procede nuestro actual vocablo dinero.

La moneda, con todo, no es ni mucho menos un invento romano. Retrocedamos en el tiempo.

Partamos de la base de que las monedas son una creación relativamente reciente para la Humanidad, de alrededor de 28 siglos de historia. ¿Cómo se las arreglaban antes, sin monedas, para cubrir sus necesidades, para conseguir las cosas de las que carecían? La forma más extendida y habitual era el trueque, el intercambio de productos: yo te doy lo que tú no tienes y a cambio tú me das eso otro que yo necesito (carne por cereal, lana por pescado... las posibilidades eran infinitas). El intercambio se producía cuando una persona tenía excedente de algún producto. ¿Y cuando no era así, cuando alguien no necesitaba nada para cambiar por su excedente? Había que establecer un modo de realizar las transacciones que pudiera ser aceptado por todo el mundo. Un elemento que fuera divisible, porque -lo mismo que hoy-, no todos los productos tenían el mismo valor. Tenía que ser algo cómodo de trasladar y fácil de almacenar.

Surgieron así toda una serie de objetos que pueden considerarse los antecesores directos de las monedas: conchas, barras de sal, coral… Se han encontrado sellos y armas que se utilizaban de la misma manera que las monedas, en lugares de la antigua Mesopotamia y China, datados, en algunos casos, entre el 3.000 y el 5.000 a.C.

Pero ninguno era una moneda como tal.

León de Lidia, primera moneda conocida

Para encontrar datos que den fe sobre la aparición de las monedas y su uso (independientemente de que las hubiera con anterioridad, dato que se desconoce), debemos avanzar hasta el siglo VII a.C. Siguiendo lo narrado por el historiador Herodoto, especialistas en numismática han fijado el lugar en el que se crearon y su composición: fue en el poderoso reino de Lidia (cuyo último monarca fue el mítico Creso, que ha pasado a la posteridad por las inmensas riquezas que acumuló), en la antigua Asia Menor, lo que hoy es la mitad occidental de Turquía, en uno de cuyos ríos abundaban las pepitas de electro, la aleación natural de oro y plata con la que se realizaron.

Esa es la moneda más antigua de la que se tiene conocimiento y que se conserva.. Se la conoce como león de Lidia, puesto que presenta la figura de un león en una de sus caras. Datada en el arco temporal que va desde el 650 a.C. hasta el 590 a.C., se atribuye su creación, fabricación y puesta en circulación al rey Aliates, aunque hay quienes la sitúan en el reinado de antecesores suyos en el trono lidio, como Giges o el hijo de este, Ardis II. El propósito de su creación, en cualquier caso, era facilitar la recaudación de impuestos.

El euro, moneda en curso

Desde entonces, las monedas se extendieron y multiplicaron por decenas de miles a lo largo y ancho del globo. Valga como ejemplo España, donde han circulado gran cantidad de acuñaciones: cuartillo, real, peso, isabelina, maravedí, ardite, doblón, castellano, corona, ducado… Así hasta las pesetas, que estuvieron en curso desde octubre de 1868 hasta que fueron retiradas el 31 de diciembre de 2001, si bien es cierto que cohabitaron un par de meses con el euro.

El 1 de enero de 2002, la moneda oficial europea se adueñó del día a día en 12 países de la Unión Europea. Hoy son 19 estados los que utilizan la moneda común y otros 7 tienen el compromiso de sumarse a ella. ¿Recuerdas ahora cuánto costaba en pesetas un euro? Te lo refrescamos: 166,386 pesetas.


¿Cuál es tu reacción?