Haz que tu cesta de la compra sea responsable

La producción actual de alimentos resulta insostenible a medio plazo; la ONU advierte que es responsable del 60% de la pérdida global de biodiversidad. El Panel Internacional de Recursos de Naciones Unidas propone reducir el consumo de productos que requieren el uso intensivo de recursos -en especial la carne-, apostar por cadenas de suministro regionales y que nos concienciemos sobre el impacto ambiental de nuestras decisiones.

Todas y todos podemos contribuir a mejorar la situación

¿Te preocupan estos datos? ¿Quieres contribuir a la agenda de las Naciones Unidas como hacemos en LABORAL Kutxa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible? Si te preocupan las condiciones laborales, la calidad de los alimentos, la salud, el bienestar animal, el desarrollo rural y el medioambiente, te invitamos a seguir estos consejos a la hora de realizar tu cesta de la compra.

Antes de nada, revisa la lista: ¿lo necesito? Hazte esta pregunta respecto a cada producto y elige calidad antes que cantidad. Consumir de forma responsable significa comprar solo lo necesario, contemplando las mejores opciones para mejorar nuestra vida y la de nuestro entorno. Si quieres reflexionar sobre la cantidad que comemos mira esta serie de fotografías que reflejan lo que se come en distintas partes del mundo una semana y que reflejan la enorme desigualdad del planeta.

Huye de los alimentos procesados: procura que tu comida, tanto en casa como fuera, esté elaborada con productos frescos, de proximidad y de temporada. Si puedes permitirte pagar un poco más, elige denominaciones de origen y productos de la agricultura y la ganadería ecológicas (libres de plaguicidas, herbicidas, fungicidas y fertilizantes químicos de síntesis, sin antibióticos ni hormonas). Estas producciones responden a modelos de gestión respetuosos con la conservación del medio natural y el bienestar animal que además contribuyen a la creación de empleo y a la fijación de poblaciones, en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Tu salud también te lo agradecerá. Apuesta por el comercio justo: opta por marcas socialmente responsables, que ofrezcan salarios dignos a trabajadores y proveedores y que favorezcan la sostenibilidad del planeta.

Planifica, evitarás tirar mucha comida: la Comisión Europea estima que cada año se desperdicia un tercio de la producción mundial de alimentos. Planea el menú para toda la semana y compra en función de ese consumo real. No olvides aprovechar los restos de comida, échale imaginación y guarda las sobras en el congelador si es preciso.

Reduce la basura: piensa en el impacto ambiental. Evita envases innecesarios, compra lo que puedas a granel, lleva bolsas reutilizables y rechaza embalajes que abusen del plástico o el poliestireno expandido (porexpan). El mejor residuo es el que no se produce. Recicla y reutiliza.

Apúntate al ‘kilómetro 0’: decenas de alimentos precisan un recorrido de cientos de kilómetros, como los que proceden del mar. Las iniciativas ‘kilómetro 0’ reducen la huella ecológica y, con ello, contribuyen a reducir la emisión de gases invernadero a la atmósfera y frenar el cambio climático. Para que un alimento pueda ser considerado como producto Km 0 ó de proximidad debe:

• Producirse y consumirse en un radio no superior a 100 km.
• Ser un producto de temporada.
• Su proceso de producción y transporte debe ceñirse a las normativas y realizarse con el máximo respeto al medioambiente.

¿Sabes que hay muchas iniciativas alimentarias de carácter sostenible?

Canales cortos de comercialización: cada año se venden más productos ecológicos y de proximidad o Km 0. Grupos de consumo, mercados agroecológicos, puntos verdes a domicilio y tiendas especializadas venden a través de canales cortos de comercialización. Bajo el concepto de soberanía alimentaria, respetan el derecho de quienes producen los alimentos de definir sus propias estrategias y políticas agrarias de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta máxima contempla, por supuesto, el respeto a las culturas y la diversidad de formas de producción alimentaria, los derechos humanos, civiles y laborales, así como los principios de igualdad de derechos e igualdad de género.

Grupos de consumo: los grupos de consumo no dejan de crecer. Crean puntos de venta para que sus integrantes puedan abastecerse. Utilizando cadenas cortas que favorecen la producción agroalimentaria local, refuerzan el concepto de proximidad ligado al consumo de productos de temporada y a una relación más directa entre productores y consumidores. Al viajar menos y poder prescindir de condiciones especiales de envasado para la conservación y transporte, se reducen emisiones de CO2 y desechos no biodegradables.

Los grupos de consumo nacen como alternativa al sistema de consumo convencional, priman los valores ecológicos y de respeto al medio ambiente, y además impulsan la economía, la agricultura, la ganadería y la gastronomía locales. Están desarrollando acciones de transformación social, si bien pertenecer a ellos requiere un nivel de compromiso y reeducación.

El funcionamiento de los grupos varía según los acuerdos establecidos entre integrantes y productores, que se organizan generalmente a través de asambleas y grupos de trabajo. Suele realizarse una entrega semanal en forma de cestas que pueden incluir varios alimentos, según las necesidades y la disponibilidad de los productos. Hay grupos con cestas abiertas donde se elabora un listado semanal de productos disponibles para que sus integrantes realicen el pedido. Otros son de cestas cerradas, hay que adaptarse sobre todo a la estacionalidad.

Una herramienta transformadora muy poderosa

Recuerda que un consumo de alimentos consciente y responsable es una poderosa herramienta de transformación que os beneficiará a ti y a tu familia -porque os alimentareis mejor-, al medio ambiente -porque contaminareis menos y ayudareis a protegerlo-, y también a las personas que viven de la agricultura y la ganadería local, porque tendrán unas condiciones de trabajo mejores.