Cinco pasos para que tu empresa logre la sostenibilidad

El verano ya ha llegado y solo pensamos en las vacaciones. Sin embargo, esta temporada también conlleva una parte negativa a la que no solemos prestar la atención necesaria: olas de calor, sequía, incendios… Ciertas zonas del mar Cantábrico han aumentado 4ºC de temperatura respecto al año anterior y los científicos advierten que el Ártico dejará de tener hielo en verano de 2030. Ya vamos un poco tarde, pero aún estamos a tiempo de ralentizar esta situación gracias a la ecología y la sostenibilidad. Por eso debemos apoyar iniciativas como la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un plan de las Naciones Unidas para tratar de mejorar la situación global del planeta gracias a 17 medidas contra el hambre, la pobreza y la desigualdad, y a favor de la salud, la educación y la acción por el clima, entre otras.

El Pacto Mundial de la ONU lleva estos proyectos un paso más allá. Este realiza un llamamiento a las empresas para que incorporen 10 principios universales relacionados con los derechos humanos, la normativa laboral, el medioambiente y la lucha contra la corrupción. Porque la sostenibilidad es cosa de toda la sociedad a nivel general, incluyendo también el ámbito empresarial. Toda la industria, de cualquier sector, debe implicarse de manera activa en esta misión. En LABORAL Kutxa no nos quedamos atrás y también apoyamos los ODS y los principios de Banca Responsable, como demostramos en nuestra memoria anual de sostenibilidad.

¿Cómo puedes lograr que tu empresa se una a esta causa?

Aquí te explicamos las cinco etapas por las que debe pasar cualquier empresa grande o pyme para implantar medidas a favor de la sostenibilidad. Es necesario tener en cuenta que cada fase tiene sus propios retos y oportunidades, así que hay que adaptarse al mercado y a las particularidades de cada negocio para consolidar el proceso.

1- Análisis de la empresa

En primer lugar, es necesario que las empresas realicen un estudio tanto a nivel interno (personas trabajadoras), como a nivel más externo (empresas proveedoras, clientela…) para sacar conclusiones de las necesidades de la empresa y poder definir una serie de objetivos. Por ejemplo: reducir la huella de carbono generada, fomentar el uso de la bicicleta entre las personas trabajadoras, disminuir el consumo eléctrico…

2- Revisar el cumplimiento de la legislación

En segundo lugar, la empresa debe revisar las certificaciones y normas que existen en materia de sostenibilidad para poder adherirse a ellas y tener en cuenta que la regulación vigente es diferente en cada país y puede variar en ciertas comunidades y provincias. Conviene adherirse a algún estándar ambiental, para obtener la certificación correspondiente, aunque algunas puedan parecer exigentes y estrictas. Eso conlleva una mejora esencial en la empresa y en su relación con los potenciales clientes.

Al estar a la vanguardia tecnológica y realmente implicadas en la lucha climática, esas empresas ganan cierta reputación mientras logran reducir costes de producción y pueden surgir nuevas oportunidades de negocio. Algunas de las certificaciones más conocidas son:

• ISO 14001: Tiene como objetivo ayudar a gestionar e identificar los riesgos ambientales que pueden producirse internamente en la empresa en el desarrollo de su actividad.
• EMAS: Es una herramienta de gestión ambiental que reconoce a aquellas empresas y organizaciones que han implantado un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA) y han adquirido un compromiso de mejora continua, verificado mediante auditorías.
• ISO 26000: Es una directriz voluntaria que ofrece recomendaciones, consejos y orientaciones sobre la transparencia empresarial, entre otras cosas.
• Certificado EthSI: Es un distintivo que valora el grado de transparencia y buenas prácticas que llevan a cabo las compañías dedicadas a la comercialización de productos aseguradores. En Seguros Lagun Aro ya contamos con él.

3- Realizar un plan de ejecución

Tras el análisis y la revisión, la empresa debe preparar un plan de ejecución con todos los procesos (trabajo en la cadena de valor, diseño de productos más sostenibles, desarrollo de nuevos modelos de negocio…) y comunicaciones necesarias para encaminarse hacia la sostenibilidad. Para ello, debe informar del programa acordado a las personas correspondientes y repartir las tareas para definir las responsabilidades, tanto individuales como colectivas, a cada objetivo. Además, también hay que asignar los recursos necesarios con el fin de llevar el plan a cabo e incluir el cumplimiento de esos objetivos en el programa de evaluación de desempeño de las personas responsables para que se involucren en la nueva estrategia empresarial.

4- Seguimiento constante

Para que el proceso no se estanque a las primeras de cambio, la empresa debe realizar un seguimiento en el que se revise el grado de consecución de los objetivos marcados. La sostenibilidad no es una meta puntual, sino un leitmotiv que debe mantenerse para siempre en el ecosistema de la empresa y de todos sus trabajadores y trabajadoras. Sólo así servirá de algo y podrá contribuir a la causa.

Conviene definir un reporte de sostenibilidad y un cuadro de mando integral (Balanced Scorecard o BSC) para hacer el seguimiento y ver el avance de cada indicador. Este informe puede estar alineado con alguno de los certificados antes citados, por lo que la empresa debe elegir cuál encaja con sus necesidades, objetivos y tipo de clientela.

5- Usar un software para su gestión

Es imprescindible utilizar una herramienta de gestión que permita hacer un seguimiento exhaustivo y profundo de la implementación de la estrategia en la empresa. Un buen sistema de gestión de la sostenibilidad facilita esta tarea enormemente.

No es necesario realizar un gran desembolso para hacerse con este tipo de herramientas. Desarrollar un Excel con todos los indicadores necesarios para evaluar el plan de sostenibilidad previsto en el que enlacemos la documentación asociada es suficiente para obtener una visión general. De esta forma, con los datos ordenados se apreciará la evolución trimestral o anual del proceso y si se alcanzan los objetivos impuestos.

Siguiendo estos pasos, cualquier empresa podrá implantar medidas a favor de la sostenibilidad a medio plazo. Una decisión necesaria para el planeta y para el futuro de nuestros descendientes.