Desafíos del 6G en la ciberseguridad

En un mundo donde la tecnología forma parte de nuestra vida diaria, las necesidades relacionadas con la digitalización y la conectividad no dejan de crecer. El 6G llegará con la promesa de responder a estas demandas, ofreciendo una conectividad más rápida, eficiente y capaz de transformar la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos.

¿Qué diferencias presenta con el 5G?

Aunque la tecnología 5G ya presenta una notable mejora en cuanto a velocidad con su anterior generación (4G), la tecnología 6G multiplica por cinco la velocidad con respecto a su predecesor, optimizando así cualquier retransmisión en vivo, además de reducir los retrasos (también denominados latencias) en las conexiones. La implementación de esta tecnología también transforma la forma en la que utilizamos los dispositivos IoT, aumentando significativamente el alcance y su funcionalidad.

¿La tecnología 6G presenta algún riesgo?

A medida que el 6G promete revolucionar la conectividad global con velocidades impresionantes y capacidades nunca vistas, también plantea importantes desafíos en términos de ciberseguridad. A continuación, te mostramos los principales riesgos y desafíos que puede presentar para la seguridad de nuestros dispositivos y nuestra información:

1. Mayor superficie de ataque: la tecnología 6G promete la conectividad de más dispositivos, lo que se traduce en un aumento de posibles dispositivos vulnerables a ciberataques.
2. Compromiso de privacidad: esta tecnología incluye ajustes de localización y seguimiento en tiempo real de mayor precisión, comprometiendo así la seguridad de los usuarios.
3. Ataques más avanzados: las redes 6G necesitan de herramientas de Inteligencia Artificial para hacerse fuertes mutuamente, pero, como ocurre con las herramientas de IA que utilizamos en la actualidad, estas pueden ser de ayuda para los ciberdelincuentes para llevar a cabo ataques más difíciles de detectar por los usuarios.
4. Vulnerabilidad de los dispositivos IoT: al incluir en su alcance a una gran cantidad de nuevos dispositivos IoT, si estos no cuentan con medidas de protección adecuadas, pueden ser objeto de ciberataques con más facilidad.

Para mitigar estos riesgos, es fundamental adoptar medidas de seguridad que fortalezcan la defensa digital frente a las amenazas que trae consigo esta nueva era de conectividad. Algunas de estas medidas de seguridad incluyen:

• Monitorización de la actividad de los dispositivos: implementando en nuestra lista de buenos hábitos una revisión de la actividad de nuestros dispositivos, en busca de comportamientos sospechosos, seremos capaces de detectar posibles ataques de manera prematura.
• Proteger los dispositivos IoT: actualizando regularmente e implementando parches de seguridad en estos dispositivos, aumentaremos su seguridad y la dificultad de que sufran un posible ataque.
• Mayor educación y concienciación: promoviendo una cultura de ciberseguridad a nivel profesional y personal mejorará la prevención y reacción ante posibles ciberataques.

Aunque hasta 2029 no se espera que las operadoras de la Unión Europea puedan ofrecer la tecnología 6G, es importante conocer de antemano los riesgos y buenas prácticas para sacar el mayor rendimiento de este avance tecnológico.