¿En qué hay que fijarse para contratar un seguro del hogar?
10-11-2014
¿En qué hay que fijarse para contratar un seguro del hogar?
Aunque el seguro del hogar no es obligatorio es uno de los más extendidos, por la tranquilidad que aporta saber que nuestro bien material más valioso y su contenido están protegidos. Pero, ¿en qué fijarnos a la hora de elegir uno u otro? El precio es un criterio esencial, claro, pero no es el único en el que conviene reparar a la hora de comparar varias pólizas de seguros de hogar.
A continuación te explicamos algunas cuestiones clave que te pueden ayudar a elegir mejor.
En qué fijarse antes de contratar un seguro del hogar
¿Cubre los daños a terceros? ¿Sólo materiales o también personales? ¿En qué cuantía?
La cobertura de responsabilidad civil es la cobertura mínima de un seguro y cubre los daños que podamos originar a terceros. Por ejemplo, los desperfectos que la rotura de una tubería nuestra provoque en la vivienda de un vecino. Si hubiera daños personales, también se hace cargo.En este punto, es importante comparar hasta qué cuantía alcanza el seguro, a partir de 150.000 euros ya es una cantidad aconsejable, aunque seguros con mayores garantías ofrecerán hasta 300.000 euros. También debemos saber que algunos seguros ofrecen los gastos de representación jurídica en caso de necesitarla.
¿Tendremos cubierta cualquier incidencia sobre el inmueble? ¿Hay exclusiones o condiciones que se tengan que cumplir para hacer efectivo el seguro?
Una póliza de seguro debe incluir un apartado sobre el continente, es decir, sobre el inmueble en sí. Este apartado trata de las incidencias externas (incendios, inundaciones, rayos…) y cubre los daños en paredes, techos, suelos, ventanas, instalaciones básicas de luz y agua, etc. Aquí, tendremos que tener en cuenta el límite económico de la cobertura (si cubre todo el gasto que supone la reparación del daño o solo un porcentaje) y si existe alguna exclusión o condicionante. Por ejemplo, el daño por rotura de un cristal a causa de un vendaval se suele asumir a partir de los 90km/h y a partir de 120 km/h lo asume el Consorcio de Seguros.Cuantas más limitaciones o exclusiones haya, más económico debería resultar un seguro. En todo caso, un factor determinante será la calidad del servicio y la capacidad de respuesta de la aseguradora. Por eso nos esforzamos en hacerlo mejor.
¿Y nuestros bienes? ¿Están protegidos por el seguro?
Además de cubrir la responsabilidad civil y el continente, tenemos que fijarnos en si la póliza incluye una cobertura específica sobre el contenido, esto es, sobre nuestros bienes en el interior de la vivienda. Aquí, tendremos que detallar a la aseguradora qué tenemos de valor en la casa, para no llevarnos más tarde la sorpresa de no poder reclamar un bien al seguro por no estar incluido en el contrato. No es mala idea tomar fotografías de todos los enseres y especialmente de sus números de serie para su posterior reclamación.Tengo joyas y otros bienes valiosos, ¿hasta qué punto se cubren?
En este sentido, podemos comparar si la póliza incluye por defecto un seguro frente al robo de joyas, y si es así, de qué valor es. Con respecto a los bienes valiosos, tenemos que comparar si la aseguradora cubre el valor del bien como si fuera nuevo o, si por el contrario, incluye alguna cláusula para descontar del valor la depreciación por el uso. Igualmente, tenemos que fijarnos si los supuestos de nuestra póliza incluyen todo tipo de causas o tienen limitaciones.Por ejemplo, en algunos casos se cubre el valor de estos bienes en caso de robo (que implica violencia) y expoliación (que implica sustracción mediante intimidación), pero no en caso de hurto (robo sin violencia).
Otro aspecto para comparar es si la póliza incluye los bienes desplazados, los que hayamos trasladado con nosotros a otro lugar. También puede incluir la cobertura por robo, o por cambio de cerradura y en este caso, si es solo ante una cerradura ‘reventada’ o si también se incluye en el caso de pérdida de las llaves.
¿Existen coberturas adicionales?
Conviene leer la póliza íntegramente para no duplicar coberturas entre seguros. Por ejemplo, entre la póliza de nuestra vivienda y la de la comunidad de propietarios o incluso de nuestro seguro de responsabilidad civil obligatoria. En ese caso, podríamos negociar la eliminación de esa cláusula para conseguir un precio más ajustado a nuestras necesidades reales.Al mismo tiempo también tenemos que preocuparnos de contratar aquellas coberturas adicionales que más nos interesen, y que se suelen ofrecer de forma opcional, como ampliación de los límites de responsabilidad o de los supuestos que pueden originar un daño.
En conclusión...
Dada la multitud de paquetes ofrecidos por las aseguradoras, con distintos precios y coberturas, es importante que comparemos qué incluye cada una de manera específica y que nos quedemos con la que mejor nos convenga.Si lo que más nos importa es un precio económico, elegiremos un seguro con las coberturas básicas, pero si nos interesa sentirnos más protegidos, comprobaremos si una póliza de precio un poco superior incluye indemnizaciones que nos permitan dormir a pierna suelta.
¿Cuál es tu reacción?