«He elegido ser periodista vasca y desempeñar mi labor en euskera, con todo lo que conlleva»

«He elegido ser periodista vasca y desempeñar mi labor en euskera, con todo lo que conlleva»

13 min.

«He elegido ser periodista vasca y desempeñar mi labor en euskera, con todo lo que conlleva»

Ilaski Serrano, periodista y presentadora

Hemos hablado con Ilaski Serrano (Bermeo, 1976) sobre su recorrido profesional y sobre su trabajo en el programa Ahoz Aho, como presentadora y entrevistadora. Hoy, miércoles, nos encontramos en la sede de EITB, en Bilbao, a las cinco y media de la tarde, en la sala pequeña en la que diariamente entrevistan a los invitados e invitadas de Ahoz Aho. Aquí es donde esperan, antes de entrar en plató, profesionales de la música, de la escritura, de la danza, de la interpretación o de la dirección cinematográfica, cuando vienen a presentar sus trabajos. La presentadora vizcaína de la primera parte del programa sabe que las personas invitadas suelen llegar un poco nerviosas; por eso, siempre intenta tomar un café con ellas, antes del programa. Siente muy cercanas a todas esas personas que ha ido conociendo a lo largo de su recorrido profesional, un recorrido que abarca ya más de veinte años entre radio y televisión.  

Tiene experiencia en concursos, entrega de premios, programas de fiestas, boletines informativos... Está acostumbrada a hacer de todo en las situaciones más complicadas e incluso con pocos recursos, pero, eso sí, siempre con naturalidad y demostrando el nivel más alto de profesionalidad. Actualmente, Ilaski Serrano realiza entrevistas pausadas en el programa Ahoz Aho.  

Escucha nuestro podcast y suscríbete a través de Apple Podcasts, Google Podcasts, Spotify o cualquier otra plataforma que elijas. En este podcast encontrarás la transcripción editada para que puedas leerla.   ILASKI SERRANO. Es verdad. En la televisión lo que vale es el presente. Y es así. Lo hecho hasta ahora no sirve. Hace 20 años hice... ¡Ya! Da igual, solo cuenta el presente. Lo de hoy sirve para mañana, pero siempre empezamos de cero. Resulta cansado, pero tenemos suerte de poder dedicarnos a esto.  

Ahora, comienzas a mirar hacia atrás y te das cuenta de que: ¡Anda! ¡Si a mí esto siempre me ha gustado! Ya de pequeña, me gustaban las entrevistas en la radio, en la televisión, esas entrevistas pausadas. Yo entiendo que no es para todos los públicos, pero las personas que sí lo disfrutan, lo agradecen mucho. Sobre qué personas he entrevistado, pues, a responsables institucionales, que igual no dicen la verdad sobre algún tema o que han dado algún dato falso, y he tenido que contrastarlo, etc.; ahí, en algo así, sí que tendrías que meterte un poco. En nuestro caso, en mi caso, presento a una persona que ha creado un trabajo y viene a hablar de él, puede ser una persona que admiro. Son grados muy diferentes, pero para mí es imprescindible buscar su comodidad y que se sientan a gusto. Hay que añadir también que son entrevistas voluntarias. Los niveles varían según los programas, pero la gente que viene aquí viene a hablar de su libro, de su disco o de su proyecto, a cambio de nada. Por eso, yo estoy siempre de su parte.  

IRATI JIMENEZ (LABORAL Kutxa). Esta trabajadora incansable, nacida en 1976 en Bermeo, siempre ha puesto mucho de su parte. Cuando empezó a trabajar en Euskadi Gaztea con 21 años, ya tenía experiencia en las revistas locales y en medios pequeños. Al principio, compaginó la radio con los estudios en la universidad y, después, la televisión. Ha participado en programas de todo tipo: en Betizu, Kuxkuxeroak, KTM, Airean, Azpimarra y, durante ocho años, en el exitoso programa de EITB, Mihiluze. Le gusta la improvisación y los programas en directo, que exigen estar atenta.  

ILASKI. Tienes que estar atenta, escuchando, con los cinco sentidos. Tu cabeza debe rendir al cien por cien, pero ya está. Ese es el momento. Es más, esa sensación de estar al cien por cien me gusta mucho. Además, veo que la cabeza me responde, porque a veces también tengo mis dudas. Sin embargo, cuando estoy mirando con un ojo a quien dirige el programa, con otro la hora, pendiente de la respuesta, escuchando también lo que me dicen por el pinganillo, entonces, me digo: «Huy, soy capaz de hacer siete cosas a la vez, ¡qué divertido! ¡Qué bien!».  

IRATI (LK). «Divertirse» es una palabra que a menudo se repite al hablar de su capacidad, dice que se divierte. ¿Otra palabra que suele repetir? «Crear».  

ILASKI. Sí, es esa sensación, ¿verdad?, de que he creado algo, porque, al fin y al cabo, cada programa parte de cero, tengo un papel en blanco y a partir de ahí creamos algo. Esa sensación me divierte. Y, ¿cuántas personas tienen la posibilidad de divertirse en el trabajo? El trabajo es el trabajo, pero yo me divierto.  

IRATI (LK). No tiene tiempo de aburrirse. Estaba en la universidad estudiando Periodismo, cuando comenzó en la radio. Después, dejó la radio y regresó a la universidad, aunque seguía en la televisión. De momento, ha hecho dos carreras. La segunda, Antropología, llevada por la pasión, y la primera, Periodismo, casi, casi, por casualidad.   ILASKI. En ese caso tuve algunas dudas. Me gustaban la Sociología, la Antropología, el Periodismo... Me gustaba todo. En ese momento, en la ikastola me dijeron: «Serrano, vete a la radio porque hablas hasta sola». Pero para mal, claro. (Se ríe). Entonces, me dije: «Ah, pues, qué buena idea». Hoy es el día en que, mientras estoy de poteo el Día del Pescador, le digo: «Mira, ahora te escucho».   IRATI (LK). No es difícil. Veinte años son muchos años en televisión y ha tenido éxito desde el principio, también entre hablantes de otras lenguas, gracias al programa itinerante de Betishow. No ha buscado nunca la fama, pero el trabajo la ha convertido en un persona conocida y ha sabido llevarlo con profesionalidad y con naturalidad.  

ILASKI. Tengo claro que esto es solo un trabajo, que no es nada más, y que yo no soy más que nadie. Por eso, he intentado hacer cosas muy normales: salir a la calle, tomar algo en la txosna de siempre, ir a las fiestas locales de siempre. De esa forma, te ven como una persona normal, formas parte del paisaje.   Se genera esa relación, ¿verdad? La gente viene, te hace algún comentario, te lo tomas con humor...  

IRATI (LK). ¿La mayoría de los comentarios son buenos, agradables?  

ILASKI. Sí, sí. Pienso que hay, que se nos ve... No sé si es porque somos euskaldunes o por qué, pero hay otro respeto, otro apoyo. No he recibido nada que no fuera eso. De lo contrario, igual, tampoco podría, ¿no?  

IRATI (LK). Puede que no. No podemos hacer bien nuestro trabajo en cualquier situación. Y, de hecho, no trabajamos igual en todas las situaciones. Nuestra entrevistada comenta que ha tenido suerte con su equipo de trabajo, en lo que más le importa. ¿Qué es la suerte? Sentirse apoyada. Y también mucho más.  

ILASKI. Es cierto que una lección que he aprendido sobre los equipos de trabajo es lo bien que trabajo cuando me siento querida y lo mal que trabajo cuando no me siento querida. Entonces, a ver si se entiende, en la radio trabajábamos de manera individual, pero éramos una familia. En Euskadi Gaztea, por ejemplo, seríamos, ¿unas once personas en toda la emisora, por ejemplo? Nos ayudábamos mucho, nos hacíamos favores, de buen humor y como si fuésemos una pequeña familia. Después, en el paso de la radio a la televisión, durante los primeros años me sentí muy apoyada. Mihiluze ha sido una familia. Estuvimos ocho años, ocho temporadas; ha sido una familia y así te sientes protegida, querida... Después, cuando terminó, ha vuelto un poco la realidad. Los equipos de trabajo no elegidos, impuestos... Ahí he tenido algunas experiencias no muy buenas. Te das cuenta, es decir, te encuentras con personas que no ayudan, que son malas, y piensas que menos mal que antes no ha sido así. Si hubiese ocurrido al principio, habría afectado a mi profesión. Durante muchos años, al principio, me he sentido muy protegida. Ahora tenemos otras herramientas, cosas que aceptar, o con las que tomar distancia o lo que sea.  

IRATI (LK). Dicen que no hay amigos en el trabajo o que es mejor no hacer amistades en el trabajo. Hay quien lo ve así. También hay quien cree que no se deben mezclar las relaciones personales con las relaciones de trabajo. Sin embargo, otras personas piensan lo contrario. Es decir, que para llevarnos bien en el trabajo debe haber también amistad, y que de las amistades del trabajo pueden salir grandes amigos y amigas.  

ILASKI. En este momento mis mejores amigos y amigas, las amistades más imprescindibles en mi vida, las he conocido en el trabajo. Sin ninguna duda. Porque nos entendemos, hablamos de las mismas cosas. Nos entendemos bien porque estamos en la misma profesión, nos comprendemos. Yo entiendo que estoy ahí para ayudar. El objetivo de un grupo de trabajo es común, incluso aunque tú y yo no seamos amigas, el objetivo es común. Yo lo entiendo así. O, al menos, si no me vas a ayudar, si no me vas a apoyar, no me pongas obstáculos. Como mínimo. Pienso que, si tienes esa experiencia, o si nunca antes, cuando eras más joven, has tenido el objetivo de trabajar en esto, en otros programas, o cuando empiezan a medir tu apariencia o tu edad, y te comentan que pronto serás demasiado mayor para la televisión y no sé qué; de haber oído todo eso cuando era joven, y de haberle hecho caso, a saber dónde estaría ahora. Así que, por suerte, la de hace 20 años decía no es mi guerra, mi guerra es aprender, presentar bien y, además, pasarlo bien. Si el objetivo no es ese...  

IRATI (LK). Pero se escuchan ese tipo de comentarios...  

ILASKI. Sí, hombre, se escuchan ese tipo de comentarios.  

IRATI (LK). La edad, el peso, la forma de vestir, el peinado, el timbre de la voz, las expresiones y gestos de la cara, la forma de andar, la altura. Esas características pueden ser de hombres o de mujeres porque todas las personas tenemos cuerpo. De todas formas, al mencionar la edad, el peso, la forma de vestir o el peinado, ¿cuántos os habéis imaginado a una mujer? Nuestra sociedad se da licencia para hablar públicamente del cuerpo de las mujeres, pero no de los hombres. Y las cosas que parecen difíciles hoy en día eran aún más difíciles hace veinte años, cuando nuestra invitada comenzó su carrera.  

ILASKI. Ese trabajo se debe hacer, sobre todo, individualmente. Hasta ahora no hemos tenido redes, pero, por suerte, veo que hoy en día se están creando, además con mujeres de disciplinas muy diversas. Encontramos cómplices en todos los lugares, y en la actualidad a las mujeres nos resulta mucho más fácil compartir lo que sentimos. La ayuda o la solidaridad llega de todos los lados. Sin embargo, ha sido un ejercicio que hasta ahora hemos hecho solas, y las personas que lo hemos hecho y que hemos sido conscientes de él, por suerte, podemos poner nombre y apellido a las cosas, y sabemos explicar con claridad lo que vivimos, aunque antes no fuese así. Yo creo que se debe tener conciencia, veo que hay personas que no la tienen y, entonces, piensas, bueno, «cada uno con lo suyo»; pero creo que es bueno tenerla, tienes que cuidarte. Me parece justo, me parece que se debe reivindicar en todos los espacios y, una vez hecho ese ejercicio, al principio de forma individual y ahora —mucho más agradable— de forma compartida, pues, mucho mejor.  

IRATI (LK). Recordamos a muchas periodistas que comenzaron jóvenes en esta profesión, pero hay pocas que, como nuestra entrevistada, hayan permanecido tanto tiempo en este trabajo. ¿Influye la energía de las mujeres de los pueblos costeros de Bizkaia, como Bermeo, Ondarroa o Lekeitio?  

ILASKI. Es cierto que es cultural, que es educación. Nos suelen decir que todo es cultura, y es verdad. Es importante lo que ves, lo que te enseñan. En nuestro caso, a nuestro alrededor hemos visto mujeres fuertes, mujeres que toman las decisiones, mujeres que no se callan, que salen adelante, que sacan a su familia adelante. Hemos visto todo eso y nos resulta normal.  

IRATI (LK). En los pueblos pesqueros los hombres salen al mar. Tradicionalmente, han mandado los hombres, pero las mujeres han conseguido más poder y también más fuerza en las relaciones de género. Ilaski Serrano ganó el Premio Hegaluze, galardón que entrega la feria del pescado a la bermeana del año, en 2008, y se lo dedicó a esas mujeres, a sus vecinas bermeanas. Al parecer, cuando dedicó el galardón, le preguntaron: «Y ¿los hombres». Ella cuenta la anécdota riéndose, ya que habla de su pueblo sin mitificarlo.  

ILASKI. Yo a veces me he sentido ahogada en mi pueblo, cuando era más joven. Empiezas a hacer cosas y a salir del pueblo, y ves que el tiempo no pasa, que estamos siempre con los mismos temas. A veces, yo también he tenido ese tipo de momentos. Pero ahora me he reconciliado. Veo cierto orgullo, que a veces ha sido fanfarronería, y no me gusta. Sin embargo, también tiene su toque de humor, su parte de complicidad, un chiste constante, una forma de verlo desde el humor, que se agradece.  

IRATI (LK). El orgullo, el humor, la capacidad de divertirse, la curiosidad, la creatividad. Las personas no sabemos de qué estamos hechas, pero es importante saber quiénes somos. Conviene tomar ciertas decisiones si no queremos acabar de cualquier manera y en cualquier lugar. A veces, basta con una, e Ilaski Serano tiene claro cuál ha sido la suya.  

ILASKI. Yo he elegido ser periodista vasca y desempeñar mi labor en euskera, con todo lo que eso conlleva. Haciendo mi trabajo de periodista en euskera he conseguido redes de complicidad más amplias, con creadores y creadoras vascas, con diversos agentes que trabajan en euskera. Al final, me parecía que no podía ir por ahí atacando, criticando sin cabeza, porque todos tenemos un objetivo común, ¿vedad? Seguramente, en otras lenguas no hubiese tenido ese chip. Ser periodista vasca influye en mi forma de trabajar. Ser periodista vasca en un canal de televisión vasco influye a la hora de decidir qué se programa o qué se proyecta. Haría telebasura, pero no en Euskal Telebista. Aunque también te digo que hacer telebasura es muy divertido. Quiero decir podría hacer algo así pero no en mi lengua, no con mi forma de ser y en mi televisión. Me divierto con lo que hago, pero me parece, no sé, que tenemos... el sentimiento de que quiero mucho lo que hago y de que lo quiero englobándolo dentro de algo general. No es mi carrera, no sé cómo explicarlo. No soy yo.  

IRATI (LK). Y cada uno es cada uno, claro, al fin y al cabo, es así. No hay que compararse con nadie. El euskera es un lengua más pequeña que otras, pero ¿es verdad que es una lengua pequeña?  

ILASKI. No la comparo. No la he comparado nunca, porque siempre es... No sé. Es la nuestra. Eres tú. Grande, pequeña... No hay por qué comparar. Es la que tengo, soy lo que soy, y sigo adelante con ello. No tenido nunca necesidad de compararme, y nunca me he sentido pequeña, así que, bueno, estoy contenta con lo que hay.  

IRATI (LK). Trabajar en euskera plantea ciertos obstáculos específicos en la profesión periodística que no se dan en otras lenguas. Pero también plantea oportunidades. El periodismo vasco es importante en su comunidad, tiene prestigio. ¿Consideras trabajar en euskera una ventaja o una desventaja?  

ILASKI. Me parece que no es ni ventaja ni desventaja. Lo que digo, que a mí también me da envidia porque, cuando Ricardo Darín viene a Bilbao, yo también bajaría al Arriaga a hacerle una entrevista. Yo no tengo esa posibilidad porque esa posibilidad se da en los canales de televisión en castellano, pero yo tengo mi propio tamaño, ni grande ni pequeño, el mío. Claro, si se compara con otras lenguas mucho más grandes... Pero mi tamaño es el mío, y avanzo con lo que tengo. Y los años han ido pasando, y ya son veinte los que llevo trabajando. Por tanto, no hay ningún problema realmente. Otros se me escapan, pero, bueno, si viniese Harrison Ford, iría.  

IRATI (LK). En este caso los que se lo pierden son Harrison Ford y Ricardo Darín, entonces. (Se ríen).  

ILASKI. Sobre todo, Ricardo Darín.  

IRATI (LK). Crear, aprender, divertirse. Sentirse querida, apoyada. Tomar decisiones, a poder ser, buenas. Tener un poco de suerte. Todos esos factores han sido de ayuda en el recorrido de esta periodista todoterreno. No obstante, se nos ha olvidado uno, el que ha mencionado nuestra invitada cuando ha hablado de las mujeres de Bermeo: el humor. Está atardeciendo cuando damos por finalizada la entrevista y salimos de la sede de EITB. Nos vamos con buen sabor de boca. Recordamos todavía el sonido de nuestra risa. Una risa escandalosa, esa risa en la que participa todo el cuerpo.


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