Seguros de Comercio y Responsabilidad Civil: Los básicos proteger tu negocio

Seguros de Comercio y Responsabilidad Civil: Los básicos proteger tu negocio

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Seguros de Comercio y Responsabilidad Civil: Los básicos proteger tu negocio

Tener un negocio propio es un gran logro, pero también conlleva riesgos. Por eso, los seguros son una herramienta fundamental para proteger tanto tu inversión como tu tranquilidad. Pero, ¿qué seguros son los más apropiados para tu negocio? En este artículo te explicamos, de forma sencilla, los seguros básicos de protección, cómo funcionan y cuándo optar por uno u otro.

 

Seguros de Comercio y de Responsabilidad Civil

La diferencia fundamental entre estos seguros es que el seguro de comercio está diseñado para proteger tu local y los bienes dentro de él, ya sea propio o alquilado, mientras que el seguro de responsabilidad civil protege al autónomo frente a reclamaciones de terceros por daños derivados de su actividad profesional.

Contar con cobertura para los daños que pueda sufrir tu local o el pago de indemnizaciones por daños a terceros puede ser la clave para la supervivencia de tu negocio en caso de incidentes graves.

 

Ejemplo práctico:

Imagina que tienes una tienda de ropa y se produce un incendio que afecta tanto al local como a las prendas en stock. ¿Qué ocurriría si no tienes un seguro que lo cubra? Especialmente si todavía estás pagando el préstamo que obtuviste para iniciar el negocio. Aunque los incendios no son situaciones cotidianas, sí ocurren. Se estima que el 10% de los incendios en inmuebles suceden en locales comerciales, y en ciudades como Bilbao o Madrid, hay un incendio cada hora o menos. Aunque no siempre se destruye todo, el impacto puede ser devastador sin el seguro adecuado.

Por otro lado, si cometes un error en tu trabajo y causas daños a un tercero, podrías enfrentarte a una reclamación. Esto no afecta solo a profesionales altamente cualificados como arquitectos o médicos. Cualquier autónomo que asuma la responsabilidad de su trabajo está expuesto, incluso por los errores de sus empleados. Imagina un electricista que al realizar una instalación comete algún tipo de error que acaba provocando un cortocircuito y este, a su vez, genera un incendio. El accidente puede ocasionar cuantiosos daños materiales e, incluso, graves daños personales.

 

¿Cuándo contratar un seguro de responsabilidad civil y cuándo uno de comercio?

La elección dependerá del tipo de actividad que realices. A continuación, te damos algunas recomendaciones según la naturaleza de tu negocio.

1. Si tienes un comercio o tienda física:

  • Un seguro de comercio con cobertura de responsabilidad civil es ideal, ya que cubre tanto el local y los bienes, así como posibles daños a terceros (ej. una clienta que se resbale en el local porque el suelo está mojado y sufra una lesión o los daños ocasionados a la clientela por los productos entregados, como alimentos en bares o establecimientos alimenticios), también la responsabilidad hacia tus empleados en caso de accidentes laborales.

 

2. Si tienes un despacho o consulta profesional (consultores o diseñadores):

  • Un seguro de responsabilidad civil profesional cubrirá los errores o negligencias que puedan causar daños económicos o personales a tus clientes (ej. un tratamiento erróneo o una mala asesoría). También es recomendable un seguro de comercio para proteger el local y todo lo que tengas.

 

3. Si tienes un taller:

  • En este caso, necesitarías un seguro de negocio con coberturas adecuadas a tu actividad, incluyendo la responsabilidad civil.

 

4. Si trabajas directamente con clientes o en sus instalaciones (como instaladores, fontaneros, electricistas…):

  • El seguro de responsabilidad civil es imprescindible, ya que protege frente a reclamaciones por daños causados durante tu trabajo. Solo si cuentas con un almacén o espacio de exposición, deberías considerar el seguro de comercio para proteger tu inversión en el local, herramientas, materiales y otros activos materiales.

 

Elegir el seguro adecuado puede parecer complicado, pero aquí te dejamos algunos consejos clave:

  • Evalúa los riesgos específicos de tu negocio: No todas las actividades implican los mismos riesgos. Un restaurante necesitará coberturas diferentes a las de una tienda de ropa, y lo mismo ocurre con un fontanero o un abogado. Incluso dentro del mismo sector, las necesidades varían según el tamaño del negocio, si tienes empleados o trabajas con subcontratas.
  • Revisa las coberturas propuestas: Asegúrate de que la actividad cubierta en la póliza coincide con lo que realmente haces. Presta atención a las situaciones cubiertas, los límites de capital y posibles franquicias. Estos detalles pueden marcar la diferencia entre un seguro efectivo y uno insuficiente.
  • Consulta a un profesional: Dado que los seguros pueden ser productos complejos, es recomendable contar con la asesoría de un especialista que evalúe los riesgos de tu negocio. Incluso los escenarios que parecen poco probables pueden tener un impacto significativo si llegan a ocurrir.

 

Conclusión

Proteger tu negocio no solo te ofrece tranquilidad, sino que puede ser la diferencia entre continuar operando o enfrentar serios problemas financieros tras un siniestro. Tanto el seguro de comercio como el seguro de responsabilidad civil son herramientas clave para garantizar la continuidad de tu actividad. Evalúa bien tus necesidades y, si es necesario, combina ambos tipos de seguros para estar completamente cubierto.

 

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