"Viajar con previsión: la experiencia de Marcos"

Marcos siempre fue un viajero organizado. Antes de cada viaje, revisaba vuelos, reservas, rutas y hasta el clima del destino. Pero fue con el tiempo y algunas experiencias difíciles que entendió que una buena planificación también incluye protegerse frente a los imprevistos.

Cuando todo cambia antes de salir

Un año, él y su pareja planearon unas vacaciones en el Caribe. Reservaron con meses de antelación y pagaron actividades por adelantado. Pero, días antes de partir, la madre de Marcos sufrió un accidente doméstico que exigía hospitalización y cuidados. Tuvieron que cancelar el viaje. Como no contaban con un seguro con cobertura de cancelación, perdieron una gran parte del dinero invertido. A partir de entonces, Marcos no volvió a viajar sin esa cobertura.

Un accidente que sale caro… si no estás cubierto

Durante un viaje con amigos por Estados Unidos, uno de ellos se lesionó gravemente la pierna al caer por unas escaleras. Fueron al hospital, donde confirmaron una fractura. Por suerte, todos habían contratado un seguro de asistencia con cobertura médica. La compañía se hizo cargo de los gastos, que superaban los varios miles de dólares. Sin ese respaldo, el coste habría sido inasumible.

La pérdida de equipaje, sin consecuencias

En un viaje por Asia, al llegar a su destino, Marcos descubrió que su maleta no había llegado. Contactó con su seguro, y le indicaron que tenía cobertura para  comprar artículos de primera necesidad (mudas, algo de ropa, artículos de aseo...), hasta que llegase su maleta. También le facilitaron las instrucciones para solicitar el reembolso de esos artículos o incluso de todo el equipaje perdido, si finalmente no apareciese. Así que, a pesar del inconveniente inicial, ¡pudo seguir disfrutando de sus vacaciones!

En otro viaje, esta vez en familia por París, todo marchaba bien hasta que recibió una llamada de un vecino: una fuga de agua desde su casa había causado daños en su piso y en el del vecino de abajo. Gracias a la cobertura de regreso anticipado incluida en su seguro, pudieron adelantar su regreso sin coste adicional y atender la situación a tiempo.

Desde entonces, Marcos tiene una costumbre innegociable: cada vez que planea un viaje, por más corto que sea, incluye un buen seguro de asistencia en viaje. Porque entendió que no se trata solo de prever lo bonito, sino de estar preparado para lo inesperado.