¿A qué nos referimos cuando hablamos de banca ética?

La ética es, sin duda, una de las ramas más interesantes de la filosofía. Al fin y al cabo, trata del comportamiento humano, de cómo debemos portarnos con nosotros mismos y con nuestros semejantes. Cuando decimos que algo es ético queremos decir que es bueno, que es correcto. Por tanto, la banca ética sería aquella que se porta bien. Pero, ¿qué es “portarse bien”? ¿Qué hacen los bancos éticos para considerarse merecedores de este adjetivo en oposición a la “banca tradicional”?

Principales características de la banca ética

Aunque se trata de un concepto amplio y que puede abarcar distintas formas de hacer banca y prestar servicios en el sector financiero, estas son las características principales que cumplen las entidades que se denominan éticas.

• Su funcionamiento interno debe ser transparente y democrático: En principio, las entidades de banca ética, deben regirse por principios de transparencia y ofrecer sus resultados a la sociedad, y por supuesto, deben estar gestionadas de manera democrática, respondiendo a órganos como una Asamblea General.
• Deben tener un impacto positivo en la sociedad: Naturalmente, los negocios de banca ética tienen que ser rentables y ofrecer las máximas garantías dentro del sistema financiero o no podrían perdurar en el tiempo. Pero su objetivo pasa siempre por la devolución a la sociedad y por la mejora de su entorno, bien sea por los proyectos que apoyan, por el retorno de su inversión o por su participación en iniciativas de carácter social.
• Están adscritas a principios de responsabilidad corporativa y medioambiental y son respetuosos con la seguridad laboral y con los derechos fundamentales: Otra característica en el mismo sentido es el respeto que debe manifestar la banca ética al medioambiente, a la seguridad de todas las personas trabajadoras y a los derechos humanos, laborales, de género o sociolingüísticos, no solo de sus integrantes sino de sus clientes y de toda la sociedad.
• Las entidades de banca ética proponen principios de justicia salarial: Pagar con justicia a las personas que trabajan en la propia entidad también es una seña de identidad propia de la banca ética.
• No se gestionan en base a intereses especulativos: La banca ética no responde al criterio del máximo beneficio e invierte en lo que se denomina economía real, renunciando a basar sus beneficios en la mera especulación financiera.

¿Es LABORAL Kutxa un “banco ético”?

Sí y no, ya que funciona con criterios éticos, pero no aparece en el listado de bancos éticos. Nuestra entidad forma parte de uno de los modelos más habituales de banca ética, que no es otro que la banca cooperativa o ciudadana. Somos una cooperativa de crédito y, como hemos dicho en otras ocasiones, eso se nota en todo nuestro funcionamiento tanto exterior como de cara a la sociedad. Si repasamos las características que acabamos de mencionar, veremos que no podría encajar en ninguna otra definición que no fuera la de banca ética.

• LABORAL Kutxa funciona de manera transparente y democrática. Está dirigida por un Consejo Rector que no depende de las instituciones políticas y que responde a una Asamblea General donde las socias y socios de trabajo pueden dar su voto y participar en las decisiones de más alto nivel, a la manera de un parlamento.
• Nuestra entidad no cotiza en bolsa ni está sujeta a la presión especulativa de los mercados financieros. Las propietarias y propietarios son las trabajadoras y los trabajadores de la entidad, otras cooperativas y algunos clientes particulares.
• Los beneficios se distribuyen de manera solidaria y responsable, en la propia entidad (un 75%), en crear nuevas cooperativas e impulsar las ya existentes (15%) y en iniciativas sociales (10%).
• Política salarial equilibrada: En LABORAL Kutxa, la diferencia entre la persona que más gana y la que menos en ningún caso es 4,2 veces mayor. Entre las 500 empresas más importantes de EEUU este índice es 1/380. Es decir, que quien más gana, cobra 380 veces más que la media de la empresa.
• Retorno a la sociedad: Nuestra prioridad es la generación de riqueza y empleo en nuestro entorno. Estamos comprometidos con facilitar crédito al tejido empresarial, a las empresas del tercer sector y a las personas emprendedoras, por eso, contamos con instrumentos como la fundación Gaztenpresa que ha ayudado a crear más de 4.400 empresas y casi 8000 puestos de trabajo desde su creación. Además, invertimos en proyectos de nuestro entorno del ámbito del deporte, la cultura o la investigación para poner el dinero al servicio de las personas.
• Nuestro compromiso con los derechos individuales es tan profundo como el que adquirimos con los derechos colectivos. Por eso, fomentamos la igualdad de género. -fuimos la primera empresa en obtener la certificación de “Entidad Colaboradora de Emakunde”-, favorecemos el respeto a los derechos lingüísticos y buscamos el desarrollo profesional de las personas que trabajan en la entidad.

A pesar de todos estos factores, no aparecemos en las listas de banca ética, porque aunque aplicamos criterios y formas de funcionamiento éticos, somos una banca comercial universal. Trabajamos con cooperativas y con empresas de la economía social y solidaria, pero también con otros sectores económicos más convencionales, a los que la banca que se clasifica como sólo ética no llega. Por eso, nos solemos definir como banca comercial con valores éticos.