Dinero y tecnología: los regalos navideños que más nos gustan

En LABORAL Kutxa nos encanta internet. Es uno de los medios más útiles para hablar de nuestros productos y servicios y para contar quiénes somos y por qué hacemos lo que hacemos . Pero, además de eso, también es un lugar estupendo para ver cómo respira la sociedad. Por eso, solemos hacer análisis periódicos de opiniones vertidas en internet sobre temas tan variados como los servicios de banca digitales , el deporte amateur , la familia , la vivienda , la compra de grandes bienes de consumo o los hábitos en torno a la cultura . Este mes y teniendo en cuenta las fechas en las que estamos hemos querido estudiar más de 4.300 opiniones en torno a un tema muy navideño: los regalos. ¿Qué nos gusta regalar y que nos regalen? Te lo contamos a continuación.

Dinero y tecnología, los regalos más apreciados

No será el presente más original o el más personal, pero el 19% de las personas cuyas opiniones hemos analizado dicen que valoran positivamente que les regalen dinero en efectivo. Tras el dinero, los regalos que más gustan son la tecnología y experiencias (ambas se mencionan en un 18% de las opiniones que hemos analizado) seguidas de colonias y cosméticos (16%), ropa y calzado (16%) y comida y bebida (13%).

Pero no solo nos gusta regalar o que nos regalen objetos físicos. Las “experiencias” son un presente al alza. Un 18% de usuarios y usuarias de internet dicen regalar cajas regalo que ofrecen escapadas de ocio. Les gustan porque conllevan cierto factor sorpresa y porque existe la posibilidad de elegir entre muchas opciones: cena romántica (la opción favorita para el 25%), escapadas de fin de semana (24%), sesiones de spa y tratamientos (19%), aventuras (17%) y cursos para desarrollar alguna afición (15%).

Lo que más nos preocupa: acertar con nuestros hijos e hijas

No solo hemos querido saber qué regalamos sino cómo cambia nuestra actitud en función de a quién le hacemos un obsequio. Y la conclusión principal es que, cuando más nos preocupa acertar es cuando los receptores son nuestros hijos e hijas o -en siguiente lugar- nuestra pareja.

En el caso de niños y niñas buscamos, generar ilusión y mantener viva la magia de la Navidad. Eso sí, a veces, ese deseo por complacer los sueños infantiles nos lleva al exceso, tal y como confiesan muchos padres y madres. Cuando se trata de adolescentes, la cosa cambia un poco y se tiende a premiar el esfuerzo (los buenos resultados escolares, por ejemplo). En ese caso, el regalo más preciado son los móviles, las consolas y los productos tecnológicos, en general.

Con nuestras parejas, sin embargo, tendemos a hacer regalos más prácticos pero procurando que tengan un toque romántico o de sorpresa y nos decantamos por ropa, cosméticos, calzado o perfumes. En el caso de nuestros familiares cercanos como padres y madres o hermanos y hermanas no nos importan demasiado otros factores y valoramos la practicidad por encima de todo. En general, preferimos no arriesgarnos y acertar, por lo que el dinero suele ser un regalo habitual. Con nuestras amistades, ocurre lo contrario, preferimos regalos que no tengan por qué ser necesariamente útiles, pero que resulten divertidos.

Buscamos regalos originales, pero no es fácil

Vivimos con la sensación de que ya lo tenemos todo. Al menos eso es lo que muestra nuestro estudio, que recoge muchas opiniones de personas que tienen dificultades para encontrar regalos originales. ¿Qué hacemos, por tanto, para agradar y sorprender con un regalo? Pues lo más habitual es mirar en internet y visitar webs que nos inspiren, leer artículos con recomendaciones, preguntar en foros a otras personas o acudir a sitios específicos en los que se vendan artículos de regalo.

¿Dónde vamos a hacer nuestras compras de regalos?

Comprar online es una opción cada vez más apreciada. Un 64% de las personas cuyas opiniones hemos recogido declara que suele comprar en internet y que lo hace porque encuentra precios ventajosos y facilidad en la forma de pago aunque, eso sí, siempre que se haga con antelación. Entre los inconvenientes se mencionan el tiempo de llegada y los obstáculos para hacer devoluciones.

Por supuesto hay otras opciones para comprar regalos. Por ejemplo, los mercados y las tiendas de proximidad. Son la opción que declara preferir un 22%. Estas personas dicen valorar la atención personalizada, la espontaneidad de la compra y la posibilidad de ver y tocar todos los productos. Entre los aspectos negativos, mencionan las colas y la escasa variedad de productos disponibles.

Una tercera opción para hacer la compra, elegida por el 14% de usuarios y usuarias de internet, son los centros comerciales. Su ventaja, que todo está a mano y en un espacio cubierto. ¿Lo peor? A la mayoría de la gente le parecen lugares feos e impersonales en los que la experiencia de compra resulta muy a menudo negativa.

No a todo el mundo le parece bien regalar tanto

Incluso una actividad gozosa y vinculada a emociones positivas como la de hacer regalos tiene sus aspectos negativos. Así, un 70% de las personas cuyas opiniones hemos recogido y analizado cuestiona la inercia del consumo y declara querer recibir menos regalos o ninguno. Creen que la idea de regalar por compromiso deriva en acumular una gran cantidad de objetos innecesarios.

¿Qué clase de gente se opone a la tradición de hacer tantos regalos? Un 34% son personas racionales y autocríticas; el 29%, defensores del consumo sostenible, el comercio justo y la ecología, un 25% pertenece a algún grupo religioso concienciado y el 12% restante no se siente identificado con ninguna de las categorías anteriores.

Pero, ¿cómo evitamos lo que muchas personas consideran “la dictadura de la publicidad” o el comprar de usar y tirar? Las propuestas alternativas al consumo de regalos más habituales son el hacer un “amigo invisible” y regalar solo a una personas por sorteo (lo elige un 28% de personas), las donaciones (24%), optar por una opción anticonsumista y no regalar nada o reducir mucho el consumo (18%), obsequiar productos DIY (do it yourself o hechos por la misma persona que regala) y reciclar productos sobrantes o que no se utilizan (14%).